ISSN impreso: 1390-3837 / ISSN electrónico: 1390-8634, UPS-Ecuador, No. 40, marzo-agosto 2024, pp. 159-186.
https://doi.org/10.17163/uni.n40.2024.07
Reconstruyendo el campo de los estudios
en evaluación de Políticas Públicas
en las universidades públicas españolas
Reconstructing the field of studies
on Public Policies evaluation at Spanish public universities
Francisco Javier Alarcón-González
Universidad de Granada, España
alarcon@ugr.es
https://orcid.org/0000-0002-7900-5626
Juan José Flores-Candorcio
Universidad de Granada, España
juanjose240499@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-3550-9688
Recibido: 26/10/2023 Revisado: 2/12/2023 Aprobado: 30/12/2023 Publicado: 01/03/2024
Cómo citar: Alarcón-González, F. J. y Flores-Candorcio, J. J. (2024). Reconstruyendo el cam-
po de los estudios en evaluación de Políticas Públicas en las uni-
versidades públicas españolas. Universitas XX1, 40, pp. 159-186.
https://doi.org/10.17163/uni.n40.2024.07
160
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Resumen
En enero de 2023 entró en vigor en España la Ley de Institucionalización de la Evaluación de Políticas
Públicas en la Administración General del Estado. Esta ley da un paso importante al establecer la eva-
luación de políticas públicas (EPP) como elemento para mejorar el uso ecaz y eciente de los recursos
públicos y dotar de una mayor transparencia al proceso de toma de decisiones. Para ello es necesario
contar con personal capacitado para realizar las evaluaciones. El objetivo de este artículo es presentar
cómo se estructura la formación universitaria dentro de las universidades públicas españolas en EPP y
cómo los diferentes grados universitarios vinculados mayoritariamente a la Ciencia Política introducen
la formación en análisis y evaluación de políticas públicas. A partir de la observación y análisis de la
presencia de estas formaciones en las universidades, este estudio muestra cómo la EPP se encuentra en
una fase bastante incipiente en el desarrollo dentro de los estudios de ciencia política, siendo un enfoque
relativamente joven en España dentro de la Ciencia Política y parcialmente limitado a unas cuantas
universidades. El volumen de créditos formativos en análisis y evaluación de políticas públicas sobre el
total de la formación es marginal. Esto signica que, en términos de competencias alcanzadas al nal de
la formación universitaria y de la transferencia de esos aprendizajes al puesto de trabajo, depende de la
realización de la formación universitaria en determinadas universidades.
Palabras clave
Evaluación, políticas, públicas, profesionalización, institucionalización, universidad, grados, España.
Abstract
In January 2023, the Law for the Institutionalisation of Public Policy Evaluation in the General State
Administration came into force in Spain. This law takes an important step by establishing the evaluation
of public policies (EPP) as an instrument to improve the effective and efcient use of public resources
and to make the decision-making process more transparent. This requires trained personnel to carry out
evaluations. The aim of this article is to present how university education in EPP is structured in the
public universities of Spain and how the various university degrees linked mainly to Political Science in-
corporate courses on public policy analysis and evaluation. Based on the observation and analysis of the
presence of these courses in universities, this study shows in the development of political science studies,
EPP is at an incipient stage, this being a relatively young approach in Spain within the realm of Political
Science and partially limited to a few universities. The proportion of academic credits in public policy
analysis and evaluation out of the overall volume of courses is marginal. This implies that in terms of the
skillset attained at the end of university education and its transfer to the workplace, it vastly depends on
certain universities and the completion of their coursework.
Keywords
Evaluation, policy, publics, professionalization, institutionalization, university, studies, Spain.
161
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
Introducción
Las políticas públicas tienen un impacto directo en la sociedad más allá
de los efectos en la población beneciaria. Los niveles de bienestar de nues-
tra sociedad están modulados por la ecacia de las políticas públicas desa-
rrolladas (Stufebeam y Shinkeld, 2007). El análisis y evaluación de las
diferentes políticas públicas sectoriales es un asunto central que inuye en la
calidad de vida en la medida en que puede ayudarnos a conocer si esas polí-
ticas sociales (o cualquier otra política pública) responden a las necesidades
que conguraron su origen (Bustelo, 2020; Casado y Del Pino, 2021). Y en
última instancia, la evaluación de políticas públicas (EPP) es síntoma de un
sistema democrático que goza de buena salud (Blázquez y Alarcón, 2018).
En la actualidad nos encontramos con un consenso académico y profesio-
nal sobre la mejora de las actuaciones de la administración pública por la vía
de incorporar instrumentos de evaluación en la acción de gobierno y gestión
de políticas y administraciones públicas (Subirats, 2005). Este consenso se
ha materializado en la aprobación a nales de 2022 de la Ley de Institucio-
nalización de la Evaluación de Políticas Públicas en la Administración Ge-
neral del Estado.
1
El proyecto de ley entró en Consejo de Ministros en mayo
de 2022, siendo remitido al Congreso de los Diputados para su tramitación
por procedimiento de urgencia. La normativa se enmarca en uno de los com-
promisos adquiridos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Re-
siliencia, y tiene por objetivo congurar e impulsar la EPP en un marco de
modernización de la Administración Pública española.2
La norma establece un marco de actuación y restablece la Agencia Es-
tatal de Evaluación de Políticas Públicas3 encargada de supervisar la EPP a
nivel estatal y coordinar las estructuras de evaluación presentes en cada mi-
nisterio. También determinará qué políticas serán objeto de evaluación y cuá-
les de estas se incluirán en planes de evaluación bienales. Establece que la
1 Ley 27/2022 de 20 de diciembre, de institucionalización de la evaluación de políticas públicas en la
Administración General del Estado, publicada en Boletín Ocial del Estado número 305 del miércoles
21 de diciembre de 2022.
2 Para una retrospectiva del proceso de evaluación en el contexto de las políticas públicas españolas
véase Arriazu (2015) y Casado y del Pino (2021).
3 Con anterioridad nos encontrábamos, todavía a fecha de redacción de este texto, con el Instituto para
la Evaluación de Políticas Públicas (IEPP) que era heredero de la Agencia Estatal de Evaluación
de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL). La AEVAL fue creada en 2006 y
desapareció en 2017 en favor del IEPP.
162
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
evaluación será externa, con carácter general, aunque permite la creación de
equipos evaluadores mixtos. En cuanto a la formación y capacitación de los
evaluadores, el artículo 16 establece que la citada agencia, en colaboración
con el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) y, en su caso,
con el Instituto de Estudios Fiscales, identicará las competencias necesa-
rias para el desempeño de la EPP y diseñará planes especícos de formación
para personal del servicio público.4
Independientemente de la procedencia del equipo evaluador (externo o
mixto) y de la identicación de las competencias necesarias para la EPP nos
encontramos con la necesidad de personal formado y especializado en EPP
que sea capaz de llevar a buen término todo el proceso evaluador (Martínez,
2023). Proceso donde encontramos diferentes enfoques, y un gran número
de tipos y diseños que requieren conocimientos especializados que doten a
la EPP de rigor e imparcialidad. La formación en EPP se hace necesaria des-
de dos ángulos. Un primero, que debería centrarse en la formación del eva-
luador o del personal que realiza el encargo evaluativo, ambos requieren una
formación o conocimientos especializados en EPP, y en el segundo ángulo,
en la importancia de la evaluación y de las evaluaciones realizadas para la
formulación y diseño de políticas públicas (Varela, 2023).
Para el primero de ellos, el relativo a la formación, nos encontramos con
la formación que vendría dada, en el caso español a nivel de Administración
General del Estado por el INAP y la formación reglada impartida por centros
universitarios. En cuanto a la primera sería recomendable y necesaria para
fomentar la evaluación mixta y para formar a los empleados y empleadas pú-
blicas del organismo encargado de realizar las EPP externas. En cuanto a la
formación dentro de los estudios universitarios supone formar a futuros pro-
fesionales en un campo de trabajo bastante extenso y donde cada proceso de
evaluación supone un ejercicio nuevo, único y singular. La formación inicial
en EPP es necesaria para poder llevarla a cabo y esa formación requiere de
conocimientos diversos de materias propias de las ciencias sociales (metodo-
logía de investigación, experimentación, estadística, etc.) (Picciotto, 2011).
Este artículo se enmarca en este contexto de necesidad de profesionales que
conozcan cómo realizar una EPP.
4 El Instituto Nacional de Administración Públicas recoge en su Estatuto, aprobado por el Real Decreto
464/2011, de 1 de abril, la formación de las empleadas y empleados públicos.
163
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
El proceso de institucionalización de una disciplina supone el paso de una
práctica informal a una disciplina más estructurada y formalizada (Harguindé-
guy y Echavarren, 2016; Barberá et al., 2020). La consolidación profesional de
la disciplina aparece con el desarrollo de programas académicos de enseñan-
za superior, por la existencia de publicaciones y revistas especializadas, por
la existencia de asociaciones profesionales y de un mercado de trabajo para
esos profesionales (Berndtson, 1991; Bustelo, 2006). Los componentes del
proceso de evaluación pueden ubicarse en tres planos: instituciones, actores
e ideas. En el plano de las instituciones se debería observar si hay facultades,
asociaciones profesionales, institutos especializados y programas (Harguin-
déguy y Echavarren, 2016). En el caso que nos atañe, la institucionalización
de la EPP la podríamos observar a nivel de facultades o centros de enseñanza
universitaria en el análisis de las asignaturas de grado dedicadas al análisis y
evaluación de políticas públicas.
5
Es decir ¿Qué espacio tiene la evaluación de
políticas públicas en el grado universitario? Este conocimiento sobre la for-
mación recibida por parte de los centros de educación superior en materia de
EPP no ha sido algo hasta la fecha abordado por la literatura cientíca que sí
ha prestado más interés al proceso de institucionalización del análisis de po-
líticas públicas (Harguindéguy y Echavarren, 2016; Harguindéguy y Ruilo
-
ba, 2023) llegando incluso algunos trabajos a preguntarse sobre el contenido
de las guías docentes sobre políticas públicas (Valmorisco y Vicente, 2023).
Este artículo pretende llenar este vacío por ello se plantea como objetivo
analizar la presencia de formación a nivel de grado universitario en Políti-
cas Públicas en general y en Evaluación de Políticas Públicas en particular,
a partir de los planes de estudios de los grados en Ciencias Sociales en las
Universidades Públicas españolas, de cara a la elaboración de un diagnósti-
co que se pueda aplicar en diferentes momentos y de manera periódica, para
identicar el nivel de ajuste entre las formaciones académicas impartidas en
la universidad y la demanda de profesionales de EPP requeridos en el ámbito
socio-laboral. Este trabajo, por tanto, se centra en el análisis de la formación
universitaria de la oferta de evaluadores especializados en diferentes disci-
plinas de ciencias sociales.
5 Otros temas (o indicadores) que podrían ser objeto de atención son: (i) si se imparten cursos de
postgrado especializados en evaluación de políticas públicas; y (ii) si existen cursos de formación en
análisis y evaluación de políticas públicas para el personal de las distintas administraciones públicas.
Sobre el primer apartado se puede encontrar información en este texto.
164
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Para ello, este artículo se divide en las siguientes secciones. Una primera,
a continuación de esta introducción, establece la evolución de la enseñanza
de EPP en el contexto universitario español. La segunda parte condensa la
metodología diseñada para dar respuesta al objetivo de esta investigación que
se ha denido previamente. La tercera parte aborda el análisis de la presen-
cia y caracterización de las asignaturas de análisis y evaluación de política
públicas en el contexto universitario público español. Tras esto el texto de-
sarrolla una propuesta de conclusiones sobre la discusión de los principales
hallazgos y la necesidad de establecer una mayor presencia de formación en
evaluación de políticas públicas para dar respuesta a las exigencias del mer-
cado tanto profesional-privado como en la administración pública.
La enseñanza de la evaluación
de políticas públicas en España
Los estudios sobre EPP se encuentran dentro del Área de conocimiento
de Ciencia Política y de la Administración que se constituyó académicamen-
te con la Ley de Reforma Universitaria.
6
Esta norma supuso la creación de
Áreas de conocimiento orientadas a la constitución de Departamentos univer-
sitarios y de su personal (profesorado numerario) y que iniciaron un proceso
de reforma en el seno de las universidades que afectaría a planes de estudio
(reforma y creación) y al desarrollo de nuevas universidades en manos de las
Comunidades Autónomas. Los primeros politólogos eran titulados superiores
de la Universidad Complutense de Madrid donde se ubicaba la única Facultad
de Ciencias Políticas y Sociología en el territorio español. Posteriormente se
añadió la propuesta de la Universidad Autónoma de Barcelona de crear una
licenciatura de segundo ciclo. Tras esto se añadió la titulación en la Univer-
sidad Nacional de Educación a Distancia y la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociología en la Universidad de Granada (Jerez y Luque, 2015). El Área
de Ciencia Política queda establecida en España de acuerdo con los están-
6 Ley Orgánica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria. Boletín ocial del Estado de 1
de septiembre de 1983. La separación de la Ciencia Política del Derecho Político o del Derecho
Constitucional se efectuó a partir de su entrada en vigor.
165
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
dares que establece la comunidad cientíca internacional con la excepción
de las Relaciones Internacionales que se vinculan al Derecho Internacional.
7
En la actualidad (curso 2022-2023) la situación es la que se muestra en
la tabla 1. Encontramos seis Departamentos de Ciencia Política y de la Ad-
ministración, entre los que no se ha incluido como tal, el Departamento de
Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III de Madrid a pesar de contar
con un gran número de politólogos por incluir, en su composición las líneas
de Sociología y la Historia Económica. Asimismo, aparecen los nombres de
las 24 universidades donde encontramos un área de Ciencia Política. Nor-
malmente incluida en un Departamento, cajón de sastre, con especialidades
del ámbito del Derecho. La fórmula suele tomar el nombre de Derecho Pú-
blico, en mayor medida; también Derecho Constitucional o en algunos ca-
sos, el departamento toma los nombres de las áreas que lo componen. Hay
que señalar que, en muy pocos casos, el área de Ciencia Política se encuen-
tra vinculada a Sociología.
Tabla 1
Áreas y departamentos de Ciencia Política
Sin Área o Departamento
de Ciencia Política Área de Ciencia Política Departamento
de Ciencia Política
Cantabria A Coruña Autónoma de Madrid
Córdoba Alcalá Complutense de Madrid
Extremadura Alicante Granada
Huelva Almería País Vasco
Illes Balears Autónoma de Barcelona Pompeu Fabra
Jaume I de Castellón Barcelona UNED
La Rioja Burgos
Las Palmas de Gran Canaria Cádiz
León Carlos III de Madrid
Lleida Castilla La Mancha
7 Es preciso señalar que en la Universidad Autónoma de Madrid el Departamento toma el nombre de
Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Impartiendo contenidos cómo “Teoría de la Relaciones
Internacionales” o “Formación de la Sociedad Internacional”.
166
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Oviedo Girona
Politécnica de Cartagena Jaén
Politécnica de Cataluña La Laguna
Politécnica de Madrid Málaga
Politécnica de Valencia Miguel Hernández de Elche
Sevilla Murcia
Valladolid Pablo de Olavide
Pública de Navarra
Rey Juan Carlos
Rovira i Virgili
Salamanca
Santiago de Compostela
Valencia
Vigo
Zaragoza
Los planes de estudio que dan cuerpo a los estudios de Licenciado en la
disciplina de Ciencia Política, y posteriormente de Grado con la implantación
del Espacio de Educación Superior. Estos planes suponen denir los conteni-
dos y organización de los estudios de politólogos. En su mayoría responden a
una mezcla de materias teóricas e instrumentales y unos conocimientos más
prácticos estructurados en asignaturas troncales, obligatorias, optativas y de
libre conguración. En la actualidad, el plan de estudios contempla asigna-
turas de formación básica, obligatorias, optativas (en las que se incluyen o
no las prácticas de empresa) y el Trabajo Fin de Grado.8
8 El Grado en Ciencias Políticas y de la Administración se compone de 240 European Credit Transder
System (ECTS). Cada ECTS equivale a 10 horas presenciales en el aula en el nivel de grado univer-
sitario. En la Universidad de Granada quedan repartidos en 60 ECTS de formación básica, 114 ECTS
de asignaturas obligatorias, 60 ECTS de optativas, y los 6 ECTS restantes del Trabajo Fin de Grado.
En la Universidad Autónoma de Madrid el grado se compone de 60 ECTS en formación básica, 120
ECTS en formación obligatoria, 51 ECTS en optativas y 9 en el Trabajo Fin de Grado.
167
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
La composición de los estudios en Ciencia Política incorpora el estudio
de los sistemas políticos, la política comparada, el comportamiento político,
los procesos electorales, los partidos políticos, la Unión Europea, la historia
de las ideas políticas, la teoría política y una serie de conocimientos que po-
tencia la presencia profesional y la incorporación de politólogos, más allá de
los métodos y técnicas de investigación social, como son los estudios vincu-
lados a administración pública y al ámbito de las políticas públicas, como el
análisis y evaluación de políticas públicas.
En la actualidad, la evaluación es consustancial al análisis de políticas
públicas, siendo como apuntaba Ruiz Martínez (2012), intrínseca al análisis
de políticas públicas y parte de su corpus doctrinal. Gran parte del desarro-
llo de los estudios de políticas públicas vino en primer lugar de la mano del
desarrollo de los estudios en la Universidad Autónoma de Barcelona (a partir
de 1986), en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (a
partir de 1987), en la Universidad de Granada (en 1988), la Universidad del
País Vaso (1989), la Universidad de Santiago de Compostela (1991), la Uni-
versidad Autónoma de Madrid (1993) y la Universidad de Barcelona (1994)
(Jerez y Luque 2015, p.183; Harguindéguy y Ruiloba, 2023, p. 6). En segundo
lugar, el desarrollo se debe a la implantación en 1999 del Grado en “Gestión
y Administración Pública” y posteriormente de estudios a nivel de postgra-
do enfocados en políticas públicas (véase Harguindéguy y Ruiloba, 2023).
Algo que como comenta Jerez y Luque (2015), se ha desarrollado con una
clara orientación profesional a partir de la década de 1990.
Focalizando en gran medida en el ámbito de las políticas públicas (Gil,
2015). Puede que esto sea en parte consecuencia de que sobre el conjunto
de profesores titulares de Universidad y catedráticos de Universidad ads-
critos al área de Ciencia Política y de la Administración entre 1985 y 1992
solamente encontremos una monografía publicada sobre políticas públicas
en la década de 1980 de un total de 95, siete en la década de 1990 de casi
un centenar, otras siete en los diez primeros años del milenio de más de 80
publicadas, y tres de 62, a partir de 2010 hasta la publicación del texto (Je-
rez, 2017). Esto señala que el campo no ha sido muy atrayente para los po-
litólogos españoles, a diferencia de la teoría o el proceso político que reúne
el mayor número de investigaciones. La tabla 2 muestra las diferentes uni-
versidades que ofrecen estudios de grado en Ciencia Política y en Gestión
y Administración Pública.
168
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Tabla 2
Universidad y nombre del grado universitario
Universidad Grado en…
Alicante Gestión y Administración Pública
Almería Gestión y Administración Pública
Autónoma de Barcelona Ciencia Política y Gestión Pública
Autónoma de Madrid Ciencia Política y Administración Pública
Barcelona Gestión y Administración Pública
Barcelona Ciencias Políticas y de la Administración
Burgos Ciencia Política y Gestión Pública
Carlos III de Madrid Ciencias Políticas
Complutense de Madrid Ciencias Políticas
Granada Ciencias Políticas y de la Administración
Girona Ciencias Políticas y de la Administración
Jaén Gestión y Administración Pública
Málaga Gestión y Administración Pública
Murcia Ciencias Políticas, Gobierno y Administración Pública
Oviedo Gestión y Administración Pública
Salamanca Ciencias Políticas y de la Administración
Santiago de Compostela Ciencia Política y de la Administración
Vigo Dirección y Gestión Pública
Zaragoza Gestión y Administración Pública
País Vasco Ciencia Política y Gestión Pública
Miguel Hernández de Elche Ciencias Políticas y Gestión Pública
UNED Ciencia Política y de la Administración
Pablo de Olavide Ciencias Políticas y de la Administración
Politécnica de Valencia Gestión y Administración Pública
Pompeu Fabra Ciencias Políticas y de la Administración
Rey Juan Carlos Ciencia Política y Gestión Pública
Valencia Ciencias Políticas y de la Administración Pública
Nota. No se incluyen los dobles grados ni aquellos grados donde las áreas y departamentos de Ciencia
Política puedan tener asignada docencia.
169
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
En la actualidad, más allá de los estudios de grado que tienen formación en
análisis y evaluación de políticas públicas objeto de este trabajo, encontramos
en el contexto universitario otro tipo de formación: (i) a nivel de postgrado,
en máster universitario (ocial) o en máster de título propio, y (ii) a nivel de
doctorado. En este caso en Ciencia Política, en Políticas Públicas o en Gestión
Pública.9 Aunque como veremos en este trabajo también encontramos forma-
ción en Política Públicas en otros grados universitarios (por ejemplo, en Cri-
minología, Sociología y Trabajo Social). En el ámbito de la formación en EPP
a nivel de postgrado destacan dos títulos propios universitarios: el Máster en
Evaluación de Programas y Políticas Públicas, dirigido por la profesora María
Bustelo en la Universidad Complutense de Madrid, y el Máster en Evaluación
de Políticas Públicas en la Universidad de Sevilla dirigido por José Luis Osuna.
La implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (Proceso de
Bolonia) impuso un cambio de paradigma en la forma de entender el proce-
so de enseñanza-aprendizaje. La universidad en su conjunto pasó a focalizar
su ejercicio sobre el desarrollo de competencias que permitan a sus egresa-
dos su incorporación a la sociedad o al mercado laboral. El proceso supone
identicar las competencias de carácter profesional que se establecen según
plan de estudios en básicas, generales, especícas y transversales y se mate-
rializan en una serie de resultados del aprendizaje.
Asumimos que se produce un ajuste entre la formación recibida por los
estudiantes universitarios y la ocupación profesional del egresado en el desa-
rrollo de análisis y evaluaciones de políticas públicas. Es decir, entendemos
que hay una correspondencia entre las diferentes competencias establecidas
para las asignaturas de análisis y evaluación de políticas públicas en el plan de
estudios de Ciencias Políticas y de la Administración (y sus derivados como
Gestión y Administración Pública) y la demanda competencial de la profesión.
La formación de profesionales, tanto en etapas iniciales a nivel de grado
como a través de la formación continua, se presenta como una de las estrategias
de mayor impacto ante los nuevos retos que se presentan. Por un lado, como se
indicó en los primeros párrafos de este trabajo, para dar legitimidad al sistema
democrático y, por otro lado, la educación superior pública debe ser capaz de
responder a los desafíos sociales con egresados especializados y formados en
actividades orientadas a la inserción laboral con altos niveles de empleabilidad.
9 El trabajo de Harguindéguy y Ruibola (2023, p. 8) cuantica la presencia de 26 másteres (seis en Ciencia
Política, 12 en Políticas Públicas y ocho en Gestión Pública) y 12 programas ociales de doctorado.
170
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Materiales y método
Para dar una respuesta coherente y estructurada al propósito de esta inves-
tigación, que tiene por objetivo establecer un mapa de la formación universita-
ria de grado en EPP, se realizó el siguiente trabajo de campo. En primer lugar,
se identicó el conjunto de universidades españolas que imparten estudios en
Derecho y en Ciencia Política. Un total de 66 según la información suminis-
trada por la Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración
(AECPA). En segundo lugar, se establecieron dos criterios para ser considera-
das como unidades de análisis: (i) el carácter de universidad pública, y (ii) que
imparta formación a nivel de grado universitario. En la selección no se incluyen
universidades de carácter privado (por ejemplo, la Universidad Loyola Andalu-
cía o la Universidad Pontica de Comillas, entre otras) ni tampoco aquellas que
solo operan en posgrado o en formación continua (por ejemplo, la Universidad
Internacional de Andalucía o la Universidad Internacional Menéndez Pelayo).
La aplicación de estos dos criterios nos dejó la cifra de 48 universidades que
se constituyen como nuestras unidades de análisis.
A partir de la relación de universidades seleccionadas se diseñó una base
de datos con información relativa a los grados universitarios donde se impar-
te la asignatura de Evaluación de Políticas Públicas tras la revisión del plan
de estudios de las titulaciones en Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas
en esas 48 universidades. En relación con las titulaciones en Ciencias So-
ciales, Económicas y Jurídicas hay que indicar que se revisaron los planes
de estudios de los grados en Ciencia Política, Gestión Pública, Sociología,
Economía, Relaciones Internacionales, Criminología, Administración de Em-
presas, y Derecho. Se recolectó información sobre el grado universitario en
cuestión, el departamento responsable de la impartición de la docencia, la
propia asignatura (número de créditos, curso, cuatrimestre, y carácter de la
asignatura: formación básica, obligatorias, optativas, prácticas de empresa y
el trabajo n de grado). Esta revisión de los diferentes planes de estudios se
realizó entre febrero y abril de 2023 sobre los planes de estudios vigentes en
el curso académico 2022-2023. Esto supone que no se tienen en cuenta pla-
nes de estudios que están en proceso de extinción.
Hay que señalar que, si bien se empezó este trabajo con la idea de detectar
solamente las asignaturas de Evaluación de Políticas Públicas per se, debido
a su baja frecuencia, se optó por introducir así mismo cualquier asignatura
que tuviese un contenido en evaluación. La base de datos contiene informa-
171
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
ción sobre las asignaturas de: Políticas Públicas, Análisis de Políticas Públi-
cas, Análisis y Evaluación de Políticas Públicas, y Evaluación de Políticas
Públicas. Se recogió otra categoría bajo “otra denominación” para aquellas
asignaturas que tenían otra denominación y que corresponden a contenidos
propios de Políticas Públicas, como puede ser por ejemplo “Gobierno y Políti-
cas Públicas” impartida en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.
Es necesario indicar que no se han considerado como unidades de obser-
vación las asignaturas de políticas públicas de carácter sectorial. Asignaturas
como, por ejemplo, “Políticas Públicas en España” impartida en la Universi-
dad Rey Juan Carlos o “Políticas Administrativas Públicas” de la Universidad
de Castilla la Mancha, a pesar de parecer que se adaptarían a la categoría pre-
cedente de “Políticas Públicas” responden a una visión sectorial y no fueron
incluidas. Muchas de estas políticas públicas se han desarrollado en el mar-
co del Estado de Bienestar, centrándose en la provisión de políticas sociales
ya sean laborales, sociales, socio-criminales, o tienen un perl de Relacio-
nes Internacionales, como por ejemplo la asignatura de “Política exterior de
España”, o surgen en el marco de la Unión Europea (como sería el caso de
“Políticas de la Unión Europea”) enfocadas en la estructura o proceso más
que en el resultado en términos de políticas públicas (Vallès y Martí, 2005).
Esos contenidos se han desarrollado por la especialización de algunos de
los miembros de ese Departamento o Área universitaria, o por la inclusión
de esos contenidos en algún grado universitario de Ciencias Sociales como,
por ejemplo, “Políticas Socio-laborales” en el Grado en Relaciones Labora-
les y Recursos Humanos (Universidad de Granada), o “Política Social” en el
Grado en Trabajo Social (Universidad de Jaén), “Política Pública Europea”
(Universidad de Alcalá). Durante la investigación, igualmente, se encontra-
ron asignaturas más especícas de evaluación de políticas regionales, labo-
rales, socio-criminales, etc., que no se incluyeron al estimarse que no eran
relevantes para este trabajo debido al objeto de este, que es la evaluación de
políticas públicas en su concepción holística.
Por lo tanto, se han establecido cuatro categorías de inclusión de las asig-
naturas: “Políticas Públicas”, “Análisis de Políticas Públicas”, “Análisis y
Evaluación de Políticas Públicas”, y “Evaluación de Políticas Públicas”. En
la mayoría de los casos el nombre de la asignatura se corresponde con una
de las cuatro primeras denominaciones. En algunos grados universitarios se
han encontrado varias asignaturas con contenido de Políticas Públicas o de
EPP con denominaciones diferentes que no se cubren por el resto de las va-
172
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
riables elegidas para las asignaturas. En esas situaciones donde se presenta
un título alternativo se procedió a revisar la guía docente de cada una de es-
tas para ver si se adapta o se asemeja en gran medida a una de las cuatro ca-
tegorías de codicación principales.
Así mismo, para su codicación y para una mejor representación de los
datos, los grados universitarios se han agrupado de la siguiente manera: para
los grados en Ciencia Política, aquellos cuya denominación fuese “Ciencias
Políticas y de la Administración”, “Ciencias Políticas”, “Ciencias Políticas
y de la Administración Pública”, etc., se han agrupado todos bajo la deno-
minación de “Ciencias Políticas”; para Criminología, tanto “Criminología”
como “Criminología y Seguridad”, se han agrupado bajo “Criminología”;
para Relaciones Internacionales, tanto “Relaciones Internacionales” como
“Estudios Internacionales” se han agrupado bajo “Relaciones Internaciona-
les” y lo mismo se ha realizado para los dobles grados.
Una vez completada la base de datos a partir de una revisión pormenorizada
de las páginas web de las 48 universidades públicas, el siguiente paso sería su
procesamiento por el programa estadístico informático “SPSS”. El análisis se
presenta en dos etapas. En primer lugar, se ha realizado un análisis univarian-
te de carácter descriptivo principalmente con el objetivo de ver la distribución
de los contenidos de Políticas Públicas en general y de Evaluación de Políti-
cas Públicas en particular. En segundo lugar, se realiza un análisis multivarian-
te en búsqueda de una mayor profundidad explicativa de los datos recogidos.
La principal limitación de este trabajo y de la perspectiva adoptada reside
en el hecho de que el análisis que se presenta no entra en el enfoque de evalua-
ción adoptado por el Área o Departamento en la formulación de la guía docente
y el margen de maniobra del docente en la impartición de la asignatura deri-
vado de la libertad de cátedra (Harguindéguy y Ruiloba, 2023). Ya que como
arman Meller y Stockmann (2013) hay tantos enfoques como evaluadores.
A pesar de ello, los programas de las asignaturas remiten a los principales ma-
nuales sobre evaluación de políticas públicas publicados en español (Briones,
1991; Ballart, 1992; Vedung, 1997; Osuna y Márquez, 2000; Alvira, 2002; Ba-
ñon, 2003; Pérez, 2005; Morra y Rist, 2009; García Pérez, 2014; Stufebeam y
Shinkeld, 1987, 2007) y en inglés (Weiss, 1972; Fisher, 1995) así como a las
diversas guías metodológicas publicadas por los principales centros dedicados
a la evaluación de políticas públicas en España (AEVAL, IVÀLUA, etc.) o por
organismos internacionales como la Unión Europea, el Banco Mundial, Nacio-
nes Unidas o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
173
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
Resultados
Se han identicado un total de 100 grados universitarios donde se in-
cluyen asignaturas de análisis y evaluación de políticas públicas de acuerdo
con los criterios establecidos en la sección de metodología. Dentro de las
universidades estudiadas, existe un número de ellas donde no se han encon-
trado asignaturas, las cuales se enumeran a continuación: Alcalá, Cantabria,
Córdoba, Extremadura, Huelva, Jaume I de Castellón, La Laguna, La Rioja,
Las Palmas de Gran Canaria, León, Lleida, Politécnica de Cataluña, Politéc-
nica de Madrid, y Sevilla.
La tabla 3 señala si las asignaturas (Políticas Públicas, Análisis de Polí-
ticas Públicas, Análisis y Evaluación de Políticas Públicas y Evaluación de
Políticas Públicas) se encuentran en el plan de estudios de un grado en Cien-
cia Política —o no. Del total de 100 grados, 57 pertenecen a Ciencia Políti-
ca (ya sea como grado simple o en un doble grado, considerando igualmente
incluidos los grados de Gestión y Administración Pública al haberse conside-
rado en muchos casos como diplomatura de la desaparecida Licenciatura en
Políticas y Sociología —especialidad Políticas— o la Licenciatura en Cien-
cias Políticas y de la Administración), y 43 a otras disciplinas de las Ciencias
Sociales, como pueden ser la Criminología, las Relaciones Internacionales,
el Trabajo Social o la Sociología.
Tabla 3
Universidades y grados universitarios
Grados en otras
Ciencias Sociales
Grado en
Ciencias Políticas Total Grados
Autónoma de Barcelona 53 8
Autónoma de Madrid 1 2 3
Carlos III de Madrid 7 4 11
Complutense de Madrid 2 2 4
A Coruña 2 0 2
Alicante 1 1 2
Almería 0 2 2
Barcelona 4 4 8
Burgos 0 2 2
174
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Grados en otras
Ciencias Sociales
Grado en
Ciencias Políticas Total Grados
Cádiz 1 0 1
Castilla La Mancha 2 0 2
Granada 1 4 5
Girona 3 2 5
Jaén 1 1 2
Málaga 1 1 2
Murcia 1 1 2
Oviedo 1 1 2
Salamanca 1 3 4
Santiago de Compostela 0 1 1
Valladolid 1 0 1
Vigo 2 1 3
Zaragoza 0 1 1
País Vasco 0 2 2
Miguel Hernández
de Elche 0 1 1
UNED 1 2 3
Pablo de Olavide 0 4 4
Politécnica de Cartagena 1 0 1
Politécnica de Valencia 0 1 1
Pompeu Fabra 1 2 3
Pública de Navarra 1 0 1
Rey Juan Carlos 0 6 6
Rovira i Virgili 1 0 1
Illes Balears 1 0 1
Valencia 0 3 3
Total 43 57 100
Si nos centramos en las universidades, vemos una mayor proporción de
grados con contenido de Políticas Públicas en las siguientes universidades,
175
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
en orden de mayor a menor: Carlos III de Madrid (11 grados), Autónoma
de Barcelona y Universidad de Barcelona (ocho grados) y Rey Juan Carlos
(seis grados). Se observa que, si bien hay un número de universidades con
abundante representación, la mayoría de ellas presentan por lo general uno
o dos grados. Dentro de las universidades con mayor proporción, nos encon-
tramos con un alto número de grados no pertenecientes al ámbito de Ciencia
Política, siendo este el caso de la Universidad Carlos III de Madrid, de cuyos
11 grados, siete son de otras disciplinas y tan solo cuatro en Ciencia Políti-
ca. Los siete grados en otras disciplinas lo son: en Estudios Internacionales
(grados simples y dobles grados, en un total de cuatro), y los grados en So-
ciología, Economía y el grado conjunto de Filosofía, Política y Economía.
Esta situación contrasta con el caso de la Universidad Rey Juan Carlos, que,
de los seis grados analizados, todos son de Ciencia Política.
Por lo general, la tendencia parece indicar una mayor presencia en gra-
dos de Ciencia Política, aunque existe también un número cercano de disci-
plinas del ámbito de las Ciencias Sociales (43 frente a 57) que igualmente
ofertan asignaturas con el citado contenido. Dentro de los grados de Ciencia
Política, alrededor del 31,6 % de los 57 encontrados son del grado de Ciencia
Política, que se eleva al 48,5 % si incluimos los grados de Gestión y Admi-
nistración Pública; el resto pertenecería a los numerosos dobles grados que
se articulan con el de Ciencia Política, siendo en este caso el más común el
doble grado en Ciencia Política y Derecho, que equivale a un 24,7 % del to-
tal. Por lo tanto, parece ser que la composición de los 57 grados de Ciencia
Política se representa en su mayoría en los grados simples de Ciencia Política
y Gestión Pública y el doble grado de Ciencia Política y Derecho, llegando
ambos bloques al 73,2 %, siendo el resto otros dobles grados de Ciencia Po-
lítica con Economía, Sociología, Periodismo o Relaciones Internacionales.
En este punto hay que indicar como apunta Miller y Rodríguez (2023,
p. 58) que la formación en EPP diere en qué se entiende y qué se enseña si
se realiza desde el área de Ciencia Política y de la Administración o desde
un área de Economía. Desde la Ciencia Política el análisis y evaluación de
políticas públicas adopta una perspectiva integral con una visión más amplia
focalizando en las etapas, y todo lo relativo a la política pública. El análisis
de las diferentes etapas (diagnóstico, formulación, implementación y evalua-
ción) busca claricar las dinámicas y procesos bajo la utilización de técnicas
de investigación cualitativas y cuantitativas. En cambio, el estudio de la EPP
desde la Economía se centra en la experimentación para determinar la ecacia
176
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
de la teoría del cambio bajo un enfoque causal (Abadie y Cattaneo, 2018) y/o
el aprendizaje de distintos métodos para realizar evaluaciones económicas
(Durrance, 2020). Los principales métodos son el análisis coste-efectividad,
el análisis coste-consecuencias, el análisis coste-minimización, el análisis
coste-utilidad y el análisis coste-benecio (Parera, 2009; De la Fuente et al.,
2021). Todos ellos buscan identicar, medir y comparar resultados y costes
de distintas políticas. La diferencia entre ellos se establece en la manera de
medir los resultados y, por tanto, también en el tipo de pregunta de evalua-
ción a la que pueden responder. La presencia de varios tipos de evaluación
ya fue algo aceptada y puesta sobre la mesa en las primeras guías sobre EPP
(Newman et al., 1995).
En cuanto a la naturaleza de los grados analizados, en la tabla 4, del to-
tal de 100 analizados, se observa que 63 de ellos son grados simples, y 37
se conguran como dobles grados. Si profundizamos esta vez en los 43 gra-
dos que no son de Ciencia Política, solo 36 de estos son simples y siete son
dobles; esto supone que en los dobles grados las asignaturas estudiadas no
se encuentran tan presentes, optimizándose en su caso la enseñanza de otras
materias (de formación básica y obligatorias) en detrimento de otros cono-
cimientos como el análisis y la evaluación de políticas públicas.
Tabla 4
Grado en Ciencia Política y estructura del grado
Ciencia Política Grado simple Grado doble Total
No 36 7 43
27 30 57
Total 63 37 100
Como podemos ver en la tabla 4, en el caso de los grados en Ciencia Po-
lítica ocurre lo contrario: la presencia de las asignaturas es muy similar tanto
en los grados simples (27) y dobles (30). En este caso, las competencias que
se adquieren durante el proceso de aprendizaje de los dobles grados forman
parte del currículum formativo y no se solapan con otras materias similares
que puedan incluir las otras disciplinas que componen la doble titulación.
Esto supone originalidad y cierta exclusividad.
177
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
Tabla 5
Disciplina que se añade a Ciencia Política en dobles grados
Grados Frecuencia %
Derecho 14 37,8
Relaciones Internacionales 3 8,1
Sociología 8 21,6
Filosofía 2 5,4
Periodismo 2 5,4
Economía 1 2,7
Dobles grados aparte de Ciencia Política 7 18,9
Total 37 100
Dentro de las disciplinas que se añaden a la Ciencia Política en los
dobles grados, la más común, es Derecho (con un 14 %), seguida de So-
ciología (8 %). Los siete dobles grados en los que aparecen asignaturas
públicas son en los dobles grados en Derecho y Relaciones Internaciona-
les, Administración de Empresas y Relaciones Internacionales, y Derecho
y Criminología.
Entre los centros educativos varía el número de asignaturas que se im-
parten; en la mayoría de los casos encontramos tan solo una asignatura, el
72 %. En el extremo opuesto, hallamos el grado en Ciencias Políticas y de
la Administración de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), que ostenta
cinco asignaturas: dos obligatorias de seis ECTS cada una, y tres optativas
de cuatro ECTS (12 créditos obligatorios y 12 créditos optativos respectiva-
mente). Además, el análisis nos señala que es más común encontrar las asig-
naturas objeto de atención, en aquellos grados de universidades donde haya
constituido un departamento de Ciencia Política y de la Administración. La
media en este caso se sitúa en 1,5 asignaturas (desviación típica de 0,723),
frente a 1,35 asignaturas de media (desviación típica de 0,644), en las áreas
de Ciencia Política y de la Administración.
178
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Tabla 6
Denominación de las asignaturas del grado
Asignaturas Frecuencia %
Políticas Públicas 19 19
Análisis de Políticas Públicas 29 29
Análisis y Evaluación de Políticas Públicas 30 30
Evaluación de Políticas Públicas 22 22
Total 100 100
En la tabla 6 observamos que, en lo que respecta a la incorporación de
las asignaturas estudiadas al plan de estudios, las asignaturas de EPP perte-
necen al menos a un cuarto (22 %) del total, mientras que el 30 % combina
asignaturas de análisis y evaluación. La mitad restante de las universidades
apuestan por el Análisis de Políticas Públicas, las cuales suelen contar con
una pequeña sección dedicada a la EPP dentro de esta (normalmente un tema,
que suele ser el último dentro de la guía docente), mientras que otras apues-
tan por una asignatura general de Políticas Públicas que englobe ambas dis-
ciplinas donde se imparten de manera más general. Los datos señalan que,
si tenemos en cuenta los resultados en AEPP y EPP, el 52 % de los grados
tienen formación en Evaluación de Políticas Públicas.
Para poder conocer la relevancia que se les da a las asignaturas, observa-
mos la carga de créditos que constituyen dentro de los grados en los que se
encuentran. Teniendo en cuenta que un crédito ECTS equivale a 25 horas de
trabajo (diez en el aula y 15 en casa), si la carga es mayor, más horas de tra-
bajo tendrá el estudiante y más en profundidad se podrá ver una asignatura.
Tabla 7
Total de ECTS en los grados
ECTS Frecuencia %
3 3 3
4 3 3
4,5 5 5
6 61 61
179
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
ECTS Frecuencia %
9 3 3
12 16 16
13,5 1 1
15 2 2
16 1 1
18 4 4
24 1 1
Total 100 100
El resultado de la tabla 7 nos parece indicar que el 61 % de los grados
encontrados tan solo ofertan seis ECTS de formación en Políticas Públicas,
Análisis de Políticas Públicas, Análisis y Evaluación de Políticas Públicas
y/o Evaluación de Políticas Públicas, siendo la carga de créditos de 12 ECTS
la segunda más frecuente con un 16 %, en algunos casos vemos una sobre-
rrepresentación, como es una vez más el caso anteriormente mencionado del
grado en Ciencias Políticas y de la Administración de la UPF, con 24 crédi-
tos. Del total de ECTS que se imparte, 554,5 serían obligatorios y 229,5 op-
tativos. Vemos una media mayor con respecto a los obligatorios que los op-
tativos, siendo la media del primero 5,54 créditos (desviación típica 3,591)
y la del segundo 2,29 (desviación típica 3,883).
Dado que el objeto de este trabajo es analizar la presencia de EPP en los
grados universitarios, podemos observar que, con respecto a los 52 grados
del conjunto de 100 que hemos visto que ofertan formación en AEPP y EPP,
se imparten 200 créditos obligatorios en total y 157,5 créditos optativos. El
número de ECTS obligatorios y optativos impartidos en estos grados es mu-
cho más parejo que los que hemos visto del total común. Sin embargo, debe
tenerse en cuenta que la mayoría de los ECTS optativos de la suma general
(229,5) pertenecerían en su caso a asignaturas de AEPP y EPP (157,5), por
lo que parece que las asignaturas de PP y APP suelen tener mayor exposición
a los estudiantes a modo de asignaturas obligatorias o de formación básica,
mientras que las asignaturas de AEPP y EPP se ven más de forma optativa,
si bien siguen teniendo una presencia destacable entre las obligatorias.
180
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Con respecto al curso en los que se imparten las asignaturas, vemos que
la mayoría de estas se concentran en el 3º y 4º año del plan de estudios uni-
versitario. De aquí podemos suponer que las asignaturas analizadas suelen
impartirse en un momento en el cual los estudiantes han llegado a cierta ma-
durez con respecto a su formación, siendo 3º y 4º los últimos años de un gra-
do universitario común, y el crepúsculo de un doble grado. En el caso de los
dobles grados, estos serían los únicos que, debido a su conguración, podrían
cursar estas asignaturas en 5º, su último año de carrera, siendo esta una de las
últimas asignaturas que recibirían antes de graduarse. Los casos encontrados
en los que las asignaturas se sitúan en el “1º cuatrimestre” tan solo ascienden
a un 5 %. Esto supone que las asignaturas analizadas no suelen considerarse
para su impartición en el primer año de la carrera, por lo que se observa una
tendencia general a ofrecer este tipo de formación a estudiantes más avan-
zados en el grado, lo cual facilita su absorción para luego poder aplicarse en
el mercado laboral. Además, como se ha indicado anteriormente, la práctica
de la EPP requiere conocimientos de metodología de investigación, estadís-
tica o econometría, sociología, etc., lo que hace inviable su inclusión en los
primeros años de la formación universitaria.
Como se ha observado, la formación en análisis y evaluación de políticas
públicas está mayoritariamente ligada a la formación en Ciencia Política sien-
do parte de la formación curricular de los estudiantes. A pesar de este predo-
minio, se observa la presencia de contenidos de análisis y políticas públicas
en otros estudios, lo que nos señala la conuencia de diferentes saberes en
torno a una misma problemática. Encontramos 43 grados de áreas anes de
conocimiento que incluyen conocimientos en análisis y evaluación de polí-
ticas públicas. En concreto, siguiendo la categorización propuesta, encon-
tramos 11 grados con formación en Políticas Públicas, diez en Análisis de
Políticas Públicas, uno de Análisis y Evaluación de Políticas Públicas y un
total de 21 en Evaluación de Políticas Públicas. Estos últimos vinculados a
grados académicos de Criminología, Economía y Trabajo Social. Es impor-
tante señalar que la presencia en estos grados resta marginal en el cómputo
general ya que solo encontramos asignaturas de EPP en cuatro grados en Tra
-
bajo Social, mientras que el grado se oferta en un total de 37 universidades
públicas. Lo mismo ocurre con el grado en Economía, que se imparte en la
mayoría de las universidades públicas.
181
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
Conclusiones y discusión
Como resultado de este estudio podemos determinar que, dentro de las
universidades en las que hemos podido hallar asignaturas con contenido de
Evaluación de Políticas Públicas, a estas se les da una relevancia diversa y
desigual. Hemos visto que la carga de créditos que invierten las universida-
des en los diferentes planes de estudios varía desde lo más mínimo hasta un
extraordinario énfasis en la formación de la evaluación, por lo que no sería
de extrañar que algunas universidades acaben produciendo más evaluadores
que otras. Sin embargo, en virtud de los datos analizados podemos determinar
que la demanda de la evaluación hace que esta se acabe estudiando de una
manera u otra, ya sea como asignatura obligatoria o como optativa. Las uni-
versidades acaban apostando por distintas estrategias, las que más invierten
en la evaluación hacen esto, por ejemplo, con una asignatura general obli-
gatoria de Políticas Públicas con algún tema de evaluación, seguida de otra
asignatura optativa dentro del mismo programa de estudios que se centre más
en la Evaluación de Políticas Públicas como tal. Otras optan por dos asigna-
turas obligatorias, o un amplio repertorio, mientras que la mayoría ofrecen
una sola asignatura, dándole menos importancia.
El estudio de la EPP quedaría entonces en una situación difusa, dándose o
bien como una asignatura central con respecto a las otras o a modo de nicho
académico que podría interesar a algunos estudiantes que quieran perseguirlo y
quizás formarse más profundamente en ello en un posgrado, en vez de dedicar
una asignatura más profunda a su plan de estudios. Una de las posibles razones
de la diversidad del estudio de la EPP quizás sea por el uso tardío de la evalua-
ción como práctica académica en España, siendo esta en un inicio implementa-
da en los años 90 (Viñas, 2009; Arriazu, 2015), cuatro años después de la inte-
gración de España en la Unión Europea, la cual determina la evaluación como
una práctica obligatoria. Tal y como apunta el análisis de Jacob et al. (2015)
que señala que España es uno de los países, con Finlandia y Japón, donde la
cultura de la evaluación más se ha mejorado en la primera década del milenio.
Destaca igualmente que las materias se hayan integrado tanto en el grado
simple de Ciencia Política como en sus dobles grados, apareciendo especial-
mente en varias ocasiones el doble grado en Ciencia Política y Derecho. Si
bien quizás esto pueda deberse a la relación histórica entre ambas disciplinas,
habiéndose llevado tradicionalmente el estudio de la Ciencia Política en el ám-
bito del Derecho Político antes de su eventual separación hace relativamente
182
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
poco, en 1984, con la Ley de Reforma Universitaria (Jerez y Luque, 2016); la
mayor presencia del doble grado en Ciencia Política y Derecho sería, entonces,
un atisbo más de la relación aparente de la expansión de la Evaluación de Polí-
ticas Públicas con la propia institucionalización del grado en Ciencia Política.
Con la reciente Ley 27/2022 y la crisis del Covid-19 que parece haber
avivado la demanda de la evaluación y a pesar del reajuste realizado con el
proceso de Bolonia en el contexto actual, el ámbito formativo universitario
y el ámbito laboral caminan a diferentes velocidades. La introducción de po-
sibles cambios en los planes de estudio requiere articular un largo proceso.
Los trámites que se pueden alargar en el tiempo pueden suponer un desfase
o una brecha entre la oferta y la demanda de profesionales de la evaluación
de programas y políticas públicas. Hay que tener en cuenta que las técnicas
de evaluación se ajustan a los avances y desarrollos metodológicos de las
ciencias sociales (Miller y Rodríguez, 2023) que van a una velocidad mayor
que a la que revisan, rediseñan y se ejecutan planes de estudios.
En línea con el objetivo de nuestra investigación, referido a la presencia
de la formación en análisis y evaluación de políticas públicas, hemos aco-
tado a los diferentes grados universitarios de las universidades públicas en
España. En este sentido, la investigación nos ha dado a descubrir que tan
solo 48 universidades públicas en España constan de asignaturas de Políti-
cas Públicas, Análisis de Políticas Públicas, Análisis y Evaluación de Polí-
ticas Públicas y Evaluación de Políticas Públicas. En línea a esto podríamos
llegar a la conclusión de que, si bien la Evaluación de Políticas Públicas se
ve integrada y goza de su instrucción en varias universidades públicas del
país, su institucionalización no se ve de forma plena y su impartición suele
darse de manera dispar y con un énfasis desigual en algunos aspectos, como
son los criterios evaluativos. Siendo el objetivo de la nueva Ley la creación
de un marco de integración común que impulse la política de evaluación de
políticas públicas, la disparidad en la enseñanza podría dicultar la futura
integración en el mercado laboral de estos nuevos profesionales de la evalua-
ción que eventualmente habrán de utilizar las mismas herramientas básicas.
Remitiéndonos a la Ley 27/2022, de 20 de diciembre, de institucionali-
zación de la evaluación de políticas públicas en la Administración General
del Estado, en su preámbulo, se argumenta como uno de los motivadores de
su elaboración precisamente esto: la falta de uniformidad de la práctica de la
evaluación, con más de un centenar de unidades con competencia evaluadora
que presentan disparidad de criterios a la hora de denir la evaluación de po-
183
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
líticas públicas. En esta necesidad de uniformidad se entiende el incremento
en la demanda de técnicos provenientes de una formación en Ciencia Políti-
ca que se especialicen en la evaluación. Con la elaboración de la susodicha
ley y con la conciencia generada por la crisis del coronavirus, parece ser que
la evaluación está empezando a tomar un mayor enfoque con el objetivo de
alcanzar una mayor ecacia en las políticas públicas, determinar una más
eciente contribución de recursos públicos, y el aprendizaje y retroalimen-
tación de los organismos públicos, si bien, como se mencionó anteriormen-
te, parece ser que el ámbito académico aún no ha llegado al punto necesario
para alcanzar al mundo laboral y sus demandas con respecto a la evaluación.
Para terminar y como se indicó en la sección de metodología, este trabajo
presenta como principal limitación no entrar en el enfoque adoptado por el do-
cente en el proceso enseñanza-aprendizaje. Esta limitación se puede considerar
una futura línea de trabajo que aborde a partir de la revisión de los contenidos
de los programas de las asignaturas de análisis y evaluación de políticas pú-
blicas, diferentes cuestiones que atañen a la formación de los profesionales.
En primer lugar, el enfoque o corrientes de EPP contemplados. En segundo
lugar, el contenido en sí, es decir, si la asignatura se basa en conocimientos
de carácter teórico y/o práctico (es decir, si las asignaturas son teóricas y/o
el componente empírico). En tercer lugar, los pesos asignados a los diferen-
tes componentes (teoría, prácticas, exámenes, etc.) necesarios para superar
la asignatura. Asimismo, esas investigaciones también deberían considerar
cuestiones relativas a cómo se articulan: (i) los contenidos sobre instrumen-
tos y técnicas (cuantitativo versus cualitativo), (ii) los diferentes materiales
formativos, si se centran en casos nacionales o contemplan casos extranje-
ros, (iii) la procedencia de las referencias bibliográcas, si se centran en una
visión “nacional” o desarrollan enfoques locales o contextuales en la EPP.
Referencias bibliográcas
Abadie, A. y Cattaneo, M. D. (2018). Econometric methods for program evaluation.
Annual Review of Economics, 10, 465-503.
https://doi.org/10.1146/annurev-economics-080217-053402
Alvira Martín, F. (2002). Metodología de Evaluación de Programas. Centro de
Investigaciones Sociológicas.
184
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Arriazu, R. (2015). La importancia de la evaluación en las Políticas Públicas Espa-
ñolas: una aproximación histórica basada en el método biográco. Revista
de Estudios de la Administración Local y Autonómica, 3, 209-220.
http://dx.doi.org/10.24965/reala.v0i3.10248
Ballart, X. (1992). ¿Cómo evaluar programas y servicios públicos? Aproximación
sistemática y estudios de caso. Madrid: Ministerio para las Administra
-
ciones Públicas.
Bañón, R. (2003). La evaluación de la acción y de las políticas públicas. Diaz de Santos.
Barberà Areste, O., Doria Borrell, E. J., Ntutumu Sanchis, F. y Sanchis Matoses, P.
(2020). La institucionalización de la evaluación de políticas públicas. La
Comunitat Valenciana en perspectiva comparada. Fundació General de
la Universitat de València.
Berndtson, E. (1991). The development of political science: methodological problems
of comparative reserarch. En D. Easton, J. Gunnell y L. Graziano (eds.),
The Development of Political Science. Routledge.
Blázquez Vilaplana, B. y Alarcón González, F. J. (2018). La evaluación de las polí-
ticas públicas sociales como mecanismo de legitimidad democrática. En
M. R. Herrera Gutiérrez, Políticas públicas en tiempos de incertidumbre:
aportes para una agenda de investigación. Tirant lo Blanch.
Briones, G. (1991). Evaluación de programas sociales. Editorial Trillas.
Bustelo, M. (2006). The Potential Role of Standards and Guidelines in the Deve-
lopment of an Evaluation Culture in Spain. Evaluation, 12(4), 437-453.
https://doi.org/10.1177/135638900607129
Bustelo, M. (2020). Spain. En R. Stockmann, W. Meyer y L. Taube (eds.), The Ins-
titutionalization of Evaluation in Europe. Palgrave Macmillan.
Casado, J. M. y Del Pino, E. (2021). Evolución, situación actual y retos de la evalua-
ción de políticas públicas de las Administraciones españolas (2000-2021).
Cuadernos Económicos de ICE, 102, 13-38.
https://doi.org/10.32796/cice.2021.102.7308
De la Fuente, A., de Rus, G. Fernández, M., García, M. A., Jansen, M., Jiménez, S.,
Novales, A., Onrubia, J., Pérez Renovales, J., Sastre, E. y Sicilia, J. (2021). La
evaluación de políticas públicas en España: antecedentes, situación actual y
propuestas para una reforma. Informes y papeles del Grupo de Trabajo Mixto
Covid-19. FEDEA Policy Paper no. 2021-09. Madrid. https://bit.ly/3mnb4Y5
Durrance, C. P. (2022). Teaching public policy analysis: Lessons from the eld. The
Journal of Economic Education, 53(2), 143-149.
https//doi.org/10.1080/00220485.2022.2038327
185
Francisco Javier Alarcón-González, Juan José Flores-Candorcio. Reconstruyendo el campo de los estudios en evaluación
Fisher, F. (1995). Evaluating Public Policy. NelsonHall Publishers.
García Pérez, J. I. (2014). Metodología y diseño de estudios para la evaluación de
políticas públicas. Antoni Bosch Editor.
Gil, O. (2015). Consolidation, crisis and prospects for political science in Spain. En
B. Krauz-Mozer, M. Kulakowska, P. Borowiec y P. Scigaj (eds), Political
Science in Europe at the Beginning of the 21st Century. Jagielloninan
University Press.
Harguindéguy, J-B. y Echavarren, J. M. (2016). La institucionalización del análisis
de políticas públicas en España. Gestión y Política Pública, 25(2), 663-
598. https://doi.org/10.29265/gypp.v25i2.202
Harguindéguy, J-B. y Ruiloba Núñez, J. M. (2023). Enseñar las políticas públicas.
Una reexión preliminar. Gestión y Análisis de Políticas Públicas, 31,
5-13. https://doi.org/10.24965/gapp.11187
Jacob, S., Speer, S. y Furubo, J. E. (2015). The institutionalization of evaluation
matters: Updating the International Atlas of Evaluation 10 years later.
Evaluation, 21(1), 6-31. https://doi.org/10.1177/1356389014564248
Jerez, M. (2017). ¿De dónde venimos y qué hemos investigado? Apuntes sobre la
procedencia académica y la evolución en los temas de investigación de
los integrantes del núcleo fundacional de la ciencia política española ins-
titucionalizada (1985-1992). En C. Colino, J. Ferri Durá, J. A. Olmeda, P.
Román y M. J. Rubio, Ciencia Política, una aventura vital. Tirant lo Blanch.
Jerez, M. y Luque, J. (2016). Treinta años de Ciencia Política en España: profesio-
nalización, expansión y ajuste. Revista Española de Ciencia Política, 40,
179-215. https://bit.ly/4754aMI
Martínez, M. J. (2023). El encargo de evaluación. Valor Público, 53(mayo), 4.
https://bit.ly/475Hig6
Meller, W. y Stockmann, R. (2013). Functions, methods and concepts in evaluation
research. Palgrave MacMillan. https://doi.org/10.1057/9781137012470
Miller, L. y Rodríguez Marín, I. (2023). Estrategias experimentales para el análisis y
evaluación de políticas públicas. Gestión y Análisis de Políticas Públicas,
31, 56-70. https://doi.org/10.24965/gapp.11133
Morra Imas, L. G. y Rist, R. C. (2009). El camino hacia los resultados. Diseño y
realización de evaluaciones ecaces para el desarrollo. Ediciones Gondo.
Newman, D. L., Scheirer, M. A., Shadish, W. R. y Wye, C. (1995). Guiding principles
for evaluators. New Directions of Program Evaluation 66, 19-26
https://doi.org/10.1002/ev.1706
186
Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 40, marzo-agosto 2024
Osuna, J. L. y Márquez, C. (2000): Guía para la Evaluación de Políticas Públicas.
Instituto de desarrollo regional.
Parera, M. A. (2009). Guía práctica 6, Evaluación económica. Iválua.
Pérez Sánchez, M. (2005). Análisis de políticas públicas. Editorial Universidad de
Granada.
Picciotto, R. (2011). The logic of evaluation professionalism. Evaluation, 17(2),165-
180. https://doi.org/10.1177/1356389011403362
Ruiz Martínez, A. (2012). Panorámica actual de la evaluación de las políticas públicas.
Presupuesto y Gasto Público, 68,13-23. https://bit.ly/3RN65kz
Stufebeam, D. L. y Shinkeld, A. J. (1987). Evaluación sistemática. Guía teórica
y Práctica. Paidos/MEC.
Stufebeam, D. L. y Shinkeld A. J. (2007). Evaluation Theory, Models, and Appli-
cations. Jossey Bass.
Subirats, J. (2005). Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas
con especial referencia a las políticas sociales. Ekonomiaz, 60(1),18-37.
https://bit.ly/3GQTwys
Valmorisco Pizarro, S. y Vicente Vicente, M. J. (2023). De vueltas con el canon
¿Qué deberían enseñar las clases de políticas públicas? Gestión y Análisis
de Políticas Públicas, 32, 14-30. Hppts://doi.org/10.249665/gapp.11141
Varela, B. (2023). Dirección y evaluación de políticas públicas en base a la evidencia:
¿dónde se encuentra la Administración General del Estado? Gestión y Aná-
lisis de Políticas Públicas, 32, 28-44. https://doi.org/10.24965/gapp.11013
Vallès, J. M. y Martí, S. (2015). Ciencia política: un manual. Barcelona.
Vedung, E. (1997). Evaluación de políticas públicas y programas. Ministerio de
Trabajo y Políticas Sociales.
Viñas, V. (2022). Policy analysis and policy evaluation as a profession. En Laura.
Chaqués Bonafont y Jacint Jordana (eds.), Policy Analysis in Spain (pp. 46-
64). Bristol University Press.
Weiss, C. (1972). Evaluation research. Methods for assessing program effectiveness.
Prentice Hall.