ARTÍCULOS DESTINADOS A LA SECCIÓN MISCELÁNEA
Factores determinantes del cierre de empresas informales por género: un
estudio microeconómico aplicado en Senegal
Determinants of informal enterprise closure by gender: a microeconometric
study applied in Senegal
Ayoub Saadi
ayoub.saadi1@uit.ac.ma
https://orcid.org/0000-0001-9503-493X
Estudiante
de doctorado de la Facultad de Economía y Gestión de la Universidad Ibn Tofaïl,
Kénitra, Marruecos
Assane
Beye assane1.beye@ucad.edu.sn
https://orcid.org/0000-0002-6035-6549
Director
de WASCAL, Economía del Cambio Climático-UCAD, Senegal
Mariem
Liouaeddine mariem.liouaeddine@uit.ac.ma
https://orcid.org/0000-0002-5824-1590
Profesor
de la Facultad de Economía y Gestión, Universidad Ibn Tofaïl, Kénitra,
Marruecos
Factores
determinantes del cierre de empresas informales por género: un estudio
microeconómico aplicado en Senegal
RETOS.
Revista de Ciencias de la Administración y Economía, vol. 13, núm. 26, pp. 291-307,
2023
Universidad
Politécnica Salesiana
2023.Universidad
Politécnica Salesiana
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recibido:
12/06/23
Revisado:
15/07/23
Aprobado:
04/08/23
Publicado:
01/10/23
DOI: https://doi.org/10.17163/ret.n26.2023.07
Resumen:
el objetivo de este artículo es examinar
los factores determinantes del cierre de empresas informales durante la
pandemia COVID-19, centrándose en las diferencias entre las empresas dirigidas
por mujeres y las dirigidas por hombres. Para ello, se utilizó un enfoque de
regresión logística, junto con el método de emparejamiento para evaluar el
impacto de la pandemia. El estudio se fundamenta en una base de datos elaborada
por el Laboratorio de Análisis de Políticas de Desarrollo, Universidad Cheikh
Anta Diop, Dakar, que comprende 923 empresas informales de diversos sectores en
Dakar. Los resultados revelan que los negocios manejados por mujeres se vieron
más afectados por la pandemia, con una mayor probabilidad de cierre temporal.
Estos resultados subrayan el impacto desproporcionado de la crisis sobre las
mujeres empresarias del sector informal, y ponen de relieve la necesidad de
medidas específicas para apoyar a esta población vulnerable durante y después
de la pandemia.
Palabras clave: COVID-19, cierre de empresas, coincidencia
de puntuaciones de propensión, sector informal, disparidades de género,
regresión logística, empresas dirigidas por mujeres, empresas dirigidas por
hombres.
Abstract: this article aims to investigate the factors
influencing the closure of informal businesses during the COVID-19 pandemic,
with a specific focus on the differences between businesses led by women and
men. The research employed a logistic regression approach and utilized the
matching method to evaluate the pandemic’s impact. The study relied on a
database created by the Development Policy Analysis Laboratory, Cheikh Anta
Diop University, Dakar, which encompassed 923 informal businesses operating in
diverse sectors in Dakar. The findings demonstrate that businesses managed by
women experienced a more severe impact from the pandemic, leading to a higher
likelihood of temporary closure. These results underscore the disproportionate
effect of the crisis on women entrepreneurs within the informal sector and
emphasize the necessity for tailored measures to support this vulnerable
population during and after the pandemic. Such measures should address the
unique challenges faced by women-led informal businesses and help foster their
recovery and long-term sustainability.
Keywords: COVID-19, business closures, propensity score
matching, informal sector, gender disparities, logistic regression, female-led
businesses, male-led businesses.
Cómo
citar: Saadi, A., Beye, A. y Liouaeddine, M.
(2023). Factores determinantes del cierre de empresas informales por género: un
estudio microeconómico aplicado en Senegal. Retos Revista de
Ciencias de la Administración y Economía, 13(26), 291-307.
https://doi.org/10.17163/ret.n26.2023.07
Introducción
La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en
las empresas y los entornos laborales. Las medidas de salud pública adoptadas
obligaron a muchos establecimientos a cerrar repentinamente, mientras que el
riesgo de infección provocó la rápida adopción de tecnologías modernas y de
comunicación para evitar el contacto físico. El cierre de escuelas también
añadió responsabilidades extras para muchos padres y madres que trabajan. Estos
cambios han ejercido una gran presión sobre las pequeñas empresas, donde las
responsabilidades a menudo se comparten entre unas pocas personas (Buffington et al., 2020).
Durante la crisis financiera de 2009, las empresas
dirigidas por mujeres se enfrentaron a una mayor probabilidad de cierre
permanente. Además, estas empresas experimentaron una mayor disminución de las
ventas a largo plazo en comparación a las dirigidas por hombres (Ahmed et al., 2020). Al mismo tiempo, también experimentaron una
reducción de la oferta de crédito (Aristei y Gallo, 2022). Esta disparidad en
el rendimiento entre las empresas dirigidas por mujeres y hombres puede
explicarse por una variedad de factores, como la discriminación por motivos de
género, el acceso limitado a la financiación y la falta de redes profesionales
y de apoyo (Chaudhuri et al., 2020). De hecho, las
empresarias a menudo encuentran más dificultades para obtener financiamiento y
préstamos bancarios que sus contrapartes masculinos (Shoma, 2019), lo que puede
obstaculizar su capacidad para mantener sus negocios a flote durante un período
de crisis económica.
Durante
la pandemia de COVID-19, las empresas de varios sectores experimentaron
importantes problemas tanto en la oferta como en la demanda, lo que tuvo
efectos adversos en las ventas, el empleo y la estabilidad financiera
(Apedo-Amah et al., 2020; Bloom et
al., 2020; Karalashvili y Viganola, 2021; Amin y Viganola, 2021). Además,
un estudio realizado en 24 países a nivel mundial reveló que las empresas
dirigidas por mujeres tenían una mayor probabilidad de permanecer cerradas
temporalmente y por períodos prolongados en comparación con las empresas
dirigidas por hombres durante la pandemia de COVID-19 (Liu et
al., 2021).
Diversos estudios han demostrado que, en general, las
empresas dirigidas por mujeres muestran una menor productividad y un menor
tamaño en comparación con las empresas dirigidas por hombres (Islam et al., 2019; Kiefer et al.,
2022; Oladipo et al., 2023). Además, es común que
estas empresas enfrenten desafíos para acceder a los recursos financieros
necesarios (Andriamahery y Qamruzzaman, 2022). En el contexto de la crisis de
la COVID-19, que ha afectado especialmente al sector minorista y a otros
sectores de servicios, es fundamental comprender los efectos específicos de
esta crisis en las empresas dirigidas por mujeres, pues este conocimiento
permitiría diseñar políticas destinadas a apoyar a estas empresas vulnerables.
La
desigualdad de género sigue siendo un problema generalizado en las economías en
desarrollo, que obstaculiza significativamente el desarrollo económico (Bui et al., 2018; Ud Din et al.,
2018). Estudios recientes de Gezici y Ozay (2020) y Montenovo et al. (2022) han mencionado una tendencia preocupante
hacia una mayor pérdida de puestos de trabajo entre las mujeres que entre los
hombres. Por ejemplo, Dang y Nguyen (2021) analizaron datos de varios países,
incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Japón, Corea del Sur y China, y
encontraron que las mujeres tenían un 24 % más de probabilidades de sufrir una
pérdida de empleo permanente, y deberían esperar una reducción del 50 % mayor
en los ingresos laborales que los hombres.
Bennett
et al. (2021) basados en datos noruegos revelaron que
tras un choque económico positivo a largo plazo, como el descubrimiento de
petróleo y gas en 1969, los trabajadores hombres experimentaron un aumento de
sus ingresos del 7 %, mientras que sus homólogas mujeres sufrieron una
disminución de hasta el 14 %.
La
pandemia de COVID-19 exacerbó estas desigualdades, como muestran Kikuchi et al. (2021), la OMS observó que el mercado laboral
japonés se veía desproporcionadamente afectado, con un mayor impacto negativo
en las mujeres. Además, las empresas donde las mujeres son las dueñas,
especialmente en las economías en vías desarrollo, sufrieron consecuencias
negativas durante la crisis de la COVID-19 (Liu et al.,
2021; Nieves et al., 2021).
Cuando
examinamos la influencia del sector y el tamaño de la empresa, las disparidades
absolutas de género tienden a disminuir (Chaudhuri et al.,
2020). Esto puede atribuirse al hecho de que las empresarias suelen operar en
sectores con márgenes de beneficio más bajos y una fuerza de trabajo más
reducida que sus homólogos masculinos (Mroczek-Dąbrowska y Gawel, 2020).
En particular, los estudios transnacionales han
demostrado que las empresas dirigidas por mujeres tienden a lograr un mayor
éxito y escala en sectores predominantemente dominados por hombres (Campos et al., 2019). Sin embargo, es necesario reconocer que las
características de las empresas por sí solas no explican plenamente las
disparidades en productividad, ventas y ganancias. Incluso después de tener en
cuenta una variedad de factores, incorporando un amplio conjunto de controles,
Islam et al. (2020) descubrieron que la brecha de
género en la productividad laboral se mantenía sin cambios significativos.
Además,
una investigación centrada en la industria textil en Ghana llevada a cabo por
Hardy y Kagy (2018, 2020) reveló que las microempresas de propiedad masculina
obtienen beneficios notablemente más altos que las microempresas de propiedad
femenina, incluso después de tener en cuenta diversas empresas, propietarios de
empresas y características de productos.
Las
mujeres a menudo se enfrentan a expectativas sociales que les imponen la
responsabilidad primordial de la atención. Tras la pandemia, muchos países
aplicaron medidas de contención e impusieron cierres a escuelas y pequeñas empresas.
Estas restricciones y cierres podrían exacerbar las desigualdades de género,
debido a que las mujeres generalmente asumen una mayor proporción de las tareas
domésticas (Power, 2020).
Las investigaciones existentes indican que la pandemia de
COVID-19 ha tenido diferentes efectos en los hombres y las mujeres en la fuerza
laboral. Por ejemplo, la productividad de las mujeres ha disminuido más que la
de los hombres, y es más probable que reduzcan sus horas de trabajo (Collins et al., 2020; Cui et al., 2022;
Alon et al., 2022).
Teniendo
en cuenta la abundante bibliografía existente antes de la pandemia de COVID-19,
es pertinente hacer hincapié en las diferencias de género como factor
significativo en el rendimiento empresarial. Por lo general, las empresas
propiedad de mujeres o administradas por ellas muestran niveles más bajos de
productividad laboral y productividad total de los factores en comparación con
las empresas propiedad de hombres o administradas por hombres (Alibhai et al., 2018; Munyegera y Precious, 2018; Islam et al., 2020). Además, investigaciones recientes indican
que la crisis de la COVID-19 ha tenido un impacto desigual en las mujeres
empresarias (Chawla et al., 2020; Jaim, 2021).
En
cuanto a la pandemia de COVID-19 y su particular relevancia para nuestra
investigación, estudios e informes recientes en los medios de comunicación
tradicionales indican que el impacto de la crisis se ha sentido de forma
desproporcional en las empresarias. Este fenómeno se ha documentado a través de
conjuntos de datos entre países por organizaciones de renombre como la ANDE
(2020a), Facebook, la OCDE y el Banco Mundial (2020). Además, se llevaron a
cabo investigaciones a nivel nacional en Bangladesh (Jaim, 2021), India (ANDE,
2020b; Chawla et al., 2020), el Reino Unido (Reuschke
et al., 2021), Estados Unidos (Fairlie, 2020;
Manolova et al., 2020; Bloom et
al., 2021), y otras regiones que han aportado pruebas adicionales a este
hecho. Hay que reconocer que algunos de esos estudios, en particular los
centrados en los países en vías de desarrollo, se basan en muestras
relativamente pequeñas, que por lo general abarcan solo unos pocos cientos de
empresas o incluso menos. Además, ciertos estudios utilizan métodos de muestreo
que pueden no ser adecuados para extraer inferencias precisas sobre una
población específica (Schneider, 2020).
Dadas
estas realidades sobre las desigualdades de género y el predominio del sector
no estructurado en muchos contextos, es esencial examinar las interacciones
entre estos dos aspectos. De hecho, comprender la dinámica del sector no
estructurado puede ayudar a entender las persistentes disparidades entre los
géneros.
Por
una parte, no es suficiente el progreso en la reducción de las brechas de
género en diversas áreas, ya que persisten desigualdades importantes en
sectores clave como la educación, la salud, el empleo y otros (Klasen, 2020;
Islam y Amin, 2023). Por lo tanto, es crucial reconocer la prevalencia y las
consecuencias de estas desigualdades para promover el empoderamiento y la eficacia
de las mujeres (Wodon y de la Brière, 2018).
Por otra parte, un enfoque pertinente para comprender
estas brechas de género consiste en analizar el sector informal o no
registrado, debido a su importante escala en las economías en desarrollo, donde
representa alrededor de un tercio del PIB y utiliza a casi el 70 % de la fuerza
laboral (Ohnsorge y Yu, 2021), jugando así un papel decisivo en la vida
económica de muchas mujeres.
Además,
las mujeres se encuentran con más frecuencia en el sector informal que en el
sector formal, lo que representa una proporción significativa de los
trabajadores autónomos en los países de ingresos bajos y medios bajos (Hyland e
Islam, 2021). Si bien a veces puede tratarse de una elección motivada por la
búsqueda de flexibilidad entre las responsabilidades de cuidado y las
actividades económicas (Elgin et al., 2021), otros
factores también pueden influir en esta concentración, como las limitadas
oportunidades en el sector formal o las limitaciones impuestas por las normas
sociales y las leyes discriminatorias (Hyland e Islam, 2021).
Por
lo tanto, el análisis de las diferencias entre los géneros en el sector
informal es fundamental para comprender el panorama general de la desigualdad
de géneros y determinar los factores que contribuyen a la participación y el
empoderamiento económicos de la mujer.
Utilizando
una base de datos establecida por el Laboratorio de Análisis de Políticas de
Desarrollo de la Facultad de Economía y Gestión de la Universidad Cheikh Anta
Diop de Dakar, analizamos una muestra representativa de 923 empresas informales
que operan en diversos sectores en Dakar. El objetivo n es investigar las
posibles disparidades en el impacto de las empresas dirigidas por mujeres
frente a las dirigidas por hombres en Dakar. Para ello, buscamos responder dos
preguntas principales:
Primero,
¿cuáles son los factores determinantes del cierre de negocios en Dakar?
Utilizando los modelos de efectos marginales de Probit, se identificaron varios
factores con una influencia significativa en la probabilidad de cierre temporal
del negocio desde el inicio de la pandemia. Entre estos factores, observamos
que el género del gerente de la empresa juega un papel importante, al igual que
la disminución de las ventas, la quiebra y el sector de actividad de la
empresa. Estos resultados resaltan la importancia de tomar en cuenta factores
como el género del gerente al momento de analizar el impacto de la pandemia en
las empresas.
En segundo lugar, se investiga la probabilidad de cierre
de empresas durante la pandemia en relación con el género de los propietarios
de los negocios. Nuestros hallazgos indican que los negocios liderados por
mujeres presentan una mayor probabilidad de cierre en comparación con los
liderados por hombres. Para ser específicos, los resultados revelan que las
empresas lideradas por mujeres enfrentan una desventaja con una probabilidad de
cierre del 16 % mayor en comparación con las empresas lideradas por hombres.
COVID-19 en Senegal
En
marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de
COVID-19 como una pandemia mundial. A finales de septiembre de 2021, el virus
había afectado a casi 30 millones de personas en todo el mundo, causando casi
un millón de muertes.
Además
de los efectos directos en la salud y el bienestar, la pandemia aumentó las
situaciones preexistentes de vulnerabilidad y discriminación que afectan a
diversas personas, incluidas las mujeres y los niños. Esto se manifiesta, en
particular, por las repercusiones en sus actividades económicas, así como por
el acceso restringido a servicios sociales esenciales como la salud, la salud
reproductiva, la nutrición, la educación, la protección y otros aspectos
relacionados con la dinámica de género y las relaciones intrafamiliares o
comunitarias.
Senegal es un país del Sahel en África Occidental, con
una población estimada de 16 705 608 habitantes en 2020, según las proyecciones
demográficas del Instituto Nacional de Estadística y de la Démografía. Entre
estos habitantes, hay 8 391 358 mujeres (50,2 %) y 8 314 250 hombres (49,8 %).
La mayoría de la población se concentra en la región de Dakar, que representa
alrededor del 30 % del total, así como en las regiones periféricas de Dakar, a
saber, Thiès y Diourbel, que representan el 62 % de la población según las
estimaciones de 2020. La población se está expandiendo rápidamente, con una
tasa de crecimiento anual del 3,8 %, y en menos de 7 años, ha pasado de 12 a 16
millones de habitantes. Más del 55 % de la población es menor de 20 años, y la
edad promedio es de 19. La tasa media de fecundidad es de cinco hijos por
mujer. La mayoría de la población del Senegal, más de la mitad (53,3 %), vive
en zonas rurales, mientras que el 46,7 % vive en zonas urbanas.
Al
igual que muchos otros países del mundo, Senegal ha estado enfrentando una
propagación sostenida de la epidemia de coronavirus desde marzo de 2020. Desde
que se detectó el primer caso el 2 de marzo de 2020, el país ha superado
recientemente los 10 000 casos positivos y se encuentra entre los países más
afectados por la pandemia en África. Hasta el 24 de septiembre de 2020, Senegal
ha registrado 14 816 casos confirmados de COVID-19, con 11 818 personas curadas
y 304 muertes. Las 14 regiones del país se ven afectadas, pero se observan
prevalencias más altas en zonas altamente urbanizadas como Dakar (10 165 casos)
y Thiès (1696 casos). Los hombres son más afectados que las mujeres, con una
relación de 1,39 (es decir, 139 hombres por cada 100 mujeres, o 14 hombres por
cada 10 mujeres).[1]
Senegal aprendió de su experiencia durante la epidemia de
ébola en 2013 y 2014 y rápidamente tomó medidas estrictas para tratar de
limitar la propagación de la enfermedad. Por ejemplo, además de establecer un
toque de queda, se cerraron escuelas y universidades, se prohibieron las
oraciones en los lugares de culto, se restringieron los viajes entre las
regiones y se impusieron normas estrictas de higiene. Aunque estas medidas
contribuyeron a contener la epidemia, también provocaron un deterioro de las
condiciones de vida de los hogares, que en muchos casos estaban privados de
recursos. Alrededor del 85 % de los hogares reportaron una reducción de sus
ingresos.[2]
Para
contener el impacto económico de esta crisis sanitaria, el gobierno creó un
fondo de respuesta y solidaridad llamado Force-COVID-19, con un presupuesto de
1000 millones de FCFA (unos 164 millones de dólares estadounidenses). Se asignó
específicamente una dotación de 50 000 millones de francos CFA (82 millones de
dólares americanos) a la compra de alimentos para la ayuda alimentaria de
emergencia.
En Senegal, el empleo informal es la principal
fuente de empleo, representando el 95,4 % del empleo no agrícola total, y la
gran mayoría (97 %) de la fuerza económica del país está representada por empresas
informales (ANSD, 2019). Tras el estallido del primer caso de COVID-19 el 2 de
marzo de 2020, el gobierno implementó varias medidas a partir del 15 de marzo
de 2020, como la prohibición de reuniones, la suspensión temporal de los
cruceros y el cierre de escuelas y universidades (MEPC, 2020).
Las
medidas más restrictivas se adoptaron el 23 de marzo de 2020 con la
introducción del estado de emergencia y el toque de queda, lo que resultó en la
regulación y prohibición de viajar entre las ciudades y regiones de Senegal. A
partir del 29 de mayo de 2020, la prefectura de Dakar, como parte del estado de
emergencia, tomó medidas para establecer los días y horas en que los mercados
estarían abiertos y prohibir las ventas en espacios públicos (MEPC, 2020).
Estas
decisiones podrían tener consecuencias en las actividades de los trabajadores
del sector informal, en particular los de la industria alimentaria en la región
de Dakar. Esta región, densamente poblada con cerca de cuatro millones de
habitantes, alberga aproximadamente un cuarto de la población de Senegal en un
área que cubre menos del 3 % del territorio nacional (ANSD, 2016), y concentra
la mayor parte de la actividad económica del país, en particular el comercio
informal, el procesamiento y el transporte de alimentos y la restauración, que
probablemente se verán gravemente afectados por las medidas restrictivas
impuestas por el gobierno senegalés.
El
objetivo principal de este artículo es evidenciar los efectos de la crisis en
la población, especialmente en las mujeres gerentes de empresas informales de
la región de Dakar.
Descripción de las características de la muestra
Los datos movilizados en este trabajo proceden de la
encuesta realizada en 2022 sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en las
empresas informales de Dakar. El objetivo de esta encuesta es proporcionar
información de las condiciones y desafíos que enfrentan las empresas informales
y formales en Dakar como resultado de la pandemia. La encuesta fue realizada
por el Laboratoire d’Analyze des Politiques de Développement de la Facultad de
Economía y Gestión de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar sobre una
muestra de 923 empresas informales en diferentes sectores de actividad en la
ciudad de Dakar.
Los
datos se recopilaron mediante una encuesta estructurada con preguntas sobre las
características de la empresa, la actividad económica, el tamaño, el acceso a
la financiación y los recursos, los efectos de la pandemia en su negocio y las
perspectivas futuras.
En el cuadro 1 se presenta una visión general de las
variables utilizadas en este estudio, junto con estadísticas descriptivas para
cada una de ellas. Las variables incluyen el género del director de la empresa,
el sector de actividad de la empresa, el tamaño de la empresa, el descenso de
las ventas desde el inicio de la pandemia, la quiebra de la empresa, el cierre
temporal de la empresa desde el inicio de la pandemia y el cierre permanente de
la empresa desde el inicio de la pandemia.
Tabla 1
Presentación y estadística descriptiva de
las variables
Nota. Elaboración propia basada en datos de la encuesta sobre
el impacto de la pandemia de COVID-19 en las empresas informales de Dakar
(2022).
El
gráfico 1 muestra una representación gráfica de la proporción de empresas
dirigidas por mujeres y hombres. Esta visualización nos permite comprender
mejor la distribución de los puestos gerenciales entre los dos sexos y medir la
representatividad de mujeres y hombres en estos roles. Examinando las
proporciones respectivas, podemos observar si las mujeres están
infrarrepresentadas o sobrerrepresentadas en los puestos directivos en
comparación con los hombres.
Los datos presentados en el gráfico 1 muestran la
proporción de empresas dirigidas por mujeres, y los datos indican que el 63 %
de las empresas están dirigidas por mujeres, mientras que el 37 % están
dirigidas por hombres. Esta información pone de relieve la importante presencia
de mujeres en puestos de liderazgo empresarial, aunque la proporción de
empresas dirigidas por hombres también sigue siendo significativa.
Gráfico 1
Proporción de empresas dirigidas por una
mujer o un hombre
Nota. Autores basados en datos de la encuesta sobre el impacto
de la pandemia de COVID-19 en las empresas informales de Dakar (2022).
La
figura 2 presenta la proporción de cierres temporales de empresas dirigidas por
mujeres y hombres debido a la pandemia de COVID-19. Los resultados muestran que
durante la pandemia, el 30 % de las empresas dirigidas por mujeres cerraron
temporalmente, mientras que el 13 % de las empresas dirigidas por hombres
experimentaron un cierre temporal. Por el contrario, el 32 % de las empresas
dirigidas por mujeres y el 24 % de las dirigidas por hombres no experimentaron
un cierre temporal durante la pandemia.
Esta
diferencia en las proporciones de cierres temporales puede deberse a una serie
de factores, como el sector empresarial, el tamaño de la empresa, la capacidad
financiera y la capacidad de gestión. Las empresas dirigidas por mujeres pueden
haberse visto más afectadas porque operan en sectores más afectados por la
pandemia, son de menor tamaño y pueden tener menos recursos financieros para
hacer frente a la crisis.
Al
observar la figura 3, podemos ver que solo el 3 % de las empresas recibió apoyo
gubernamental, ya sea a nivel nacional o local, en respuesta a la pandemia de
COVID-19. Esto significa que el 97 % de las empresas no recibió apoyo
gubernamental durante este período.
Gráfico 2
Proporción de cierres temporales de
empresas dirigidas por mujeres y hombres debido a la pandemia
Figura
3
Proporción de
empresas que recibieron apoyo gubernamental, nacional o local, en respuesta a
la pandemia de COVID
Nota. Elaboración propia basada en datos de la encuesta sobre
el impacto de la pandemia de COVID-19 en las empresas informales de Dakar
(2022).
Lo
anterior indica la importancia de poner en marcha medidas de apoyo eficaces
para ayudar a las empresas a superar situaciones de crisis como esta, con el
fin de preservar el empleo y la economía en general. Es esencial que los
gobiernos tomen medidas para ayudar a las empresas necesitadas, con el fin de
reducir el impacto económico de la pandemia de COVID-19.
Metodología empírica
En
esta sección presentamos la metodología empírica que hemos seleccionado para
abordar nuestro problema. De hecho, la literatura propone numerosas técnicas
econométricas para identificar la relación causal de un programa. En nuestro
caso, optamos por un procedimiento de igualación de la puntuación de
propensión. Este método se eligió por las siguientes razones: para identificar
los efectos de los cierres de empresas durante el período de la COVID-19 sería
necesario comparar el cierre de una empresa dirigida por una mujer con el de la
misma empresa dirigida por un hombre, sin embargo, esta comparación no siempre
es posible en la práctica. Utilizando el procedimiento de igualación de
propensión, podemos construir un grupo de control conformado por negocios
similares a los manejados por mujeres, pero manejados por hombres, lo que nos
permite medir el impacto de los cierres de negocios por género.
Como
señalaron Rosenbaum y Rubin (1983), el emparejamiento es un enfoque no
experimental utilizado para estimar el impacto de un programa o intervención
cuando la asignación aleatoria no es factible. Este método ofrece la ventaja de
mitigar las posibles fuentes de sesgo al tratar de crear grupos tratados y no
tratados que comparten características similares.
Se puede expresar el efecto del tratamiento ∆it
en un negocio i en el momento t
como la diferencia entre el resultado
potencial para un negocio liderado por mujeres y el resultado potencial
para
un negocio liderado por hombres. En otras palabras, T se refiere al
grupo de tratamiento, mientras que C corresponde al grupo de control.
Esta diferencia se puede formalizar matemáticamente de la siguiente manera:
Sin
embargo, una comparación directa de los resultados potenciales podría
introducir un sesgo en nuestro análisis. Para evitar esto, es preferible
comparar los efectos promedio que el género del gerente tendría en un negocio
seleccionado al azar en la población. Esta medida se conoce como el Efecto
Promedio del Tratamiento en toda la población (ETA) y se puede expresar
utilizando el operador de expectativa matemática E(.) :
El
estimador ATE, también conocido como el estimador naive, asume la diferencia
simple en los resultados medios entre los grupos de tratamiento y control. Sin
embargo, esto no se corresponde necesariamente con lo que estamos tratando de
medir, que es la diferencia en los resultados promedio entre las empresas
dirigidas por mujeres (empresas de tratamiento) y las dirigidas por hombres
(empresas de control). Por lo tanto, para obtener una estimación adecuada,
necesitamos usar el ATT, es decir, el efecto medio del tratamiento en las
empresas tratadas, que se calcula utilizando la siguiente fórmula:
El método PSM implica la creación de un grupo de
comparación estadística (también conocido como grupo contrafáctico) basado en
la probabilidad condicional de participar en el tratamiento T, en función de
las características observadas X. Esta probabilidad está representada por la
puntuación de propensión, denominada P(X)=Pr (T=1|X).
Esta correspondencia se basa en dos supuestos principales: el supuesto de
independencia condicional (CIA) y el supuesto de apoyo común.
La
primera hipótesis plantea que todas las variables responsables del sesgo de
selección son observables. Esto implica que el efecto causal promedio del
tratamiento puede determinarse únicamente considerando variables observables,
denotadas como X, que pueden incluir factores como
género, edad, antecedentes educativos, estatus socioeconómico de los padres y
otras características relevantes. Estas variables observables contienen toda la
información necesaria para caracterizar los resultados potenciales de los
individuos. Dicho de otro modo, la suposición de selección basada en los
resultados observables significa que las variables de resultado no observadas son independientes de la
asignación del tratamiento (T) de las variables observables (X), es decir, X,
por lo que
El
emparejamiento de individuos tratados y de control se torna difícil cuando se
intenta emparejar con base en datos observables que involucran un gran número
de variables. Esta dificultad surge de la lucha por encontrar dos individuos
comparables en dos grupos diferentes.
Para
abordar esta limitación, Rosenbaum y Rubin (1983) introdujeron una hipótesis de
independencia condicional (CIA) que se basa en los puntajes[3] de propensión.
La
segunda hipótesis (la hipótesis de apoyo común), introducida por Rosenbaum y
Rubin (1983), afirma que hay al menos un individuo, si no varios, en el grupo
de comparación con las mismas características observables o las mismas
probabilidades de acceder al tratamiento de cada participante. Esta hipótesis
puede expresarse mediante la siguiente ecuación:
Resultados y discusión
Antes
de comenzar a examinar el efecto del liderazgo femenino en las empresas con el
método de igualación de la puntuación de propensión, se prevé realizar un
análisis de regresión logística para comprender los factores que influyen en el
cierre de las empresas, con el fin de identificar las variables que tienen mayor
impacto en la supervivencia y control de las empresas y evaluar el efecto del
liderazgo femenino. Una vez que hayamos controlado estas variables, podremos
examinar con mayor precisión el efecto del liderazgo femenino en el desempeño
empresarial. La regresión logística es un método estadístico utilizado para
modelar la probabilidad de cierre de un negocio en función de diversas
variables explicativas. Con este método, podemos identificar los factores que
tienen el mayor impacto en la supervivencia de las empresas.
El
modelo Probit se utiliza para estudiar los determinantes del cierre de
negocios, dado que la variable a explicar es una variable ficticia binaria. En
consecuencia, el modelo probit se define de la siguiente manera:
La variable dependiente indica si una empresa ha cerrado
temporalmente desde el inicio de la pandemia (suspensión de servicios o
producción) tomando el valor 1, y 0 en caso contrario. La variable de género es
una variable dicotómica que toma el valor 1 si el negocio es dirigido por una
mujer, y 0 si es dirigido por un hombre. La variable dism_ventas representa la
proporción de disminución de las ventas. Las variables estadocivil y niv_educ
indican el estado civil y el nivel de educación del líder empresarial,
respectivamente. La variable perd_clientes es binaria y toma el valor 1 si el
negocio ha perdido clientes desde el inicio de la pandemia, y 0 en caso
contrario. La variable de quiebra también es binaria, tomando el valor 1 si la
empresa se ha declarado en quiebra o insolvencia. Finalmente, la variable
ayuda_gub toma el valor 1 si la empresa ha recibido algún apoyo del gobierno
nacional o local, y 0 en caso contrario.
El cuadro 2 muestra los efectos marginales estimados de
los modelos probit en los factores determinantes del cierre de empresas en
Dakar. Los resultados del análisis muestran que ciertos factores tienen una
influencia significativa en la probabilidad de cierre temporal de empresas
desde el inicio de la pandemia. Estos factores incluyen el género del líder
empresarial, la disminución de las ventas, la quiebra y el sector empresarial.
Los
resultados del análisis indican que varios factores están asociados a la
probabilidad de cierre temporal de empresas en Dakar desde el inicio de la
pandemia. Específicamente, las empresas dirigidas por mujeres tienen una
probabilidad 21 % mayor de cierre temporal que las dirigidas por hombres. Esta
diferencia podría explicarse por las diferencias de género en la gestión y toma
de decisiones.
Por
otra parte, la reducción de las ventas es un factor importante para aumentar la
probabilidad de cierre temporal, lo que no es sorprendente debido al impacto
económico de la pandemia en las actividades empresariales. Además, las empresas
que ya han experimentado dificultades financieras, como la quiebra, también
tienen una mayor probabilidad de cierre temporal.
Por último, el sector empresarial es otro factor
importante, ya que algunas industrias se ven más afectadas que otras por la
crisis sanitaria. Por ejemplo, los sectores minoristas y de la construcción son
particularmente vulnerables, lo que puede explicar la mayor probabilidad de
cierre temporal.
Tabla 2
Efectos marginales de los modelos Probit
sobre los determinantes del cierre
Nota. Elaboración propia, software STATA. Nota :*: p<0,1; **:
p<0,05; ***: p<0,01.
Tras haber investigado los efectos marginales de los
modelos Probit sobre los determinantes del cierre de empresas, nos centramos en
el impacto del género en este fenómeno durante la pandemia de COVID-19. Para
ello, utilizaremos el método de igualación de la puntuación de propensión.
Más
específicamente, el objetivo es comprender si el género juega un papel en la
probabilidad de cierre de empresas durante la crisis de salud. Para ello,
utilizaremos el método de igualación de la puntuación de propensión, que crea
grupos comparables de mujeres y hombres emprendedores con características
similares en términos de tamaño de negocio, sector de actividad, nivel de
educación, etc.
En el cuadro 3 se muestran las disparidades en las medias
y las desviaciones estándar de las variables empleadas en nuestro análisis.
Estas variables se utilizaron en el proceso de estimación para mejorar la
comparabilidad entre los dos grupos. Específicamente, los resultados de la
prueba t de Student revelan que, en promedio, los dos grupos presentan
similitudes en todas las variables, excepto en el estado civil, el nivel de
educación del dueño del negocio y el sector.
Cuadro 3
Diferencia en las medias variables
Nota. Elaboración propia, software STATA.
Una
vez realizada la prueba t de Student, procederemos a probar la hipótesis de
apoyo común. Este paso nos permite asegurar que los individuos tienen
características observables similares, no afectadas por la variable de
tratamiento. Así, el apoyo común nos permite identificar las empresas dirigidas
por hombres y las dirigidas por mujeres, que tienen puntuaciones de propensión
prácticamente idénticas.
En
otras palabras, el soporte común representa el área donde las curvas de
puntuación de propensión de los dos grupos se superponen perfectamente. En
nuestro caso, el apoyo común obtenido se sitúa entre 0,3251008 y 0,9078215,
como se muestra en la figura 4.
Figura 4
Distribución de las puntuaciones de
propensión en el medio común
Nota. Elaboración propia, software STATA.
Una vez identificada la puntuación de propensión y la
región de apoyo común, las unidades del grupo de tratamiento pueden equipararse
con las del grupo de comparación con la puntuación más similar. Esto se puede
hacer utilizando diferentes métodos, incluyendo los cuatro métodos de
coincidencia basados en puntuación de propensión: Kernel,[4]
vecino[5]
más cercano, estratificación[6] y radio.[7]
Los resultados coincidentes para toda la muestra indican
una diferencia estadísticamente significativa en las variables de resultado
entre los negocios dirigidos por mujeres (grupo de tratamiento) y los dirigidos
por hombres (grupo de control) con características observables similares (tabla
4).
Tabla 4
Efecto medio del tratamiento en las
variables de resultado
Nota. Elaboración propia, software STATA.
Los
resultados de los cuatro métodos de análisis (kernel, vecino más cercano,
estratificación y radio) confirman que el género del gerente tiene un efecto
causal significativo en la variable de cierre de negocios durante la pandemia
de COVID-19. Las empresas dirigidas por mujeres tienen un 14 % más de
probabilidad de cierre utilizando el método de estratificación, un 16 % más de
probabilidad usando los métodos de vecino y núcleo más cercanos, y un 22 % más
de probabilidad usando el método de radio, en comparación con las dirigidas por
hombres. Todos estos resultados son estadísticamente significativos al nivel
del 1 %.
Estos
hallazgos refuerzan la idea de que el género del gerente puede tener un impacto
en la resiliencia de la empresa a las dificultades económicas generadas por la
pandemia. De hecho, esto se ve confirmado por los efectos marginales de los
modelos Probit sobre los determinantes del cierre, presentados en el cuadro 2.
Estos resultados muestran que el género del gerente es una variable
significativa en la probabilidad de cierre del negocio.
Además,
estos resultados son parecidos a los obtenidos por Liu et
al. (2021), que también mostraron que los negocios dirigidos por mujeres
presentaron más cierres durante la pandemia de COVID-19.
En
cuanto a la variable de resultado de la quiebra de las estimaciones, las
empresas dirigidas por mujeres tienen una mayor probabilidad de quiebre durante
la crisis de la COVID-19, con una diferencia del 7 % en comparación con las
empresas dirigidas por hombres. Esto puede ser motivo de preocupación para las
empresas de mujeres, que pueden ser más vulnerables a los efectos económicos
negativos de la pandemia.
Tras
calcular el efecto medio del tratamiento sobre las variables de resultado, que
incluyen el cierre de empresas y el quiebre, procederemos a calcular el efecto
del tratamiento sobre el cierre de empresas que recibieron apoyo financiero del
gobierno nacional o local. Este paso es particularmente importante, ya que nos
permite comprender el impacto real de los programas de apoyo financiero en la
supervivencia de las empresas.
Cuadro 5
Efecto medio del género en el cierre de
empresas con o sin apoyo financiero del gobierno nacional o local
Nota. Elaboración propia, software STATA.
Las
empresas dirigidas por mujeres y que no reciben apoyo financiero del gobierno
nacional o local tienen un 17 % más de probabilidades de cerrar que las
dirigidas por hombres y no reciben un apoyo similar. Esta disparidad puede
atribuirse a diversos factores, como la discriminación por motivos de género,
los estereotipos de género, las diferencias en el acceso a la financiación y al
mercado. Por otra parte, el impacto del género en el cierre de las empresas que
se benefician de este apoyo no es significativo.
La
pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en las empresas
dirigidas por mujeres, como muestra nuestro estudio. Los resultados muestran
que estos negocios fueron más afectados que los dirigidos por hombres. Una
consecuencia notable es que las empresas dirigidas por mujeres tenían más
probabilidades de cerrar temporalmente sus operaciones durante la pandemia
(Islam et al., 2019).
Esta
disparidad en el impacto de la pandemia en las empresas dirigidas por mujeres
puede atribuirse a una serie de factores. En primer lugar, los sectores
económicos más afectados por las medidas de contención, como los servicios
personales y las industrias creativas, suelen estar dominados por mujeres
empresarias (Amin e Islam, 2014). En consecuencia, estos sectores han sido
particularmente vulnerables a los trastornos económicos causados por la
pandemia.
Además,
las mujeres empresarias a menudo se enfrentan a barreras estructurales y
desigualdades preexistentes, como el acceso limitado a las redes financieras y
profesionales (Ahmed et al., 2020). La crisis
sanitaria ha exacerbado estas disparidades, haciendo más difícil para las
mujeres mantener sus negocios y hacer frente a los desafíos económicos causados
por la pandemia.
Conclusión
La
pandemia de COVID-19, al igual que otras crisis, muestra un impacto de género
desigual, ya que las crisis no son inherentemente neutras en cuanto a género.
La pandemia ha afectado considerablemente a las empresas y los entornos de
trabajo, especialmente a las empresas pequeñas e informales. Las empresas
dirigidas por mujeres, en comparación con las dirigidas por hombres, tienen más
probalidades de experimentar cierres temporales más largos y frecuentes durante
la pandemia de COVID-19.
En
las economías en desarrollo, las mujeres frecuentemente se enfrentan a normas
sociales que les asignan responsabilidades de cuidado, lo que supone una
presión adicional para las propietarias de negocios durante la pandemia. Al
formular políticas para apoyar a las empresas vulnerables, resulta crucial
comprender de manera integral el impacto específico de la crisis en las
empresas lideradas por mujeres y esforzarse por mitigar las disparidades de
género en la productividad, los ingresos y las ganancias.
Este artículo investigó el impacto de la pandemia de
COVID-19 en empresas lideradas por mujeres y hombres. Los resultados de la
investigación revelaron que las empresas dirigidas por mujeres experimentaron
un efecto adverso más significativo durante la pandemia en comparación con las
dirigidas por hombres. Específicamente, estos negocios eran más propensos a
cierres temporales que sus contrapartes dirigidas por hombres.
Estos
resultados generan preocupación, considerando que las empresas dirigidas por
mujeres suelen ser más pequeñas y menos productivas que las dirigidas por
hombres. Además, las mujeres empresarias cuentan con obstáculos adicionales,
como la discriminación por motivos de género, el acceso limitado a los recursos
financieros y la falta de redes y apoyo profesionales. La pandemia de COVID-19
ha exacerbado estos desafíos preexistentes, subrayando la necesidad urgente de
medidas proactivas para apoyar a las empresas dirigidas por mujeres.
En
este artículo se enfatiza el impacto considerable de la pandemia en las
empresas informales lideradas por mujeres, y subraya la necesidad de adoptar
medidas específicas para prestar apoyo y aumentar la resiliencia a largo plazo
de estas empresas. Los encargados de la formulación de políticas y los
interesados en el desarrollo deberían tomar en cuenta estas conclusiones al
formular políticas y programas que aborden específicamente los problemas a que
se enfrentan las empresarias del sector informal.
A
pesar de la valiosa información brindada sobre el impacto de la pandemia de
COVID-19 en las empresas informales dirigidas por mujeres, este artículo
reconoce ciertas limitaciones que merecen consideración. En primer lugar, el
estudio se centra únicamente en la ciudad de Dakar y limita su generalización a
otros contextos geográficos y culturales. La repetición de esta investigación
en diferentes regiones sería valiosa para obtener una mayor comprensión de las
potenciales variaciones de los efectos de la pandemia en las empresas
informales dirigidas por mujeres.
En
cuanto a las futuras investigaciones, sería interesante profundizar en el
análisis de los factores que han contribuido al impacto desproporcionado de la
pandemia en las empresas informales dirigidas por mujeres. Por ejemplo, sería
útil examinar en detalle los obstáculos específicos que enfrentan en cuanto al
acceso a la financiación, los recursos y los mercados. Un estudio a fondo de
las estrategias de adaptación y resiliencia aplicadas por estas empresarias
también podría proporcionar información valiosa para fundamentar las políticas
y los programas de apoyo.
Financiación
El estudio se llevó a cabo como parte de un programa de
movilidad internacional para jóvenes estudiantes de doctorado en economía,
financiado por el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo
(IDRC) y con sede en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (UCAD).
Disponibilidad
de datos y materiales
Los
autores están dispuestos a proporcionar los datos a petición razonable y con la
autorización del Laboratorio de Análisis de Políticas de Desarrollo de la
Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (UCAD).
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Notas
[1]Respuesta a la epidemia del nuevo coronavirus COVID-19, Senegal. Informe de situación N.º 58 del 24 de septiembre de 2020, Ministerio de Salud.
[2]Boletín 1 ANSD, Banco Mundial, DGPPE, seguimiento del impacto en el bienestar de los hogares; septiembre de 2020.
[3]Rosenbaum y Rubin (1983) introducen el concepto de “puntuación de propensión” (PS), que representa la probabilidad de que un individuo con características específicas reciba un tratamiento particular. En otras palabras, el PS denota la probabilidad condicional de que un individuo se beneficie de un tratamiento, dadas las covariables observadas.
[4] En el proceso de igualación, múltiples individuos del grupo control se emparejan con cada individuo tratado, con la asignación de pesos inversamente proporcional a la distancia entre los individuos tratados y no tratados.
[5]Una persona que ha recibido tratamiento se empareja con una persona no tratada en función de su puntuación de propensión más cercana.
[6]La estratificación del puntaje de propensión implica estimar el efecto del tratamiento dentro de los estratos definidos con mayor frecuencia por el puntaje de propensión quintiles o deciles.
[7]Un individuo del grupo no tratado se emparejará con un individuo del grupo tratado en función de su puntuación de propensión más cercana, asegurándose de que no se exceda la distancia máxima entre ellos.