Artículo científico / Scientific paper
CIENCIAS DE LA TIERRA
pISSN:1390-3799; eISSN:1390-8596
http://doi.org/10.17163/lgr.n39.2024.06
RETROCESO DEL GLACIAR DEL CARIHUAIRAZO Y SUS
IMPLICACIONES EN LA COMUNIDAD DE CUNUCYACU
CARIHUAIRAZO GLACIER RETREAT AND ITS PERCEPTION IN THE CUNUCYACU
COMMUNITY
David Hidalgo*1, Christian Domínguez*2, Marcos Villacís3,4, Jean-Carlos
Ruíz5,6, Luis Maisincho7, Bolívar Cáceres7, Verónica Crespo-Pérez8,
Thomas Condom6y David Piedra3
1Área de ambiente y sustentabilidad. Universidad Andina Simón Bolívar. Quito, Ecuador.
2Carrera de Ingeniería Civil. Universidad Politécnica Salesiana, 170702, Quito, Ecuador.
3Facultad de Ingeniería Civil y Ambiental, Escuela Politécnica Nacional, 170407, Quito, Ecuador.
4Centro de Investigación y Estudios en Ingeniería de los Recursos Hídricos, 170525, Quito, Ecuador.
5UMR 7619 METIS , CASE 105,Sorbonne Université, 4 place Jussieu, F-75005, Paris, France. Univiersité Grenoble Alpes.
6Insitut des Géoscience d l
´
Environnment (IGE, UMR 5001), Univ. Grenoble Alpes, IRD, CNRS, Grenoble INP, 3800, Greno-
ble, France.
7Instituto Nacional de Metereología e Hidrología, Quito, Ecuador.
8Laboratorio de Limnología, Museo QCAZ I, Escuela de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad Católica del Ecuador,
170525, Quito, Ecuador.
*Autor para correspondencia: davidhidalgoponce@gmail.com y cdominguez@ups.edu.ec
Manuscrito recibido el 13 de octubre de 2022. Aceptado, tras revisión, el 31 de diciembre de 2023. Publicado el 1 de marzo de 2024.
Resumen
El retroceso de los glaciares es una realidad en toda la cordillera de los Andes, sobre todo en montañas de baja altitud.
Uno de estos casos es la pérdida de la masa de hielo remanente en el Carihuairazo (Tungurahua, Ecuador), que en los
últimos años ha experimentado un retroceso considerable. En esta investigación se intenta caracterizar el retroceso de
este glaciar y su implicación en la comunidad más cercana (Cunucyacu) por medio de la aplicación de una metodolo-
gía de múltiples fuentes que incluye la recopilación de aerofotografías del glaciar, datos de estaciones meteorológicas
cercanas, uso de datos de reanálisis del clima global, entrevistas a miembros de la comunidad y a andinistas que traba-
jan y frecuentan la zona. Para caracterizar la evolución de la masa del glaciar aplicamos un modelo hidroglaciológico
que usa como entrada datos de series meteorológicas y cuyos parámetros fueron calibrados con el registro fotográfico
del contorno del glaciar. Como resultados se puede evidenciar una pérdida del glaciar para el 2021 equivalente al 99%
de su superficie en 1956 (0.34 km2). El modelo logra simular la variación del área del glaciar durante 67 años, en donde
se observa un decrecimiento continuo del glaciar a partir de 1978, con cortos periodos de recuperación y equilibrio, en
donde la temperatura es la variable que mejor explica el retroceso del glaciar. El modelo no logra considerar el efecto
de factores externos como el caso de la erupción del volcán Tungurahua que podría favorecer el retroceso del glaciar.
El glaciar Carihuairazo se encuentra en una situación de inevitable desaparición y revela las vulnerabilidades de las
comunidades que se enfrentan a este fenómeno como consecuencia del cambio climático.
Palabras clave: retroceso glaciar, glaciares, modelo hidroglaciológico, cambio climático, Carihuairazo, Cunucyacu.
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©2024, Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador.
Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
Abstract
The retreat of glaciers is a reality throughout the Andes Mountain range, especially in low-altitude mountains. One
of these cases is the loss of the remaining ice mass in Carihuairazo (Tungurahua, Ecuador), which in recent years has
experienced a considerable retreat. This research aims to characterize the retreat of this glacier and its implications
for the nearby community (Cunucyacu) through the application of a multi-source methodology, which includes the
collection of glacier aerial photographs, data from nearby meteorological stations, the use of global climate reanalysis
data, interviews with community members, and mountaineers who work and frequent the area. To characterize the
glacier’s mass evolution, a hydroglaciological model was applied, using input data from meteorological series, and
its parameters were calibrated with the photographic record of the glacier’s outline. The results show a glacier loss of
99% of its surface in 1956 (0.34 km2) by 2021. The model successfully simulates the glacier area variation over 67 years,
revealing a continuous decrease since 1978, with short periods of recovery and equilibrium, where temperature is
the variable that best explains the glacier’s retreat. However, the model fails to consider the effect of external factors,
such as the eruption of the Tungurahua volcano that could enhance the glacier retreat. The Carihuairazo glacier is in
a situation of inevitable disappearance, highlighting the vulnerabilities of communities facing this phenomenon as a
consequence of climate change.
Keywords: Glacier retreat, glacier, hydroglaciological model, climate change, Carihuairazo, Cunucyacu.
Forma sugerida de citar: Hidalgo et al. (2024). Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la
comunidad de Cunucyacu. La Granja: Revista de Ciencias de la Vida. Vol. 39(1):92-115.
http://doi.org/10.17163/lgr.n39.2024.06.
IDs Orcid:
Bolívar David Hidalgo Ponce: https://orcid.org/0000-0002-1430-8140
Jean-Carlos Ruíz-Hernández: https://orcid.org/0000-0002-7801-5566
Luis Maisincho: https://orcid.org/0000-0002-6078-1895
Bolívar Cáceres: https://orcid.org/0000-0002-2013-057X
Verónica Crespo-Pérez: https://orcid.org/0000-0002-8811-1965
Christian Domínguez: https://orcid.org/0000-0003-2971-7163
David Piedra: https://orcid.org/0000-0003-4435-3978
Thomas Condom: https://orcid.org/0000-0002-4408-8580
Marcos Joshua Villacís Erazo: https://orcid.org/0000-0002-4496-7323
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Artículo científico/Scientific paper
CIENCIAS DE LA TIERRA Hidalgo et al.
1 Introducción
Los glaciares desempeñan un papel significativo en
la sostenibilidad de los ecosistemas y el equilibrio
ambiental de las regiones en donde se encuentran,
como en los páramos (Aguilar-Lome y col., 2019;
García, 2022). Los glaciares actúan como reservo-
rios de agua, que inciden en todos los aspectos
relacionados con su uso, tanto para riego como
para consumo, además de su empleo para proce-
sos mineros y de generación hidroeléctrica (Vuille,
2013; Naranjo-Silva, 2024). La disminución de cau-
dales, asociados con el retroceso glaciar provoca
escasez y genera conflictos por los derechos de uso
entre los habitantes de zonas montañosas y empre-
sas que quieren controlar el acceso al agua (Vuille,
2013). Además de contribuir con el abastecimiento
de agua, regular el clima y mantener un hábitat pa-
ra la biodiversidad, para Vilela (2011), mantienen
una evidente influencia en los ámbitos de cultura,
identidad, los imaginarios y turismo.
El Carihuairazo es un estrato volcán apagado
que se ubica en la cordillera Occidental de los andes
ecuatorianos. El glaciar contribuye a varios afluen-
tes, pero principalmente a los ubicados hacia el flan-
co este de la montaña. Una de las poblaciones más
cercanas al glaciar es la comunidad Cunucyacu,
perteneciente a la parroquia Pilahuín, al sur oeste
del cantón Ambato en la provincia de Tungurahua,
en la zona centro del Ecuador y ubicada al norte
del Carihuairazo. Actualmente, en la comunidad
se percibe una disminución de la cantidad de agua
originada en la montaña. Considerando los trabajos
previos de Cáceres y Cauvy (2015), desde el año
2003 el retroceso del Carihuairazo ha sido evidente
y este proceso apunta hacia su inevitable extinción
(Francou y col., 2011), la misma que podría ocu-
rrir en los próximos años. Postigo (2013) resalta el
interés de conocer el impacto del retroceso glaciar
desde la perspectiva de los varios actores involucra-
dos en conflictos subyacentes, cada uno de ellos con
intereses y prioridades tan distintas y enfrentadas
entre sí. En este sentido, resultan valiosos los testi-
monios y percepción de diferentes actores de este
entorno, así como agentes sociales involucrados con
experiencias de conservación.
Durante las últimas décadas, los glaciares alre-
dedor del mundo han experimentado una reduc-
ción en su volumen (Bahr y Peckham, 1997; Ba-
santes, 2010; Condom y col., 2011; Favier y col.,
2008; Hugonnet y col., 2021). El retroceso glaciar
es definido por Johansen y col. (2019) como la in-
capacidad de almacenar agua durante los perio-
dos más fríos y liberarlos en forma de líquido de
deshielo durante la estación seca. El 99% de los
glaciares tropicales del mundo están ubicados en
los Andes (Condom y col., 2011), los mismos que
han experimentado un balance de masa negativo
de 0,42 ±0,24 m/año (Dussaillant y col., 2019) y
se tiene evidencia con imágenes satelitales y aero-
fotografía (Basantes, 2010; Condom y col., 2011).
Éste acelerado retroceso ha causado preocupación
a nivel mundial respecto a la disponibilidad de los
recursos hídricos, como una consecuencia de la va-
riabilidad climática (French y col., 2016).
Considerando el efecto que tendría el cambio
climático, existe una necesidad de generar concien-
cia en las poblaciones cercanas a glaciares sobre los
cambios en los patrones climáticos y sus consecuen-
cias socio ambientales, ya que de esta manera, como
lo propone Rhoades (2008) se puede comprender
mejor la urgencia de adoptar estrategias de miti-
gación y adaptación comunitarias que involucren
y favorezcan a los agricultores locales frente a los
nuevos escenarios climáticos (Pacheco-Peña, Quin-
ga y Moretta, 2023), tomando en cuenta la necesidad
de conservar los páramos como un ecosistema sen-
sible al retroceso glaciar, tal como lo señala (Cabrera
y Romero, 2013), en su evaluación cualitativa de la
vulnerabilidad al cambio climático de los principa-
les ecosistemas del Distrito Metropolitano de Quito.
Los cambios en el volumen en los glaciares tro-
picales están sujetos a las condiciones atmosféricas
(Favier y col., 2008; Sicart, Hock y Six, 2008), condi-
ciones morfológicas del glaciar y condiciones topo-
gráficas (Vuille, 2013). La precipitación se almacena
como nieve y hielo, contribuyendo a la acumulación
de masa del glaciar (Favier y col., 2008). El derreti-
miento está controlado por la variación de los flujos
de energía de la atmósfera, como el flujo turbu-
lento influenciado por el gradiente de temperatura
entre el aire y el hielo, y el flujo latente influencia-
do por la humedad (Sicart, Hock y Six, 2008). Se
ha visto también que existe una correlación entre
la temperatura y la fusión en los glaciares (Sicart,
Hock y Six, 2008). En el caso de la existencia de un
retroceso sostenido de un glaciar, la característica
principal de este fenómeno es la fusión de las enor-
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mes masas de hielo sin que exista la posibilidad de
regenerarse (Sandoval, 2021). Para analizar este fe-
nómeno en los glaciares tropicales, Ramírez (2008)
menciona entre sus principales causas las variacio-
nes de los patrones climáticos como precipitación
y temperatura, puesto que, si no coinciden tempo-
ralmente precipitaciones y bajas temperaturas, no
se puede formar nieve permanente que renueve y
mantenga los ciclos de regulación hídrica asocia-
dos con los glaciares. Sin embargo, este es un fenó-
meno complejo multivariable, que no es controlado
únicamente por la cantidad de precipitaciones y la
temperatura, pues influirán también factores como
el albedo, la orientación, pendiente, entre otros. Por
ejemplo, el depósito de cenizas sobre el glaciar cau-
sado por erupciones volcánicas puede cambiar el
coeficiente de albedo, alterando el balance de ener-
gía (Salcedo, 2019).
Se han desarrollado diversos modelos para si-
mular la variación de volumen en los glaciares. El
modelo ITGG-2.0 propuesto por Juen (2006), se fun-
damenta en un perfil vertical de masas, donde se
calcula el cambio de densidad en función de la alti-
tud. En este modelo, la variación de energía respec-
to a la altitud se basa únicamente en los gradientes
de albedo y temperatura. Además, se realiza un
balance energético completo que incluye la estima-
ción de los flujos turbulentos latentes y sensibles.
Por otro lado, el modelo WEAP propuesto por Con-
dom y col. (2011) es más amplio. A diferencia del
modelo anterior, no emplea un balance energético
completo que considera todos los procesos de los
glaciares, lo cual requiere datos detallados y cálcu-
los complicados. En su lugar, el modelo divide el
área de la cuenca en franjas de altura, algunas sin
glaciar, otras con y sin glaciar, y otras completa-
mente con glaciar. El volumen total se determina
a partir de las interacciones entre estas franjas. Un
modelo más general es el modelo ICE-KISS pro-
puesto por Pouget (2011). Este modelo considera
una división dinámica de los glaciares basada en
un límite de temperatura en las zonas de acumula-
ción y ablación. De esta manera, se tienen en cuenta
la sublimación y otras variables explicativas. El mo-
delo utiliza una separación de áreas del glaciar en
zona de acumulación y zona de ablación (la cual se
subdivide en alta y baja), siendo la diferencia prin-
cipal la temperatura. En el país se han propuesto
varios modelos empíricos y físicos que han aborda-
do el pasado y futuro de los glaciares en función
del clima y las condiciones morfológicas donde está
emplazado el glaciar. Existen varios modelos para
evaluar el estado de la lengua glaciar 15 del Anti-
sana (Cáceres y col., 2006; Basantes-Serrano y col.,
2016) y 12 del Antisana (Gualco y col., 2022) y un
modelo de dinámica glaciar para evaluar el estado
de todo el casquete. (Domínguez y col., 2012), pro-
puso un modelo para el glaciar 15 del Antisana.
En esta investigación se pretende caracterizar el
retroceso del glaciar del Carihuairazo por medio del
uso de un modelo hidroglaciológico, de un registro
fotográfico y del análisis de la influencia de factores
climáticos y factores externos. Adicionalmente, se
pretende analizar las problemáticas derivadas del
retroceso glaciar del Carihuairazo considerando la
percepción de andinistas y a otros agentes sociales
que viven, frecuentan o trabajan en esta zona. En
este sentido, se pretende confrontar la información
científica que valida la pérdida física del glaciar gra-
cias a los trabajos hidrológicos y glaciológicos, con
la percepción de algunos habitantes y otros actores
sociales que trabajan en la zona.
2 Materiales y métodos
2.1 Superficies glaciares
El área donde realizamos esta investigación corres-
ponde al volcán Carihuairazo y a la comunidad
Cunucyacu (Figura 1), perteneciente a la parroquia
Pilahuín. Esta comunidad está asentada a una altu-
ra de 4057 m.s.n.m y a 9,25 km del volcán Carihuai-
razo. El Carihuairazo se ubica geográficamente en
las coordenadas 12425S784500O y alcanza una
elevación de 5018 m s. n. m. Es un estratovolcán
que colapsó hacia el WNW (West-North West), si-
tuado a 10 km al Noroeste del volcán Chimborazo y
a 35 km del volcán Tungurahua. Se desconoce la fe-
cha de su última erupción, no obstante, Clapperton
(1990) señala que pudo ocurrir hace once mil años.
De los páramos del Carihuairazo nacen ríos (Figura
1) que van a regar zonas áridas de las provincias
de Tungurahua y Chimborazo. Aquí se origina el
río Blanco, que aguas abajo se unirá al río Colora-
do o Pucuyacu, que descendiendo por los arenales
del Chimborazo formarán el río Ambato (Moreno,
2023).
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Figura 1. Mapa del área de estudio correspondiente al glaciar del Carihuairazo, la ubicación de la comunidad de Cunucyacu y
el drenaje de las fuentes hídricas en la comunidad de Cunucyacu. Adicionalmente, se identifica la ubicación de las estaciones
meteorológicas más cercanas al glaciar.
Fuente: Modelo Digital del Terreno (MDT) de Ecuador. Catálogo de metadatos de Sigtierras.
2.2 Meteorología
Para caracterizar el retroceso glaciar del Carihuai-
razo y conocer la percepción de la comunidad de
Cunucyacu ante su extinción hemos utilizando una
metodología de múltiples fuentes como lo hiciera
Rhoades (2008), en su estudio sobre la desaparición
del glaciar del Cotacachi, que incluyen: fotografías
repetitivas, datos de estaciones meteorológicas, en-
trevistas a miembros de la comunidad de Cunuc-
yacu y a andinistas que trabajan y frecuentan la zo-
na, entrevistas a actores sociales con experiencias de
conservación de páramos desde la década de 1970.
En este estudio hemos recopilado distintas medi-
ciones del glaciar desde 1956, considerando los tra-
bajos previos de Cáceres y Cauvy (2015). Este con-
torno glaciar fue la referencia para comparar el por-
centaje de pérdida hasta la actualidad. Para comple-
mentar esta información, se compiló también un re-
gistro fotográfico de la montaña desde la década de
1950. Contamos también con datos meteorológicos
provistos por las estaciones del INAMHI (Instituto
Nacional de Meteorología e Hidrología) más cerca-
nas a las zonas de estudio. Finalmente, para contras-
tar la información meteorológica con la percepción
de la población involucrada tal como lo hiciera La
Frenierre y Mark (2017), en su estudio de la desgla-
ciación del Chimborazo, realizamos también entre-
vistas a los dirigentes de la comunidad de Cunuc-
yacu, andinistas que frecuentan la zona y a agentes
sociales involucrados con experiencias de conserva-
ción. De igual forma, nos interesamos por relacio-
nar las variables climáticas con la actividad volcá-
nica del Tungurahua y su influencia en la evolución
del glaciar del Carihuairazo.
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
2.2.1 Datos glaciológicos
El dato más antiguo que se conoce es la superficie
del glaciar del Carihuairazo en 1956, la que enton-
ces alcanzaba una superficie de 0,34km2, a partir de
allí consideramos las mediciones del contorno gla-
ciar realizadas por Cáceres y Cauvy (2015) y Villa-
cis (2008) y Rosero y col. (2021). Además, se reali-
una medición actualizada para contrastar con las
mediciones disponibles desde que comenzó a mo-
nitorearse en el año 2003. En los datos de áreas dis-
ponibles existe un vacío de información entre el año
2010 al 2015.
2.2.2 Datos climáticos e instrumentación meteoroló-
gica in situ
Los datos meteorológicos fueron suministrados por
estaciones pertenecientes al INAMHI (Instituto Na-
cional de Meteorología e Hidrología). Se usó como
referencia para el estudio del glaciar la estación
“Glaciar 11 Chimborazo” (M5151) ubicada en el
flanco suroeste del Carihuarizo a una distancia de
1 km y a una altitud de 4428 m.s.n.m. Para el trata-
miento de datos de temperatura se usó la estación
“Querochaca” (M0258) ubicada en el cantón Ceva-
llos a una altitud de 2865 m.s.n.m. Los datos de pre-
cipitación se obtuvieron de las estaciones M0258,
M1107 (Laguacoto) y M1036 (Politécnica Riobam-
ba) a una distancia de 18, 35 y 28 km de la estación
M5151, respectivamente. El proceso de validación
y relleno de datos para la estación de referencia in-
cluyó pruebas de homogeneidad, regresión lineal y
regresión ortogonal, utilizando como ponderación
la distancia (Guijarrom, 2023).
Para poder correr el modelo desde el año en
donde se tiene el primer registro de su superficie
(1956), se utilizaron los datos de la quinta gene-
ración de reanálisis ERA5 (Hersbach y col., 2020)
desde 1956 hasta 2022. Esta información fue ca-
librada a los datos observados de la estación de
referencia por medio de un desescalamiento esta-
dístico a partir de la calibración de la distribución
de probabilidad acumulada de la variable respecto
a una distribución gamma. A partir de la calibra-
ción se estimó el error correspondiente a los datos
del reanálisis.
Los datos de humedad relativa y de velocidad
del viento son escasos en estas cuatro estaciones (so-
bre todo para los años anteriores al 2010), por tal
razón se usó los datos del reanálisis ERA5 con su
respectivo error (Hersbach y col., 2020).
2.2.3 Actividad volcánica del Tungurahua
El volcán Tungurahua está ubicado a 35 km del
Carihuairazo, su actividad volcánica reciente afec-
con deposición de ceniza sobre los glaciares del
Carihuairazo y su vecino Chimborazo. La superfi-
cie opaca producida por la capa de ceniza puede
afectar los valores del albedo de las masas de hielo,
contribuyendo al proceso de derretimiento.
El proceso eruptivo del Tungurahua comenzó en
1999 y continuó hasta el año 2016. De acuerdo con
los reportes de (Instituto Geofísico de la Politécni-
ca Nacional, 2015) de la Escuela Politécnica Nacio-
nal y del diario (El Comercio, 2009; El Comercio,
2016). Durante más de 16 años, el proceso erupti-
vo del volcán Tugurahua fue permanente y afectó a
varias zonas de la región centro del Ecuador, de ma-
nera especial a las provincias de Chimborazo y Tun-
gurahua principalmente por la continua emisión de
ceniza que perjudicó a la agricultura, ganadería e
incluso implicó en algún momento la evacuación de
poblaciones aledañas.
2.3 Modelo hidroglaciológico
El modelo hidroglaciológico utilizado para simular
la variación del volumen del glaciar del Carihuaira-
zo es una simplificación del modelo realizado por
(Piedra Santillan, 2021) en el Antisana. El modelo
calcula la variación del volumen del glaciar men-
sualmente a partir de un balance de energía que se
realiza con perfiles verticales de la variación de la
masa a diferentes altitudes. A diferencia de otros
modelos más complejos en donde se considera una
cuenca hidrográfica con una superficie glaciar y se
estima el caudal producido por el conjunto glaciar y
no glaciar (Fernádez, 2018; Piedra Santillan, 2021),
este modelo se limita al glaciar. Para la aplicación
del modelo se considera una división dinámica del
glaciar que depende de un límite de temperatura en
la zona de acumulación y ablación. La línea de altu-
ra de equilibrio (LAE) representa la altura que sepa-
ra ambas zonas (Juen, 2006).
2.3.1 Variación del volumen glaciar
El modelo se aplica a una escala temporal anual
(i) y mensual (j). La relación entre el volumen y
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el área del glaciar está dada por la ecuación (Bahr
y Peckham, 1997):
Agi=V gi
c1/b
(1)
Donde Ag es el área del glaciar, V g es el volu-
men del glaciar y b,cson constantes de calibración
(sección 2.3.5). La variación del volumen del glaciar
(V g) para un año dado viene dado por:
V gi= (Vabi+Vaci)ρa
ρh
(2)
Donde Vab es la variación del volumen en la
zona de ablación, Vac es la variación del volumen
en la zona de acumulación, ρayρhcorresponden a
la densidad del agua y del hielo, respectivamente.
2.3.2 Zona de ablación
La zona de ablación se divide en dos 2 zonas con
contribuciones distintas, la zona alta () y baja ().
La delimitación de las zonas se explica en la sección
2.3.4. La variación en la zona de ablación se estima
a partir de la suma mensual en un año, del volumen
de precipitación total (V pab), de derretimiento (Vder )
y de la sublimación (Vsub):
Vabi=
12
j=1
(V pab jVder jVsub j)(3)
El volumen de precipitación y sublimación se es-
tima a partir de multiplicar el área de la zona de
ablación por la altura de precipitación y sublima-
ción, respectivamente. Cabe recalcar que estos tér-
minos se calculan de manera separada para usarlos
en la ecuación 3. La sublimación mensual se estimó
con una relación empírica, considerando el flujo tur-
bulento de calor latente que depende principalmen-
te de la velocidad del viento y la humedad (Francou
y col., 2004):
Sn j=auj(qjqsj)(4)
Donde aes una constante para la homogenei-
dad de la ecuación, ues la velocidad media mensual
del viento en m/s, qes la humedad específica y qs
es la humedad específica para la superficie de hie-
lo o nieve en condiciones de fusión en cada mes. El
cálculo de la humedad específica se realiza a partir
de la metodología propuesta por Pouyaud, Francou
y Ribstein (1995).
Para el caso del volumen de derretimiento su es-
timación es la suma del volumen de derretimiento
en la zona de ablación alta y baja:
Vder ↑↓j=FjMab ↑↓ jAab ↑↓j(5)
Donde Fes un factor de corrección que depende
de la variación de la radiación incidente por la posi-
ción geográfica, azimuth y la pendiente, Mab ↑↓ es la
fusión en la zona de ablación alta y baja, y Aab ↑↓ es
el área de ablación alta y baja. Para el caso del gla-
ciar Carihuairazo, a partir del análisis de la distribu-
ción de pendientes y de la altimetría de la montaña,
se ha estimado una pendiente constante de 25y un
azimuth de 270. El factor de corrección es estimado
como la radiación incidente mensual para la radia-
ción incidente media, sin considerar la nubosidad
debido a que no se dispone de datos. La fusión se
calcula en función de la temperatura, en donde so-
lamente existirá fusión si es que la temperatura en
la zona es mayor a la temperatura límite de fusión:
Mab ↑↓j=max{0(ah↑↓)(Tab ↑↓ jTlim ↑↓)}(6)
Donde ahes la constante de derretimiento, Tab
es la temperatura y Tlim es la temperatura límite, en
la zona de ablación alta y baja, respectivamente. Las
constantes de derretimiento de cada zona fueron ca-
libradas (sección 2.3.5). El valor de la temperatura
límite Tlim (separa la zona de ablación de la zo-
na de acumulación) usado ha sido de 1Cy pa-
ra Tlim (separa la zona de ablación en alta y baja)
de 0,5C(Favier y col., 2004; Francou y col., 2004;
Pouget y col., 2017). De acuerdo con Favier y col.
(2004), estos umbrales representan la mejor correla-
ción entre valores diarios de nieve acumulada y la
variación del albedo para el caso del Antisana. Para
el caso mensual, el umbral de temperatura separa
la precipitación en estado líquido y en estado sólido
(Francou y col., 2004).
2.3.3 Zona de acumulación
La variación del volumen en la zona de acumula-
ción se estima a partir de la diferencia entre la pre-
cipitación y la sublimación, ya que en esta zona
no existe derretimiento. La ecuación es la siguiente,
donde Sac es la sublimación en la zona de acumula-
ción y Aac es el área de la zona de acumulación.
Vacumi =
12
j=1
(PjSac j)Aac j(7)
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
2.3.4 Alturas límite, áreas y temperaturas
Las alturas límite son variables importantes que
permiten hacer la división dinámica del glaciar en
las tres zonas (acumulación, ablación alta y baja).
La altura límite superior (separa la zona de acumu-
lación y ablación) y la altura límite inferior (separa
la zona de ablación superior e inferior) se estiman
con:
Hlim ↑↓j=Tlim ↑↓ Tre f j
T+Hre f (8)
Donde Tre f es la temperatura del aire en la esta-
ción de referencia, Href es la altitud de la estación
de referencia y Tes el gradiente de temperatura
respecto de la altitud, el cual se asocia con variacio-
nes en la circulación atmosférica y disponibilidad
de humedad relativa (Villacis, 2008). Este gradiente
está en el orden de -0,77C,100 m1a -0,31C,100 m1
para los niveles de 500 y 600 hPa (Villacis, 2008). El
gradiente de temperatura usado en el modelo fue
de -0,34C,100 m1, obtenido a partir de las esta-
ciones y ajustado al glaciar. Este valor es similar a
-0,35C,100 m1usado por Pouget (2011) en la cuen-
ca del Paute (Ecuador).
Usando la evidencia de las imágenes del con-
torno del glaciar con la altura límite de la extensión,
el área de las diferentes zonas del glaciar fue esti-
mada a partir de una función polinómica respecto
a la elevación. Usando la ecuación se determina el
área de la zona acumulación directamente (Aac) y
el área hasta la separación de la zona de ablación al-
ta y baja (Aacab). En donde las áreas de la zona de
ablación alta y baja se determinan con:
Aab j=Aacab jAacj(9)
Aab j=AgiAacab j(10)
Finalmente, la temperatura en la zona de abla-
ción alta y baja para el cálculo de la fusión se calcula
estimando una altura media en cada zona y usando
una función polinómica que relaciona la temperatu-
ra respecto a la elevación.
2.3.5 Calibración de los parámetros del modelo gla-
ciológico y estimación de incertidumbre
El modelo glaciológico requiere de cuatro paráme-
tros para su calibración (a,b,ah,ah). Tanto los
parámetros de la relación área-volumen del glaciar,
como las constantes de derretimiento de cada zo-
na fueron calibradas usando como función objetiva
el estimador Nash-Sutcliffe entre las observacio-
nes anuales disponibles del área del glaciar y la
simulación del modelo a partir de un método de
optimización de segundo orden de Newton (Byrd
y col., 1995). Para la calibración se utilizó las series
meteorológicas calibradas del reanálisis y los valo-
res observados en la estación de referencia. A estos
parámetros se les llama parámetros de referencia
del modelo.
Para la estimación de la incertidumbre respec-
to al área anual del modelo glaciológico se realizó
el siguiente procedimiento. Primero, se generaron
10000 series de datos mensuales de cada variable
meteorológica de entrada de manera aleatoria. Para
cada variable y en cada mes, el valor fue generado
aleatoriamente siguiendo una distribución normal
con media igual al valor calibrado del reanálisis o el
valor observado de la variable y con una desviación
estándar correspondiente al error entre los valores
calibrados del reanálisis y los valores observados de
la estación de referencia. Para cada set de series ge-
neradas, se realizó la calibración de los parámetros
del modelo glaciológico. Posteriormente, se corrió
el modelo con las series calibradas del reanálisis y
se utilizaron todos los sets de parámetros calibrados
(10000) para evidenciar la influencia de los paráme-
tros calibrados en el modelo. Finalmente, se realiza-
ron nuevamente las 10000 corridas del modelo con
los diferentes sets de series meteorológicas utilizan-
do los parámetros de referencia. En este sentido, se
pretendió evaluar el efecto de la incertidumbre de
los datos de entrada del modelo.
2.4 Percepción de la comunidad
El presente estudio confronta la información cientí-
fica que valida la pérdida física del glaciar gracias a
los trabajos hidrológicos y glaciológicos con la per-
cepción de las comunidades de la zona. Para ello re-
currimos a entrevistas semiestructuradas dirigidas
a dos miembros de la dirigencia de la comunidad de
Cunucyacu; participamos de una asamblea general
de toda la comunidad, entrevistamos a ocho guías
y andinistas que visitan con frecuencia esta monta-
ña, de esta manera registramos y comparamos sus
observaciones y percepciones sobre el retroceso del
glaciar del Carihuairazo en los últimos treinta años.
Entrevistamos además a siete actores socio ambien-
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Artículo científico/Scientific paper
CIENCIAS DE LA TIERRA Hidalgo et al.
tales relacionados con el cuidado del páramo que
ampliaron la mirada de esta situación y sus impli-
caciones.
La comunidad nos recibió en su asamblea gene-
ral, realizada el 11 de septiembre del 2020. En ella
los 56 participantes de esta reunión expresaron que
su mayor preocupación respecto a este fenómeno
se circunscribe a una posible disminución de visi-
tantes al lugar, por otra parte consideran que desde
el tiempo de sus abuelos nunca les faltó agua, y
aunque el retroceso del glaciar les resulta evidente,
confían en que la pérdida del glaciar del Carihuaira-
zo no les afectará significativamente, y no tendrían
ningún inconveniente en el futuro, asociado con la
gestión del agua en la zona. El cambio climático y
sus consecuencias no son un problema relevante en
sus discusiones.
Se realizaron también entrevistas a varios miem-
bros de la comunidad de Cunucyacu, el Sr. Luis Pu-
nina, guía comunitario de Cunucyacu, realizada el
01 de septiembre de 2020. A los cinco miembros de
la directiva de la comunidad el 11 de septiembre
del 2020. Al Señor Segundo Enrique Punina, Pre-
sidente del cabildo de la comunidad de Cunucya-
cu, el 16 de Septiembre de 2020. Tanto los miembros
de comunidad como los ocho andinistas entrevis-
tados coinciden en el dramático retroceso glaciar en
el Carihuairazo. Sus preocupaciones y motivaciones
pueden ser distintas, pero nos remiten al mismo ori-
gen del problema, la pérdida de la masa de hielo,
que deja un serio traumatismo en su percepción de
este ambiente. Cada vez menos turistas, más peli-
gros en las rutas de ascenso, menos disponibilidad
de agua, y la incertidumbre por un futuro sin gla-
ciares en los Andes.
3 Resultados y discusión
3.1 Resultados
3.1.1 Series de precipitación y temperatura
Se determinó una buena correlación entre las esta-
ciones meteorológicas usadas en el estudio. El co-
eficiente de correlación alcanzó un valor de 0,67 y
0,82 para la precipitación y temperatura mensual,
respectivamente. A partir del proceso de validación
y relleno de datos con las estaciones meteorológi-
cas se definió la serie de precipitación en la estación
de referencia desde el año 2002 al 2017. Para el ca-
so de la temperatura, la serie se definió desde el año
1995 al 2012 (Figura 2). Respecto a la calibración con
los datos del reanálisis del ERA5, el desescalamien-
to estadístico produjo una serie reconstruida desde
el año 1956 hasta el 2022 para la precipitación y la
temperatura del aire (Figura 2). El coeficiente de co-
rrelación entre la serie calibrada del reanálisis y la
estación de referencia fue de 0,59 y 0,74 para la pre-
cipitación y temperatura, respectivamente.
3.1.2 Condiciones climáticas en el glaciar
En la Figura 3 se puede ver la variación anual de
la precipitación y temperatura en la zona de estu-
dio. La precipitación varía entre 458 y 1281 mm y
la media es de 770 mm. No se puede apreciar una
tendencia en la variación temporal de la precipi-
tación (factor de variación porcentual positivo del
3%). Los años más húmedos corresponden al 1983,
1984, 1994, 1998, 2008 y 2017. Por el contrario, los
años más secos son 1961, 1962, 1986, 2003, 2009 y
2013. Respecto a la temperatura, el valor medio es
de 0,7y oscila entre 0,3y1,7C. A diferencia de
la precipitación, la temperatura tiene una clara ten-
dencia positiva (factor de variación porcentual del
137%). A excepción del año 1998, los años más cáli-
dos se encuentran a partir del 2013.
3.1.3 Límite glaciar entre 1956 y 2021
Apenas se cuenta con 12 registros de contornos del
glaciar Carihuarizo entre 1956 y 2021 (Figura 4). Los
registros se basan en fotografías aéreas y medicio-
nes topográficas, sobre todo a partir del año 2003.
Solamente se tiene un registro anterior (1956). Se ha
identificado una tendencia a la disminución de la
superficie del glaciar a partir de la primera estima-
ción correspondiente al año de 1956. Esta superficie
será considerada referencial para próximas estima-
ciones del contorno del glaciar tanto para los regis-
tros fotográficos como para las salidas del modelo.
Para el año 2003, el glaciar ya había perdido un 30%
con respecto a la superficie de referencia.
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
Figura 2. Precipitación (superficie azul) y temperatura media (superficie roja) mensual para un intervalo de confianza del 95 %
en la zona cercana al glaciar Carihuairazo después de calibrar los datos del reanálisis ERA5 con las observaciones de la estación
de referencia (línea negra) dentro del periodo de 1956 a 2022.
Figura 3. Precipitación acumulada (barras azules) y temperatura media (línea naranja) anual en la zona cercana al glaciar Ca-
rihuairazo en el periodo de 1956 a 2022 obtenido de la calibración de los datos de reanálisis ERA5 con la estación de referencia.
Lamentablemente, existe un vacío de informa-
ción entre 1956 y el año 2003, por lo que no se puede
apreciar si es que existieron periodos de recupera-
ción del glaciar. Para el año 2015, ya registraba una
pérdida del 90% comparado con el año 1956. En el
año 2017 y 2021, la pérdida glaciar alcanza el 96% y
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Artículo científico/Scientific paper
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99%, respectivamente.
Gracias al archivo fotográfico del reconocido an-
dinista Marco Cruz, se elaboró la Figura 5, en la que
evidenciamos la secuencia temporal del retroceso
glaciar en el Carihuairazo. De acuerdo con la defi-
nición de CECS (2009), un glaciar es una masa de
hielo de al menos 0,1 km2de extensión. Si conside-
ramos que en el 2017 el área medida es de 0,015 km2,
confirmamos que la masa de hielo remanente ya no
puede ser considerada como un glaciar.
Figura 4. Mapa del área de estudio que muestra la evolución del retroceso glaciar del Carihuairazo. Los contornos de la superficie
glaciar fueron medidos por primera vez en 1956 a través de fotografías aéreas. Existen distintas mediciones topográficas de campo
a partir de 2003 hasta 2021, a cargo de diferentes equipos de investigación, que revelan la disminución de esta masa de hielo.
El contorno externo azul muestra la superficie considerada como referencial registrada en 1956. Por otra parte, el polígono rojo
ilustra la última medición de campo realizada en 2021. Fuente: Adaptación de Cáceres y Cauvy (2015) y de Rosero y col. (2021).
3.2 Modelación del glaciar del Carihuaira-
zo
El modelo fue corrido desde el año 1956 hasta el
2022 y sus resultados se pueden observar en la Fi-
gura 6. El modelo muestra la recuperación del área
del glaciar desde 1956 hasta 1963, seguido por un
periodo de estancamiento de varios años para pos-
teriormente tener un incremento importante entre
1973 y 1976. A partir de este año, se muestra un
retroceso continuo del glaciar a lo largo del tiempo,
con escasos periodos de recuperación. Se puede ob-
servar que el modelo simula satisfactoriamente la
evolución del área del glaciar hasta el año 2010. El
modelo capta bien la tendencia decreciente general
y las variaciones en el área, inclusive la recupera-
ción de la masa del glaciar en el año 2008. Para
este periodo, el estimador de Nash-Sutcliffe (nse)
es de 0,82 y el error cuadrático medio (rmse) es de
0,01 km2. Sin embargo, el modelo no logra simular
correctamente el área del glaciar en los años 2015,
2017 y 2021. Considerando todo el periodo, el nse
y el rmse alcanzan un valor de 0,77 y 0,03 km2, res-
pectivamente.
La incertidumbre asociada a las variables de en-
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
trada y a los parámetros del modelo están represen-
tadas en la Figura 6. El rango más pequeño corres-
ponde a 10000 simulaciones del modelo con cam-
bios en las variables de entrada, utilizando los pa-
rámetros de referencia calibrados del modelo (Tabla
1). En este caso se puede ver que la banda incremen-
ta su tamaño en relación con los años, y que la ma-
yor incertidumbre se aprecia en las dos últimas dé-
cadas. El segundo rango, que tiene mayor amplitud,
corresponde a 10000 simulaciones del modelo con
parámetros calibrados para cada uno de los 10000
sets de las variables de entrada.
Figura 5. Fotointerpretación. Las imágenes corresponden a la misma perspectiva de la cumbre central del Carihuairazo, desde
el flanco sur pertenecientes al archivo de Marco Cruz. Los círculos del mismo color muestran el mismo punto de la montaña y
cómo ha variado desde la década de 1970 hasta los primeros años de la década del 2000. En ellas puede apreciarse el cambio
producido en la montaña en los cinco puntos de referencia considerados en el transcurso de las últimas décadas del siglo XX. En
la actualidad el glaciar lo podemos considerar prácticamente extinto.
Fuente: Archivo personal de Marco Cruz.
En este caso se puede apreciar la mayor incer-
tidumbre en los primeros 25 años y en los últimos
7 años de la simulación. Entre los años 80 hasta el
2010, el rango de incertidumbre es similar al del pri-
mer rango. De cualquier forma, independientemen-
te de la combinación, se puede apreciar que el mo-
delo simula claramente la pérdida de masa del gla-
ciar, que aumenta a partir de la segunda parte de los
años 80s.
Tabla 1. Parámetros calibrados del modelo hidroglaciológico.
El rango corresponde al 95% de los 10000 valores alrededor de
la mediana.
Parámetro Rango Valor calibrado
a0,013 - 0,028 0,014
b1,27 - 2,01 1,35
ah[mm/mes/C] 214 - 234 218
ah[mm/mes/C] 227 - 328 228
El modelo permite estimar las variables de en-
trada y de salida del glaciar que incrementan y re-
ducen el tamaño del glaciar, respectivamente. En la
Figura 7 se puede apreciar estas variables en el pe-
riodo de corrida del modelo. La variable predomi-
nante es la fusión, siendo la variable más alta en el
58% del tiempo. La precipitación es la mayor varia-
ble en 28 ocasiones, siendo el 69% antes de 1980 y
solamente en una ocasión después del año 2000. La
sublimación es baja con relación a las otras varia-
bles, oscilando alrededor de 100 mm de altura de
agua equivalente. En relación con el balance entre
entradas y salidas, existe un déficit en el 61% del
tiempo. Esto explica la pérdida de masa del glaciar
que se evidencia en el comportamiento de la varia-
ción del área del glaciar, en donde en pocos años se
puede observar una recuperación del mismo.
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Artículo científico/Scientific paper
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3.3 Discusión
3.3.1 Modelo hidroglaciológico e influencia de facto-
res climáticos y externos
El modelo hidroglaciológico se corrió desde el año
1956 correspondiente a la primera medición dispo-
nible del glaciar. Para complementar los datos de
las variables climáticas se utilizó el producto del
reanálisis ERA5. Los datos de reanálisis se han uti-
lizado en otros estudios en la región como el caso
del volcán Antisana (Bradley y col., 2009; Manciati
y col., 2014; Basantes-Serrano y col., 2022). Manciati
y col. (2014) encontró que las variables del reaná-
lisis NCEP-NCAR (Kalnay y col., 1996) combinado
con datos de estaciones regionales tienen una bue-
na correlación con la pérdida de masa del glaciar.
Basantes-Serrano y col. (2022) utilizó el reanálisis
ERA5 para estimar el efecto del clima y la topografía
en la variación del volumen del Antisana, en don-
de se encontró que la serie del reanálisis fue capaz
de capturar la estacionalidad de la precipitación y
temperatura en el lado occidente del volcán. En es-
te estudio se utilizó el reanálisis ERA5 debido a que
presentó una mejor correlación con la estación de
referencia para la temperatura respecto al reanálisis
NCEP-NCAR.
Figura 6. Simulación de la variación del área del Glaciar del Carihuairazo (1956-2022) como producto del modelo hidroglacioló-
gico. Las cruces rojas correspoden a las mediciones observadas de las fotos aéreas (la primera medición de 1956 es representada
en el modelo como el valor final del año 1955). La línea continua oscura con puntos representa la simulación del modelo con la
serie del reanálisis calibrado. La superficie azul clara representa el 95% de las 10000 simulaciones realizadas con la variación de
las variables de entrada utilizando los parámetros calibrados. La superficie azul oscura representa el 95 % de las 10000 simulacio-
nes realizadas con las variables de entrada del reanálisis calibrado y los diferentes sets de parámetros calibrados para la variación
de las variables de entrada. La banda azul más oscura representa la intersección de las bandas anteriormente descritas.
La serie de temperatura reconstituida presenta
una clara tendencia positiva que se magnifica más
a partir del año 2012. Esta tendencia está en con-
cordancia con resultados obtenidos a nivel global
(Hugonnet y col., 2021; Intergovernmental Panel on
Climate Change (IPCC), 2022) y regional (Morán-
Tejeda y col., 2016; Aguilar-Lome y col., 2019; Im-
feld y col., 2021). La temperatura muestra un in-
cremento de 0,14Cpor década, un valor similar al
0,10Cencontrado en los andes de Perú (Seiler, Hut-
jes y Kabat, 2013) y menor al 0,25Cencontrado a
nivel del Ecuador (Morán-Tejeda y col., 2016). Para
el caso de la precipitación no se encontró una cla-
ra tendencia. En un estudio de la tendencia climáti-
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ca en el Ecuador, Morán-Tejeda y col. (2016) no en-
contraron una tendencia significativa en la precipi-
tación anual en la región interandina. Periodos hú-
medos como 1965-1966, 1983-1984, 1993-1994, 1997-
1998 y 2008, coinciden con el índice estandariza-
do de precipitación evapotranspiración positivo en-
contrado por Vicente-Serrano y col. (2017) en la re-
gión interandina. Se puede evidenciar un claro in-
cremento de precipitación en el periodo 1983-1984
que coincide con el fenómeno del Niño extremo
en ese periodo. Sin embargo, para el otro periodo
de el Niño extremo (1997-1998) no hay un incre-
mento significativo. Este comportamiento coincide
con el estudio de extremos secos y húmedos en la
ciudad de Quito realizado por Domínguez-Castro,
García y Vicente (2018). Años secos como 1961-62,
1967, 1979, 1986, 1991, 2003 y 2009 coinciden con
los resultados de Vicente-Serrano y col. (2017) y
Domínguez-Castro, García y Vicente (2018).
Figura 7. Balance de masas anual en el Glaciar del Carihuairazo (1956-2022). Las barras representan las variables de entrada
(precipitación) y salida (fusión y sublimación) que influyen en el balance de masas del glaciar.
Los parámetros calibrados a partir de las ob-
servaciones del área del glaciar están dentro de los
valores típicos que se evidencian en la bibliografía
(Tabla 1). Los parámetros que relacionan el área y
el volumen del glaciar (a=0,014 y b=1,35) son si-
milares a los recomendados al estudio de la rela-
ción de área-volumen de varios glaciares de Bahr
y Peckham (1997), donde se recomienda valores
de a=0,048 y b=1,36. Los valores de los parámetros
obtenidos de la optimización de 10000 corridas pa-
ra diferentes variaciones en las variables de entra-
da revelan una dispersión grande (Tabla 1). Bahr,
Pfeffer y Kaser (2015) realizaron una revisión de
la relación área-volumen de los glaciares para los
parámetros a y b, y se indica que mientras el pará-
metro a puede ser variable del glaciar en glaciar e
incluso puede cambiar en el tiempo, el parámetro b
debería ser fijo y su valor debería estar entre 1,167
y 1,5, caso contrario podría causar inconsistencias
en las ecuaciones de equilibrio mecánica en glacia-
res.Grinsted (2013) también encuentra el valor de
b dentro de este rango. Sin embargo, Radi´c, Hock
y Oerlemans (2007), en un estudio de la evolución
de de 37 glaciares sintéticos, encontraron valores
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de b de 1,56 para condiciones estacionarias, y va-
lores aún mayores (hasta 2,90) para condiciones no
estacionarias, concluyendo que el parámetro b es
mayor en escenarios de calentamiento (pérdida de
masa del glaciar) y que el mismo tiende a incremen-
tarse con un menor tamaño inicial del glaciar. Este
descubrimiento está en concordancia con un estu-
dio de la evolución del pequeño glaciar Chacaltaya
en Bolivia (Ramirez y col., 2001), en donde a partir
de mediciones topográficas anuales y de estudios
geofísicos realizados en el glaciar, se puede estimar
el parámetro b de 2,05 en el periodo 1860-1998. En
este estudio, en el 39% de los casos el parámetro
b se encuentra dentro del intervalo recomendado
por Bahr, Pfeffer y Kaser (2015). En el 98% de los
casos, b está por debajo de 2,05. Para el caso de las
constantes de derretimiento en la zona de ablación
alta y baja, los valores calibrados están cercanos
a los valores recomendados por Fernández Yánez
(2010), de 180 y 240 mm/mes/C, respectivamente.
Sin embargo, los valores encontrados son menores
al rango de 284 a 434 mm/mes/C, usado por Ca-
ro y col. (2023) en un estudio de la simulación de
la pérdida de masa de glaciares en la zona andina
tropical.
El desarrollo del modelo permitió estimar la va-
riación en el volumen del glaciar en un periodo de
68 años. El modelo muestra un incremento en la
masa del glaciar hasta el año 1975 y posteriormente
una pérdida constante de su masa, a excepción de
unos pocos años (ej: 1999-2000 y 2007-2008) en don-
de existe una ligera recuperación como consecuen-
cia de un exceso en las entradas de precipitación o
por la disminución en las pérdidas por sublimación
y fusión, la última reducida por la reducción de
la temperatura en esos años. Esta pérdida acelera-
da del volumen del glaciar a partir de finales de los
años 70 ha sido evidenciada en los glaciares andinos
de la zona tropical (Rabatel y col., 2013). También,
se ha reportado un decrecimiento significativo en
el volumen de los glaciares a nivel mundial desde
inicios del siglo 21 que coincide con el incremen-
to del nivel del mar (Hugonnet y col., 2021). En el
Ecuador, en un estudio de recesión del glaciar del
volcán Cotopaxi (Jordan y col., 2005), se evidenció
un comportamiento parecido al encontrado en este
estudio, donde en el periodo 1956-1976 el glaciar
del Cotopaxi mantuvo su masa, y posteriormente
sufrió un retroceso del 30% de su masa hasta 1997.
En otro estudio en el glaciar del volcán Antisana
(Basantes-Serrano y col., 2022), se puede evidenciar
un comportamiento similar, excepto por el periodo
1956-1964 en donde hubo un significativo retroce-
so del glaciar, y el periodo a partir del año 2000,
en donde a pesar de que el glaciar tuvo pérdidas
de masa, el retroceso no fue tan significativo co-
mo el periodo a finales de los 70 hasta el 2000. Este
comportamiento difiere del retroceso del glaciar
Carihuairazo, en donde la pérdida de masa es si-
milar entre los 80s y finales del 2010. Para el caso
del glaciar del volcán Chimborazo, el más cercano
al Carihuairazo, la pérdida del área del glaciar en-
tre 1962 y 1997 fue del 57% (Caceres, 2010), que es
similar al 48% que se encontró para este estudio.
A pesar de que el modelo logra simular satisfac-
toriamente el área del glaciar hasta el año 2010, el
mismo no puede reproducir la disminución abrup-
ta que se presenta a partir del 2011. Al observar la
precipitación y la temperatura en este periodo, se
puede apreciar que la temperatura sufre un incre-
mento considerable entre 2011 al 2016, y posterior-
mente un ligero decrecimiento (Figura 2). Esta va-
riación en la temperatura se ve reflejada en la dismi-
nución del área del glaciar, pero la pérdida de masa
no es suficiente como se puede ver en las observa-
ciones. Un factor que podría explicar la diferencia
es la relación entre el volumen y el área del glaciar.
El modelo utiliza una relación constante indepen-
dientemente del tamaño del glaciar, pero esta rela-
ción puede cambiar sobre todo cuando el área es re-
ducida, ya que la influencia de la topografía de la
montaña va a ser más preponderante (por ejemplo,
la presencia de protuberancias o depresiones). Este
fenómeno podría explicarse por el efecto de borde
que Santos y Tellería (2006) define como: “el con-
junto de procesos asociados al incremento de la re-
lación perímetro/área que se produce con el avance
de la fragmentación”. También, se debe considerar
que la reducción de la masa del glaciar a un tama-
ño tan pequeño (menor a 0,1 km2) puede producir
un cambio en el microclima alrededor del glaciar,
produciendo un incremento en la temperatura que
no se ha podido evidenciar. Por ejemplo, el pequeño
glaciar Chacaltaya en Bolivia, que tenía una superfi-
cie de 0,25 km2al inicio de los años 40, ha sufrido un
retroceso hasta la extinción; para inicios del siglo 21,
el retroceso significó una salida del suministro de
calor para el derretimiento del glaciar de 10 W/m²
(Ramirez y col., 2001), equivalente a incremento de
1,5C.
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
Otro factor que se podría considerar en la si-
mulación del retroceso del glaciar Carihuairazo es
la influencia del proceso eruptivo del volcán Tun-
gurahua. Vasconez y col. (2021) determinaron que
en noviembre del 2015 se liberaron a la atmósfera
1,83E+06 m3de ceniza; de acuerdo a este mismo
estudio la dirección promedio del viento durante
la erupción fue hacia el oeste, noroeste y suroeste.
Esta investigación determinó que la ceniza volcáni-
ca acumulada alcanzó <100 g/m2en las tierras altas
del flanco este del volcán Chimborazo. Debido a la
cercanía del Carihuairazo al volcán Tungurahua, las
emanaciones de ceniza del volcán fueron deposita-
das en el glaciar, cubriendo parcialmente la superfi-
cie del hielo y de la nieve, causando una reducción
en el albedo. Como consecuencia, la capacidad para
reflejar la radiación de onda corta en el glaciar pudo
haber sido disminuida, favoreciendo a la fusión y la
posterior dinámica del retroceso del glaciar. La acu-
mulación de ceniza sobre la superficie glaciar del
Chimborazo y del Carihuairazo provenientes de las
erupciones del Tungurahua exacerbó el proceso de
desglaciación, tal como lo señala Marco Cruz (2020,
entrevista personal): “Un albedo alto va a reflejar
hasta el 90% de la energía lumínica, por el contra-
rio, la ceniza del Tungurahua redujo el albedo en
los glaciares del Chimborazo y del Carihuairazo, de
tal manera que hasta el 80% de la energía lumínica
era absorbida por el glaciar, lo que ocasionó la for-
mación de grandes campos de penitentes”.
La Frenierre y Mark (2017) señala que la dis-
minución del albedo exacerba el efecto del calen-
tamiento de la superficie del glaciar, como se ha
observado en el Kilimanjaro, en África Occidental,
donde el retroceso glaciar ha sido más sensible a la
disminución del albedo, producto de la disminu-
ción de nevadas, que al aumento de temperaturas.
La Figura 8 se ha elaborado con la información
recopilada en las estaciones meteorológicas, la si-
mulación del modelo, las observaciones del área
del glaciar y el registro de la actividad volcánica del
Tungurahua, que relaciona para cada año el com-
portamiento de cada una de estas variables con el
fin de establecer una posible conexión entre ellas y
el retroceso glaciar del Carihuairazo. En el periodo
del 2003 al 2017, se puede observar que la variación
en el área del glaciar está relacionada principal-
mente a la variación de la temperatura tanto en los
resultados del modelo como en las observaciones.
Por el contrario, la precipitación muestra una rela-
ción inversa en varios años. Respecto a la actividad
del volcán Tungurahua, se ha intentado realizar una
caracterización de su actividad de manera cualitati-
va. No se puede ver una relación evidente entre la
actividad y la variación del área del glaciar, pero la
actividad podría explicar ciertas diferencias entre el
modelo y las observaciones.
Para el periodo 2008-2009, evidenciamos que pe-
se a existir las condiciones climatológicas favora-
bles para una posible recuperación considerable del
glaciar, la coincidencia de este periodo con una de
las fases eruptivas más violentas del volcán Tungu-
rahua, verificamos solamente una pequeña recupe-
ración del glaciar del Carihuairazo. Para el periodo
2010-2015, no se aprecia un incremento considera-
ble en la actividad del volcán que pueda explicar la
reducción abrupta en área del glaciar. En este sen-
tido, el significativo retroceso en el área estaría más
relacionado con el efecto borde en la parte alta del
glaciar.
3.3.2 Impactos en los sistemas socioeconómicos, am-
bientales y culturales
Se ha intentado caracterizar el impacto que ha teni-
do el retroceso del glaciar en la comunidad de Cu-
nucyacu. Tanto los miembros de comunidad como
los andinistas entrevistados coinciden en el dramá-
tico retroceso glaciar en el Carihuairazo. Sus preo-
cupaciones y motivaciones pueden ser distintas,
pero nos remiten al mismo origen del problema, la
pérdida de la masa de hielo deja un trauma cultural
en su percepción de este ambiente, más peligros en
las rutas de ascenso, menos disponibilidad de agua,
y la incertidumbre por un futuro sin glaciares en
los andes. Las superficies de páramo son las que
aseguran la provisión de agua para las poblaciones
en cotas más bajas. De acuerdo con la investiga-
ción realizada por Buytaert y col. (2017), se deter-
minó que la contribución glaciar proveniente del
Carihuairazo a los caudales de la zona no es repre-
sentativa, pues esta se encuentra por debajo del 4%.
Aunque el retroceso de los glaciares andinos en el
Ecuador no implique necesariamente una disminu-
ción en la disponibilidad de agua por misma, si es
un claro indicador de los cambios de condiciones y
temperaturas a los que se enfrenta este ecosistema,
y revela además una serie de vulnerabilidades aso-
ciadas con el cambio climático, como migraciones
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Artículo científico/Scientific paper
CIENCIAS DE LA TIERRA Hidalgo et al.
forzadas en búsqueda de mejores campos de culti-
vo, búsqueda de nuevas fuentes de agua, mejores
pastos, etc.
Para Ana Segovia (2021, entrevista personal) la
pérdida del vínculo con la naturaleza, específica-
mente en la comunidad de Cunucyacu, se debe a
las precarias condiciones de vida a las que se en-
frentan estas personas. La falta de educación de
calidad, las distancias que los niños deben reco-
rrer para llegar a la escuela de la comunidad, por
ejemplo, hace que quien pueda permitírselo trate
de enviar a sus hijos a estudiar a otro lugar, gene-
rando las condiciones de una futura migración. Una
consecuencia de este fenómeno es que la agricultu-
ra y la ganadería actualmente sean manejadas por
adultos mayores. Segovia cree que también se trata
de un problema de autoestima, porque se considera
que, en este escenario, tener algún tipo de creencia
vinculante con las montañas está mal, no es debi-
damente valorado. Además, está muy presente la
percepción general que asocia la vida en estas zo-
nas con pobreza y marginación. Este desarraigo de
las comunidades frente al páramo tiene su inter-
pretación en el cambio de la tenencia de la tierra,
que para Luis Chicaiza (2021, entrevista personal)
es un problema estructural, pues muchas comuni-
dades fueron desplazadas desde las zonas bajas,
más productivas, hacia terrenos de altura, menos
productivos para la agricultura, lo que los obliga al
cambio del uso del suelo en su búsqueda de recur-
sos para su subsistencia.
En opinión de Susana Escandón (2021, entrevis-
ta personal), el agua es uno de los elementos alrede-
dor del cual se tejen conflictos, saberes, dinámicas
económicas, etc., entonces es importante considerar
esta multidimensionalidad del agua a la hora de
tomar decisiones integrales al respecto. En este sen-
tido, explica otra forma de entender este proceso de
desconexión, debido a la disminución de recursos
en estos territorios antes abundantes, y que ahora
ya no resultan ser tan visibles o poderosos como
antes.
Con base a la entrevista realizada al Sr. Luis
Punina, guía local de la comunidad, la mayor preo-
cupación que tienen en torno al retroceso glaciar
del Carihuairazo son las consecuencias en el ám-
bito turístico, por encima incluso de las posibles
implicaciones en la disponibilidad de agua para la
comunidad. Debido a que tienen la idea de que las
visitas al sector únicamente obedecen al interés de
acercarse a la montaña nevada, y una vez que el gla-
ciar ha desaparecido, han notado una disminución
de turistas. Es importante considerar además que el
presente estudio ha coincidido temporalmente con
las medidas de confinamiento decretadas en el con-
texto del COVID-19. En la reunión mantenida con
la asamblea de la comunidad el 11 de septiembre
de 2020, los comuneros expresaron su confianza en
que desde los tiempos de sus abuelos no les faltó
el agua, y confían en que no les faltará en el futuro,
más allá de si el glaciar del Carihuairazo llegase a
desaparecer por completo. Por lo que muestran un
completo desinterés por generar planes y acciones
que les permitan adaptarse a posibles amenazas. A
pesar de ello, ya han comenzado a buscar nuevas
fuentes de provisión de agua provenientes de los
glaciares del Chimborazo.
El profundo respeto integral a la naturaleza era
uno de los valores arraigados en la cosmovisión de
las comunidades indígenas alto andinas, pero las
nuevas generaciones tienen hoy una nueva forma
de entender su entorno, según lo señala Mesías Usi-
gña (2021, entrevista personal). Factores como la
religión, despojo de tierras cultivables, migración,
cambios en los modos de consumo de las comu-
nidades y sobre todo de las ciudades han genera-
do condiciones de vida inadecuadas en torno a las
montañas, la búsqueda de más recursos ha hecho
que las personas se separen de sus símbolos y creen-
cias.
La disyuntiva a la que nos enfrentamos como so-
ciedad muestra por un lado la exigencia del cuida-
do del páramo hacia las comunidades que viven en
sus inmediaciones para el beneficio de todas las per-
sonas que aguas abajo se benefician de ella, y por
el otro lado está la legítima retribución que las ur-
bes le deben a las comunidades por sus acciones de
conservación del páramo. Es necesario establecer el
vínculo entre lo urbano y lo rural. Comprender el
origen del agua que llega a nuestras ciudades, ayu-
dará a visibilizar la necesidad de un trato justo con
las comunidades que se encargan de la protección
de los páramos. Es importante poner en valor los
sistemas de producción campesina familiar, que son
los que proveen a las urbes.
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
Figura 8. Relación entre la variación de la superficie del glaciar Carihuairazo, la precipitación, temperatura y la actividad vol-
cánica del Tungurahua entre el 2003 y el 2017. En el primer gráfico se observa el incremento o pérdida del área entre cada año
en relación con el año 1956 (0,34 km2). Las barras corresponden a la simulación del modelo hidroglaciológico y las cruces rojas
a las mediciones del contorno del glaciar (solo se incluyó años seguidos de observaciones). En el segundo gráfico se observa la
precipitación estandarizada en cada año. En el tercer gráfico se observa la temperatura estandarizada en cada año. En el cuarto
gráfico se observa la caracterización de la actividad volcánica del Tungurahua con relación a la emisión de cenizas y a eventos
puntuales.
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Artículo científico/Scientific paper
CIENCIAS DE LA TIERRA Hidalgo et al.
Se debe considerar al agua “como un dinami-
zador de la organización comunitaria campesina”
(Chicaiza 2021, entrevista personal), esta percepción
del agua como algo más que solo un recurso, faci-
litaría el compromiso de conservación de las fuen-
tes desde las ciudades, pueblos y comunidades. Las
tensiones provocadas alrededor del páramo revelan
cuestiones más profundas de inequidad y margina-
ción que son las que motivan a los procesos de mi-
gración en varios aspectos: la tenencia de la tierra,
acceso a educación de calidad, acceso a servicios bá-
sicos, acceso a agua de la misma calidad que la que
llega a las grandes ciudades, etc. Los intentos por
frenar el avance de la frontera agrícola, el cuidado
del agua que otros usan, son algunos de los muchos
rostros de esta crisis. En los últimos diez años, he-
mos sido capaces de ir generando datos y modelos
sobre los posibles escenarios climáticos a los que se
podría enfrentar nuestra región; no obstante, esta
información no ha llegado a los agricultores y me-
nos a las comunidades que habitan en los páramos,
así que una parte de este proceso de sensibilización
frente al cambio climático debe estar atravesada por
la democratización de la información climática, que
les permita entender y adaptarse a los cambios que
se evidencian y que tarde o temprano van a afectar
sus modos de vida.
Aunque en la actualidad las comunidades indí-
genas de altura, no discutan específicamente sobre
el cambio climático, no significa que sean ajenos a
esta realidad, pues para ellos si es perceptible un
cambio sustancial en su calendario agrícola. Qui-
zás sus discusiones estén más centradas en aspectos
considerados como prioritarios para su subsisten-
cia diaria, y no podrán articular debidamente una
agenda de cambio climático mientras sus necesida-
des más básicas no estén cubiertas.
3.3.3 Necesidades, desafíos y oportunidades de
adaptación
El contexto socio-económico de la parroquia Cu-
nucyacu es complejo, pues de sus 12 218 habitantes,
el 95% de la población vive bajo condiciones de
pobreza, en un ambiente en donde no todos tienen
acceso a los servicios básicos, y no alcanzan a cubrir
la canasta básica familiar (GAD Parroquía Rural de
Pilahuín, 2015). El riego de auxilio a los cultivos
que normalmente no son regados podría volverse
más importante en el transcurso de los próximos
años debido a la variabilidad pluviométrica. Razón
por la cual, la infraestructura para riego debería po-
sibilitar este tipo de asistencia, mediante sistemas
móviles de aspersión o riego por goteo, y garantizar
de este modo la seguridad alimentaria de esta po-
blación (Gobierno Provincial de Tungurahua, 2011).
Aún no comprendemos del todo la importancia
de los glaciares en los ciclos hidrológicos, y a pe-
sar de ello no contamos con una red de monitoreo y
vigilancia del comportamiento glaciar en los andes,
esto provoca serias incertidumbres en los intentos
de modelización del comportamiento de estas ma-
sas de hielo y su futura influencia en la dotación de
agua para nuestros campos y ciudades.
3.3.4 Limitaciones de la investigación
En cuanto a la implementación y validación del mo-
delo hidroglaciológico, una de las limitaciones fue-
ron las mediciones disponibles. No existe ninguna
estación en el glaciar y las estaciones meteorológicas
cercanas son escasas. Además, se debe considerar
la incertidumbre de la reconstrucción de las series
hacia el pasado a partir del uso del reanálisis ERA5.
Por este motivo, existe incertidumbre en las series
temporales de las variables meteorológicas de en-
trada usadas en el modelo que alcanza un error en
las estimaciones del área del glaciar de 0,02 km2. Sin
embargo, la principal limitante es el escaso número
de mediciones que sirvan para validar el modelo,
que en este caso son las mediciones del área del gla-
ciar. Lamentablemente entre 1957 y 2000, no existen
datos del área del glaciar. El limitado número de
mediciones del área del glaciar genera incertidum-
bre en los valores de los parámetros calibrados del
modelo, ya que puede existir el problema de equi-
finalidad al no existir suficientes restricciones y al
incluir la incertidumbre de las variables meteoroló-
gicas de entrada. En este sentido, el error promedio
en las estimaciones del área alcanza 0,05 km2y es
mayor en las décadas donde no hay observaciones.
De todas formas, el modelo logra simular el retro-
ceso del glaciar satisfactoriamente.
Con relación a la percepción de la comunidad
respecto al retroceso del glaciar, la mayor limita-
ción que enfrentó esta investigación fue el contex-
to de las restricciones inherentes a la pandemia de
COVID-19 que coincidieron con el tiempo de reali-
zación del trabajo de campo. Otra limitante fue la
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Retroceso del glaciar del Carihuairazo y sus implicaciones en la comunidad de Cunucyacu
negativa de la comunidad a realizar las encuestas
de percepción, luego de las reuniones y acuerdos
mantenidos con la dirigencia de la misma. Por ello
no fue posible contar con un insumo estadístico, pa-
ra contrastar con otras experiencias de conservación
del páramo, se realizaron entrevistas a diferentes ac-
tores que trabajan en tareas de investigación, fondos
de agua, dirigencia de organizaciones indígenas, re-
servas privadas y agencias internacionales, para ob-
tener una visión más amplia de la situación socio
ambiental de los páramos en el Ecuador.
4 Conclusiones
A partir de un registro fotográfico, testimonios de la
comunidad y mediciones del contorno del glaciar
Carihuairazo, es inevitable concluir que el glaciar
Carihuarizado ha experimentado un retroceso con-
siderable. Con relación al año 1956, el glaciar ha
perdido el 97,1% y 99,1% de su superficie al año
2017 y 2021, respectivamente. El uso de un modelo
hidroglaciológico evidencia la pérdida del área del
glaciar a partir de finales de los años 70, excepto
por algunos años en donde se evidencia una ligera
recuperación. El retroceso coincide con la tendencia
positiva en el incremento de la temperatura a lo lar-
go de los años, siendo esta variable la que tendría
mayor influencia en la reducción del volumen del
glaciar. El modelo usado tiene algunas limitaciones
y no puede incorporar factores externos como la
caída de cenizas del volcán Tungurahua.
Las condiciones climáticas y de altitud a las que
esta pequeña masa de hielo está sometida lo colocan
en una situación de inevitable extinción. Aunque el
retroceso de los glaciares andinos en el Ecuador
no implique necesariamente una disminución en
la disponibilidad de agua por misma, debido a
que son principalmente los páramos los que asegu-
ran la provisión de agua para las poblaciones, si es
un claro indicador de los cambios de condiciones y
temperaturas que enfrenta este ecosistema.
Es necesario insistir en la necesidad de recopilar
información meteorológica en las zonas cercanas
a los glaciares de los andes ecuatorianos y ajustar
modelos que permitan predecir su comportamiento
en los próximos años para constituir una base cien-
tífica que facilite proponer medidas de adaptación.
El retroceso glaciar afectará algunos ámbitos co-
mo el paisajístico y con él podría existir una afecta-
ción al turismo local, pero su incidencia en la pro-
visión de agua será escasa; no obstante, un proceso
articulado de conservación páramo-glaciar, consi-
derándolo como elementos complementarios, per-
mitirían una mejor gestión de las políticas y de las
acciones a implementar.
Por último, la comunidad científica debe mante-
ner vínculos con las comunidades que se ven afecta-
das por este retroceso glaciar, ya que finalmente son
las personas quienes hacen evidente esta realidad
más allá del comportamiento de las series meteoro-
lógicas.
Agradecimientos
Dra. Sophie Cauvy, Ing. Paúl Jínez, Ing. Gustavo Lu-
cero, Susana Escandón, Ana González, Luis Chicai-
za. A los andinistas que brindaron su soporte y ayu-
da en el trabajo de campo y facilitaron su archivo fo-
tográfico: Ing. Robert Deley y al Ing. Armando Con-
do. Al Lic. Marco Cruz por su valioso aporte desde
su visión de montañista.
Contribución de los autores
DHP; Conceptualización, investigación, supervi-
sión administración de proyecto tratamiento de
datos, visualización, escritura-borrador original.
JCRH; Curación de datos, escritura-revisión y edi-
ción, investigación, recursos, validación. LM; inves-
tigación, recursos, escritura-revisión y edición. BC;
investigación, recursos, escritura-revisión y edición.
VCP; investigación, recursos, escritura-revisión y
edición. CD; Curación de datos, análisis formal, in-
vestigación, metodología, software, visualización,
escritura-revisión y edición. TC; investigación, re-
cursos, escritura-revisión y edición. MV; Concep-
tualización, investigación análisis formal, metodo-
logía, supervisión administración de proyecto, tra-
tamiento de datos, visualización, validación, escri-
tura–revisión y edición.
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