Alteridad, 2025, 20(2), 246-258
julio-diciembre 2025
Vol. 20, No. 2, 246-258
https://doi.org/10.17163/alt.v20n2.2025.07
F
p-ISSN:1390-325X / e-ISSN:1390-8642
http://alteridad.ups.edu.ec
Retroalimentación y herramientas TIC utilizadas por
profesores universitarios
Feedback and ICT tools used by university professors
Dr. Gustavo Toledo-Lara es docente de la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela (España)
(gtoledo@ucjc.edu) (https://orcid.org/0000-0002-5104-9555)
Recibido: 2024-07-18 / Revisado: 2024-10-15 / Aceptado: 2025-01-30 / Publicado: 2025-07-01
Resumen
la retroalimentación es aquel acto que tiene por objeto transmitir
a los estudiantes un conjunto de consideraciones y valoraciones
sobre el desarrollo de las actividades académicas. Existen varios
tipos según la intencionalidad pedagógica de esta y en un contexto
virtual de aprendizaje los docentes han de utilizar herramientas tec-
nológicas para transmitirla. Esta investigación tiene por objetivo: 1)
describir el tipo de retroalimentación que desarrollan los docentes, y
2) explorar las herramientas tecnológicas que usan y recomiendan.
Se diseñó una investigación cuantitativa de tipo descriptivo-explica-
tivo, aplicando un instrumento a 28 profesores el cual se conformó
por 25 ítems distribuidos en 4 dimensiones: 1) información sobre
los participantes, 2) la retroalimentación desarrollada por los
profesores, 3) herramientas tecnológicas utilizadas al transmitir
la retroalimentación y 4) las herramientas recomendadas para
transmitir la retroalimentación. Entre los resultados se destacan: a)
el tipo predominante es la de fallos y aciertos para el logro de los
objetivos de aprendizaje b) el correo electrónico y el foro de discu-
sión son las principales herramientas que se usan y recomiendan,
c) a mayor formación tecnológica, los profesores diversificarán las
herramientas tecnológicas. Las conclusiones confirman las hipó-
tesis planteadas: los docentes retroalimentan para transmitir fallos
y aciertos, utilizan básicamente el foro de discusión y el correo, y
suelen recomendar las mismas herramientas tecnológicas mientras
afirman necesitar más formación tecnológica.
Palabras clave: retroalimentación, tecnología educativa, aprendi-
zaje en línea, personal académico docente, universidad, tecnología
de la comunicación.
Abstract
feedback is the act that aims to transmit to students a set of
considerations and evaluations on the development of academic
activities. There are several types of feedback according to the
pedagogical intentionality of this and in a virtual learning context,
teachers have to use technological tools to transmit feedback. This
research aims to: 1) describe the type of feedback that teachers
develop, and 2) explore the technological tools they use and
recommend. A descriptive-explanatory quantitative research was
designed, applying an instrument to 28 teachers which consisted
of 25 items distributed in 4 dimensions: 1) information about
the participants, 2) the feedback developed by the teachers, 3)
technological tools used to transmit feedback and 4) the tools rec-
ommended to transmit feedback. Among the results, the following
stand out: a) the predominant type of feedback is that of failures
and successes for the achievement of learning objectives b) e-mail
and discussion forum are the main tools used and recommended,
c) the more technological training, the more teachers will diversify
the technological tools. The conclusions confirm the hypotheses
put forward: teachers give feedback to transmit failures and suc-
cesses, basically use the discussion forum and e-mail, and tend to
recommend the same technological tools while claiming to need
more technological training.
Keywords: feedback, educational technology, electronic learning,
academic teaching personnel, higher education institutions, infor-
mation technology.
FForma sugerida de citar (APA): Toledo-Lara, G. (2025). Retroalimentación y herramientas TIC utilizadas por profesores universita-
rios. Alteridad, 20(2), 246-258. https://doi.org/10.17163/alt.v20n2.2025.07
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258 247
1. Introducción
El ejercicio docente que se desarrolla en el
contexto universitario, adquiere un nuevo sentido
al momento de que este se ejecuta en un contexto
virtual de aprendizaje bajo lo que se conoce común-
mente como educación virtual. Así, este contexto
virtual cuenta con un conjunto de elementos que
acompañan el proceso pedagógico en el que, entre
otros aspectos, se encuentra lo que se denomi-
na retroalimentación. En este sentido, se identifi-
can varios tipos en función de la intencionalidad
pedagógica de esta ya que no todas las formas de
retroalimentar son iguales ni persiguen los mismos
objetivos. Por otra parte, al tratarse de un contexto
virtual de aprendizaje, no es suficiente con que los
docentes sean expertos en sus respectivas disciplinas
o campos de estudio sino que además, han de contar
con un proceso formativo que entre otros aspectos,
les permita reconocer y utilizar varias herramientas
tecnológicas que puedan enriquecer la experiencia
de transmitir la retroalimentación a sus estudiantes
ya que el hecho de manejar por ejemplo un campus
virtual o un aula virtual, no suele ser garantía de una
variedad en el uso de herramientas tecnológicas con
intencionalidad pedagógica.
En definitiva, se trata, por una parte, de inves-
tigar sobre la connotación pedagógica que acompaña
la intencionalidad al transmitir la retroalimentación
y sus tipos por parte de un grupo de docentes uni-
versitarios, y por otra se hace necesario identificar
aquellas herramientas tecnológicas que se utilizan y
recomiendan al compartirla a los estudiantes. Toda
vez que, un proceso de transformación digital como
objetivo institucional asumido por la institución
universitaria, implicará en su caso, el fomento de
una cultura digital que por medio de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación, permita tanto
enriquecer la experiencia docente, mejorar el proce-
so pedagógico de los estudiantes y fomentar la visión
de que la virtualidad no implica necesariamente el
sentimiento de lejanía o distancia entre los actores
activos del proceso pedagógico.
1.1 La retroalimentación y su sentido
pedagógico
En el contexto universitario, el seguimiento
que realiza el docente hacia sus estudiantes pasa por
reconocer la importancia del proceso evaluativo for-
mativo, es decir, el docente ha de acompañar al estu-
diante en el transcurso de sus estudios. La acción que
ejerce el docente para transmitir sus valoraciones
respecto al desempeño de sus estudiantes se deno-
mina retroalimentación (Trejo, 2021) con lo cual,
es un hecho asociado al logro del aprendizaje y es
parte de la evaluación formativa (Mollo y Deroncele,
2022) catalogándose como la acción principal en la
transmisión de las valoraciones respecto a un logro
determinado. El sentido de esta acción tiene profun-
das raíces pedagógicas en cuanto a que es el docente
el que inicia la comunicación con el objeto de que
el estudiante perciba aquellos elementos que, en su
caso, pueden ser fortalezas o retos a superar.
Con independencia de que el resultado de una
determinada actividad académica no sea el esperado
(Valdivia, 2014), el mensaje que se ha de transmitir
al desarrollar dicha acción ha de gestarse desde la
convicción que, en efecto, ha de ejercer un poder
autorregulador del propio aprendizaje por parte
del estudiante (Parra Martínez et al., 2022), a partir
del tipo de retroalimentación que el docente asuma
como práctica pedagógica. Por lo tanto, dicha acción
debe estar vinculada a los procesos pedagógicos
de manera que el ejercicio retroalimentador en sí
mismo sea un recurso de aprendizaje, en este caso
para la educación superior.
Al revisar la literatura científica, se confirma
la importancia que tiene en múltiples esferas del
quehacer docente universitario. Así, permite que
los estudiantes reconozcan su nivel de desempeño y
los aspectos que necesita mejorar (Valdivia, 2014),
fomenta el desarrollo del pensamiento crítico (León-
Warthon, 2021), permite que el estudiante pueda
activar procesos internos para la autorregulación de
su propio aprendizaje (García et al., 2021), fomenta
la comunicación interpersonal no lineal entre docen-
te y estudiante (Sepúlveda-Romero, 2019), ha de ser
comprensible, pertinente, objetiva y constructiva
(Espinoza Freire, 2021) y además puede fomentar el
surgimiento de acciones de índole preventiva enfo-
cadas hacia un proceso de mejora continua (Veytia
Bucheli y Rodríguez Serrano, 2021). Todo lo anterior
está enmarcado en el rol que ejerza el docente y su
posición ante el ejercicio pedagógico de su función
formadora, con lo cual, se trata de que la acción de
transmitir al estudiante valoraciones y consideracio-
nes, tiene como punto de partida la función docente.
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
248
Se identifican varios tipos de retroalimenta-
ción los cuales van a responder a la intencionalidad
pedagógica de parte de quien la ejerza. Su tipifica-
ción no representa conceptos absolutos, sin embar-
go, presenta indicadores que permiten perfilar un
determinado tipo desde el elemento dominante de
esta. Así y de acuerdo con lo señalado por Espinoza
Freire (2021) se identifican cuatro tipos: el primero
se corresponde con una basada en la comunicación
de logros obtenidos y limitaciones por parte del estu-
diante ante el desarrollo de una actividad académica.
En este tipo se incluye la comunicación de los crite-
rios de evaluación y la indicación de acciones que
se establecen para intentar solucionar las posibles
dificultades. Esta se denomina “retroalimentación
orientada a los resultados de la actividad académica.
El segundo tipo tiene que ver con procedi-
mientos que se desarrollan al momento de realizar
la actividad académica: el nivel de comprensión, las
estrategias de aprendizaje que se ejecutan dentro del
proceso pedagógico, los recursos empleados, y el
proceso crítico y reflexivo llevado a cabo por el estu-
diante (Sepúlveda-Romero, 2019). Esta se denomina
retroalimentación orientada a los procesos.
Un tercer tipo se corresponde con transmitir
al estudiante, habilidades que han intervenido para
que estas sirvan de orientación al momento de rea-
lizar actividades académicas con el fin de fomentar
el pensamiento autónomo, la autorregulación del
aprendizaje y la autoevaluación del proceso transi-
tado (García et al., 2021). Esta se le conoce como
retroalimentación orientada al autoaprendizaje.
El cuarto tipo está más vinculado a la persona,
es decir, se transmite información sobre competen-
cias personales del propio estudiante para que iden-
tifique sus propios logros y fortalezas y como estas le
ayudan al desarrollo de sus estudios y al realizar una
actividad académica (León-Warthon, 2021). Aquí se
incluye, intercambio personal de experiencias que
han llegado a determinar el proceso de aprendizaje
tanto del docente como el estudiante, el valor de la
implicación en los estudios y la responsabilidad. Este
tipo de se denomina “retroalimentación orientada en
la persona.
Si bien es cierto que, a lo largo de la revisión
científica, se confirma el valor de dicha acción en
el desarrollo del proceso de aprendizaje de los estu-
diantes, resulta necesario desarrollar estudios que
evidencien las prácticas que despliegan los docentes
universitarios. Es decir, se trata de exponer hallazgos
sobre las tendencias actuales en la forma en que
los docentes configuran su práctica y qué es lo que
suelen transmitir a sus estudiantes. Esto permitiría
identificar, por ejemplo, en qué medida los docentes
orientan su enseñanza hacia los procesos, los resul-
tados, el autoaprendizaje o el desarrollo personal,
considerando que estos enfoques implican un diá-
logo reflexivo “sobre los retos y oportunidades de
aprendizaje” (León-Warthon, 2021, p. 564), así como
también “un proceso sistemático, sistémico, partici-
pativo y reflexivo” (García et al., 2021, p. 47).
1.2 La Inteligencia Artificial (IA) y
analíticas de aprendizaje
Las modificaciones sustantivas inherentes al
quehacer universitario, dan cuenta de que, en efecto,
la presencia de las tecnologías ha permitido el redes-
cubrimiento de nuevas lógicas de entendimiento, en
este caso desde el campo de acción entre el docente
universitario y los estudiantes. En este sentido, la
dinámica global ha impuesto la necesidad del mane-
jo de ciertas herramientas tecnológicas que en el
contexto universitario han de permitir una mejor
personalización del aprendizaje siempre contando
con la presencia de los actores activos del hecho
pedagógico. Ahora bien, con lo respecta a la IA, es
necesario recordar que consiste en aquel sistema
informático que tiene la capacidad de imitar el razo-
namiento humano con respecto al procesamiento
de datos externos, los cuales, podrá transformar en
información (Toledo Lara, 2024).
Esto quiere decir que estamos ante una herra-
mienta potente, que puede ser capaz de procesar
un volumen alto de datos y en muy poco tiempo, lo
que puede traducirse en la mejora de la atención al
estudiante y, por ende, en la personalización de dicha
atención (Menacho et al., 2024). Por ejemplo: puede
utilizarse para la adaptación de las experiencias de
aprendizaje desde sus necesidades favoreciendo la
generación de una retroalimentación precisa y al
momento (González, 2023). También para el diseño
de sistemas inteligentes de tutorías (López et al.,
2024) sin perder de vista al aprendizaje como epi-
centro (Moreno-Olivos, 2021), además de que ayu-
dará a identificar los problemas de los estudiantes y
aquellos elementos que pueden afectar o interferir en
su progreso académico (Valencia y Figueroa, 2014).
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador 249
Así, y en la esfera de la educación virtual,
se pueden identificar de momento, cuatro de sus
tipos los cuales han sido sintetizados de la siguiente
manera según Contreras Bravo et al. (2021): al pri-
mero se le conoce con el nombre de “e-learning” y
en el que se incluye el aprendizaje no presencial y
asíncrono. El siguiente es el llamado “b-learning”
enfocado desde la combinación entre lo presencial
y lo virtual. A continuación, tenemos el “m-learnig”
que gira en torno al aprendizaje online por medio de
dispositivos móviles. Finalmente nos encontramos
con el “g-learning” y básicamente tiene que ver con
el desarrollo del e-learning, pero con la presencia
del elemento gamificador o componente vinculado
desde una perspectiva didáctica aplicada para tal fin.
Esta tipificación nos permite identificar las
áreas en las cuales puede ubicarse la acción a aplicar
desde las analíticas de aprendizaje en la educación
virtual y, como resultado de la vinculación y el uso de
variadas herramientas, puede utilizarse en el análisis
del proceso pedagógico que allí se desarrolla. Por
consiguiente, el docente universitario, podrá perfilar
y personalizar la forma en que, por ejemplo, transmi-
te sus consideraciones a sus estudiantes como opor-
tunidad para dar a conocer las valoraciones respecto
a las evidencias de aprendizaje. Todo lo anterior no
está exento de retos a superar, por ejemplo, se hace
necesario el trabajo desde la tecnoética como raíz
primigenia para un uso racional, honesto y equili-
brado de este conjunto de herramientas (Norman-
Acevedo, 2023) toda vez que se ha de insistir a los
estudiantes desde lo crítico y analítico (De Souza y
Rocha, 2025), ante los riesgos que representa el uso
indebido de las herramientas tecnológicas respecto
al tránsito por los estudios universitarios. Además de
esto, los sesgos ideológicos presentes en los algorit-
mos necesitan de un criterio formado para en efecto,
poder determinar hasta qué punto la respuesta gene-
rada por este tipo de herramientas es tecnoéticamen-
te la más acertada.
Tal y como exponen, Lonn et al. (2015) y Li et
al. (2020), la analítica se ubica en la educación supe-
rior con el objeto de manejar grandes volúmenes
de datos, los cuales han de transformarse en infor-
mación relacionada con el desempeño académico
y en su caso, poder establecer tanto un diagnóstico
como las tendencias que se pueden identificar en
un momento determinado del desarrollo curricular.
Así, se identifican dos vías de aplicación de la analí-
tica: la llamada analítica de aprendizaje que permite
visualizar el flujo de la interacción entre los usuarios
y los elementos que están presentes en los entornos
virtuales de aprendizaje y la otra, se conoce como
analítica académica la cual trabaja, por ejemplo,
con la predicción del rendimiento académico de un
grupo de estudiantes de una sección o aula.
Por lo tanto, la analítica de aprendizaje se
centra en la recopilación, análisis e interpretación de
datos sobre los estudiantes y sus contextos, con el fin
de profundizar en la comprensión de la experiencia
educativa y mejorar los factores que influyen en su
desarrollo y en el entorno de aprendizaje (Contreras-
Bravo et al., 2021, Wong et al., 2019). Todo esto
supone, además, identificar quienes son las personas
que generan los datos a analizar, el manejo de Big
Data al procesar datos de distintos momentos (pasa-
do, presente e intentar predecir el comportamiento
futuro de los estudiantes), sin dejar de reconocer que
lo anterior favorecerá la interpretación de los datos
transformados en información, para posteriormente
establecer líneas de acción a partir de los resultados.
Hablamos entonces de machine learning (aprendizaje
automático), data mining (minería de datos), o natu-
ral language processing (procesamiento del lenguaje
natural) (González, 2023; Rivero Panaqué y Beltrán
Castañón, 2024).
El nuevo panorama didáctico que se muestra a
la enseñanza universitaria, exige la necesidad de dar
el paso de la alfabetización tecnológica a la cultura
digital. Esto quiere decir que el aprovechamiento de
las herramientas tecnológicas por parte de los docen-
tes universitarios, debe asumirse como una oportu-
nidad estratégica y privilegiada para la mejora de la
acción docente, por lo tanto, la resistencia al cambio
bajo el subterfugio de la tradición (Cajamarca-
Correa et al., 2024), debe estar lejos de la actividad
de la universidad.
1.3 Retroalimentación y entorno virtual
de aprendizaje desde la Universidad
En la educación a distancia, y en un entorno
virtual de aprendizaje, el proceso evaluativo ha teni-
do una observación particular, ya que no siempre se
asocia a un sentido real porque se suele comparar con
el proceso evaluativo que se desarrolla en una moda-
lidad presencial. De acuerdo con Bañuelos Márquez
y Montero Montiel (2017), la calidad educativa no
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
250
ha de depender de la modalidad sino de la calidad
de los procesos asociados a la experiencia de apren-
dizaje. Por otra parte, los estudios desarrollados por
García et al. (2021) exponen como preocupación que
en la modalidad virtual se observa una tendencia a
emplear un procedimiento evaluativo asociado a un
estilo tradicional y con pocas variaciones, por ejem-
plo: realización de exámenes escritos, trabajos cortos
con una estructura más propia de una modalidad no
correspondiente con lo virtual, entre otros.
A efectos de esta investigación, se entiende que
un entorno virtual de aprendizaje es aquel ambiente
educativo, que se constituye como una forma de edu-
cación a distancia y se desarrolla a través del uso de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(en adelante, TIC) (Sepúlveda-Romero, 2019). En este
sentido, la docencia que se desarrolla en el entorno
virtual de aprendizaje ha de contar con una metodo-
logía docente específica que intente crear un ambiente
formativo de interacción e interactividad adaptado al
contexto virtual (Tanevich et al., 2021). Por lo tanto, la
actitud de los docentes ante el uso de las tecnologías
(Sánchez Prieto et al., 2017) puede servir para inferir
el posible impacto en el proceso pedagógico ya visto
desde la perspectiva docente.
Una visión crítica la expone García Peñalvo
(2021) al afirmar que la “tecnología avanza a un
ritmo diferente al de su aceptación y adecuación
legal” (p. 3). Esto confirma la idea de que un uso
eventual de las TIC, no planificado y que carezca
de intencionalidad pedagógica, no puede asumirse
como una práctica correspondiente a una docencia
online, básicamente porque esas TIC en ese caso,
se utilizan con un sentido más instrumentalista que
como una herramienta que sirva para digitalizar los
procesos, además las TIC por sí solas no operarán
ningún cambio sin el proceso crítico y formativo que
ha de acompañar su uso (Toledo Lara, 2021).
Lo anterior permite inferir la necesidad de
transcender la visión centralizada en la disposición
docente ante el uso de algunas herramientas, para
dar paso a un profundo proceso de transformación
digital en el seno universitario con el objetivo de
que en el caso de la retroalimentación, el uso de
las herramientas tecnológicas no sea impedimento
para lograr lo que Sepúlveda-Romero (2019, p. 95)
denomina como “humanización del acto de la retro-
alimentación en la educación virtual”, toda vez que
las TIC van a favorecer los procesos interactivos del
aprendizaje (Mollo y Deroncele, 2022).
La planificación y formación docente univer-
sitaria, se ha de desarrollar bajo criterios pedagógicos
compatibles con los cambios que se generan a nivel
universitario. En este sentido, ya se ha de hablar de
lo que García-Peñalvo (2018) denomina como “eco-
sistema tecnológico universitario” el cual se entiende
como la interacción e integración de diversos progra-
mas y componentes de software que permitan cons-
truir un sentido digital de la animación universitaria,
con el objeto de que se pueda progresar en este caso,
en el uso que se hace las TIC desde la convicción
que estas ya no son meras herramientas que se uti-
lizan en caso de emergencias pedagógicas, sino que
pueden recibir un tratamiento y una intencionalidad
pedagógica que pueda favorecer el trabajo de la com-
petencia tecnológica y así, estar en armonización con
la sociedad de la información.
Todo lo anterior ha de observarse desde
la perspectiva de la transformación digital de la
Universidad para así evitar que el uso de la tecno-
logía se limite a introducir novedades tecnológicas
mientras se siguen con las mismas prácticas (García-
Peñalvo y Corell, 2020). Con respecto a las herra-
mientas que se pueden utilizar para transmitirla,
existe un acuerdo entre los autores consultados sobre
el hecho de que contar con dichas herramientas, no
asegura automáticamente que los estudiantes puedan
aprender (Ferrada-Bustamante et al., 2021). Por lo
tanto, además de la disposición del docente uni-
versitario a conocer herramientas en función de la
transmisión de sus comentarios o valoraciones, tam-
bién se ha de contar con la disposición institucional
(Avendaño-Castro et al., 2021).
La literatura científica hace referencia a herra-
mientas tecnológicas contextualizadas en entornos
virtuales de aprendizaje las cuales se han aplicado
al momento de trasmitir a los estudiantes valora-
ciones sobre sus aportaciones y sobre la forma en
que estos realizan las actividades académicas. Así, se
reconocen las “píldoras formativas” (Crespo Miguel
et al., 2020), el podcast (Andrade y Páez, 2021), el
correo electrónico, foro de debate y de discusión,
tableros compartidos y el uso de las plataformas
educativas (Avendaño-Castro et al., 2021; Montiel,
2020; Sepúlveda-Romero, 2019; Veytia Bucheli y
Rodríguez Serrano), el vídeo (Segovia-Chamorro y
Guerra-Zúñiga, 2020). No todas las herramientas
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador 251
tecnológicas se utilizan indistintamente para trans-
mitirla por parte de los docentes, es decir, hay herra-
mientas cuyo uso se inclina más hacia responder a
consultas o aclaratorias como por ejemplo el correo
electrónico, mientras que hay otras herramientas
cuyo uso es más favorable al momento de transmitir
los diferentes tipos de comentarios como por ejem-
plo el foro de discusión.
Luego de las constataciones obtenidas a par-
tir de la revisión de la literatura científica, se hace
necesario intentar responder a las siguientes inte-
rrogantes: 1) ¿Es cierto que los profesores hacen la
retroalimentación a sus estudiantes, con el fin de
que estos puedan identificar tanto los fallos como los
aciertos para lograr los objetivos de aprendizaje? 2)
¿Los profesores suelen utilizar el correo electnico
y el foro de discusión como las herramientas princi-
pales al momento de transmitirla a sus estudiantes?
3) Cuando los profesores sienten que necesitan más
formación tecnológica ¿coinciden en cuanto a las
herramientas tecnológicas que usan y recomiendan
al momento de transmitir sus comentarios o valo-
raciones? Ante estas interrogantes, en esta investiga-
ción se plantearon las siguientes hipótesis:
H1: los profesores realizan la retroalimentación
para que los estudiantes puedan identificar los
fallos y aciertos para el logro de los objetivos de
aprendizaje.
H2: Los profesores que ejercen docencia en la
educación virtual, utilizan el correo y el foro de
discusión como principales herramientas.
H3: Los profesores que afirman necesitar más for-
mación tecnológica, suelen usar y recomendar las
mismas herramientas que usan para transmitir sus
comentarios y valoraciones.
2. Metodología
Diseño y procedimiento: esta es una investi-
gación cuantitativa de tipo descriptivo-explicativo
(Lafuente y Marín, 2008; Huber et al., 2018), rea-
lizada confidencial y voluntariamente para efectos
investigativos de este estudio.
Participantes: la muestra estuvo compuesta
por 28 profesores quienes desarrollan su activi-
dad docente en el Grado Oficial en Maestro de
Educación Infantil, modalidad semipresencial, en
una Universidad privada ubicada en Madrid. De
estos 28 profesores, el 78,6 % son doctores (n=22),
y el 21,4 % tiene el nivel de Máster (n=6). Por otra
parte, el 60,7 % (n=17) se encuentra en el rango de
36-46 años, el 25 % (n=7) en el rango de 47-58 años,
el 10,7 % (n=3) entre los 25 y 35 años y el 3,6 % (n=1)
está en el rango de 59-69 años. Con respecto a la
acreditación, el 50 % (n=14) tiene al menos una acre-
ditación mientras que el 50 % restante (n=14) no se
encuentra acreditado al momento de responder a la
encuesta. Entre estos 28 profesores, el 42,9 % (n=12)
tiene entre 5-10 años de experiencia docente en la
educación universitaria, igualmente el 42,9 % (n=12)
cuenta con 10-15 años de experiencia. Otros datos
lo conforman aquellos profesores con 20-30 años de
experiencia (10,7 % n=3) y el 3,6 % (n=1) entre 15 y
20 años de experiencia.
Instrumento: se diseñó un instrumento espe-
cífico para este estudio, adaptando el mismo a par-
tir de las investigaciones realizadas por Espinoza
Freire (2021); Narváez y Verdezoto (2021); Garcés
Bustamante et al. (2020); Sepúlveda-Romero (2019);
Veytia Bucheli y Rodríguez Serrano, (2021); Montiel
(2020); Segovia-Chamorro y Guerra-Zúñiga (2020);
y Andrade y Páez (2021), contando con la validación
de dos expertos. El instrumento final consistió en un
cuestionario conformado por 25 ítems distribuidos
en 4 dimensiones: 1) información sobre el partici-
pante de la encuesta (4 ítems), 2) la retroalimenta-
ción que desarrollan los profesores con sus estudian-
tes (11 ítems), 3) las herramientas tecnológicas que
utilizan los profesores para realizar la retroalimen-
tación (5 ítems) y 4) las herramientas que estos pro-
fesores recomiendan para compartir la retroalimen-
tación a los estudiantes (5 ítems). Las dimensiones 2
y 3 se ajustaron a la escala de Lickert (Rositas, 2014)
con 5 puntos (1=nunca y 5= siempre), mientras que
la dimensión 4 se ajustó a la misma escala de Lickert
pero modificando la nomenclatura (1=nada reco-
mendable y 5= muy recomendable).
Análisis de datos: para el análisis de datos
se utilizó el programa SPSS Statistics (versión 26,
IBM International Business Machines Corporation),
tomando los datos generados para la media (M), la
desviación estándar (DE) y la r de Pearson para la
correlación de las variables (Hernández et al., 2018).
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
252
3. Resultados
Al revisar los resultados relacionados con el
perfil de los participantes, se observa que a nivel glo-
bal se trata de un docente universitario con el título
de doctor (M=2,79; DE=0,418), acreditado (M=0,50;
DE=0,509) cuyo rango de edad oscila entre los 36-47
años (M=2,21; DE= 0,686), y que tiene aproximada-
mente entre 5 y 15 años de experiencia en la docencia
universitaria (M=1,82; DE=0,945). Los resultados
obtenidos sobre la retroalimentación que realizan los
docentes consultados, hablan de que efectivamente
todos la realizan (100 %) y de este porcentaje, el 60,7 %
(M=4,57; DE=0,573) indica que siempre la hace sobre
los resultados de aprendizaje (Resapren) (M=4,25;
DE=0,928). Así, se observa que es una práctica cons-
tante, no obstante, el resto de los ítems que conforman
la dimensión 2 presentan unos resultados que en su
mayoría están en la media de cada uno de ellos, pero
la concentración de las respuestas en algunos casos,
permite inferir cierta dispersión (ver tabla 1).
Así, entre los ítems se destaca la percepción
de los profesores al considerar que es útil para sus
estudiantes (Utilest) (M=4,46; DE=0,922) y que se
hace para que el propio estudiante pueda identificar
los fallos y aciertos para el logro de sus objetivos
de aprendizaje (Objapren) (M=4,39; DE=0,682),
además de que estos profesores comparten su opi-
nión personal desde las valoraciones positivas para
aumentar la motivación de sus estudiantes (Motiv)
(M=4,29; DE=0,897) y para que esos mismos estu-
diantes adquieran mayor autonomía respecto a sus
estudios (Autonom) (M=4,07; DE=0,900).
Uno de los ítems en los que se observa mayor
variabilidad en la respuesta es el que se corresponde
con su realización como parte de lo que se pide dentro
de los deberes docentes. Mientras que el 100 % de los
profesores consultados asegura hacerla, el 42,9 % indica
que la hace como parte de lo que se le pide dentro de
sus deberes docentes, aunque las proporciones en esta
respuesta son compatibles con una notable variabilidad
(Deberes) (M=3,71; DE=1,436). Se percibe además que
a veces necesitan formación tecnológica para mejorar la
forma en que transmiten sus comentarios y valoracio-
nes (Form_tec) (M=2,61; DE=1,100), aunque abogan
por utilizar herramientas tecnológicas para compartirla
(No_tic) (M=2,18; DE=1,124) y generalmente la trans-
miten por escrito (Escrito) (M=3,57; DE=0, 879) y des-
cartan en su mayoría utilizar un vídeo para compartirla
(Vídeo) (M=1,79; DE=0,917).
Tabla 1. Ítem, etiqueta, Media y DE de la dimensión 2: la retroalimentación que el docente desarrolla a sus
estudiantes
Ítem Etiqueta M DE
La realizo a todos mis estudiantes. Todosest 4,57 0,573
Siento que es útil para mis estudiantes. Utilest 4,46 0,922
La realizo sobre los resultados de aprendizaje. Resapren 4,25 0,928
La realizo para que el propio estudiante identifique los fallos y aciertos para el logro de los
objetivos de aprendizaje. Objapren 4,39 0,682
La realizo para que el estudiante adquiera mayor autonomía respecto a sus estudios. Autonom 4,07 0,900
La realizo para que cada estudiante reciba mi opinión a nivel personal, compartiendo valo-
raciones positivas con el interés de aumentar su motivación. Motiv 4,29 0,897
La realizo porque así se me pide como parte de mis deberes docentes. Deberes 3,71 1,436
Cuando la hago, prefiero comunicarme por escrito. Escrito 3,57 0,879
Realizo un vídeo para compartirla con mis estudiantes. Vídeo 1,79 0,917
Siento que podría necesitar formación tecnológica para mejorar la forma en que transmito
mi retroalimentación. Form_tec 2,61 1,100
Opino que la retroalimentación es importante, pero preferiría no utilizar herramientas tec-
nológicas para compartirla. No_TIC 2,18 1,124
Con relación a la dimensión 3 sobre las
herramientas tecnológicas que utilizan los docen-
tes encuestados, los resultados indican que el 96,4
% generalmente utiliza el correo electnico para
compartirla (U_correo) (M=3,50; DE=0,923), y en
segundo lugar utilizan el foro (U_foro) (M=2,50;
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador 253
DE=1,106). En este caso (ver tabla 2), la tendencia
predominante es que se utilice el correo electró-
nico, con menor frecuencia el foro de discusión, y
muy esporádicamente se varían las herramientas
que se utilizan entre las que se encuentran el vídeo
(U_vídeo) (M=2,00; DE=1,155) y el archivo de audio
(U_audio) (M=1,82; DE=1,156). Con respecto a las
redes sociales (U_RRSS) (M=1,36; DE=0,621) esta-
dísticamente hablando, prácticamente nunca han
sido utilizadas para compartir los comentarios o
valoraciones. A nivel general se observa cierta ten-
dencia a combinar el correo electrónico y el foro de
discusión como las herramientas más comunes. Sin
embargo, en el caso del foro de discusión, aunque se
identifica una M=2,50 correspondiente en este caso a
casi nunca/a veces” la dispersión nos sugiere que no
hay una concentración muy definida, como para ase-
gurar categóricamente que hay una gran coinciden-
cia en las preferencia en su uso, aun estando en una
segunda posición con respecto al correo electrónico.
Tabla 2. Ítem, etiqueta, Media y DE de la dimensión 3: las herramientas tecnológicas que utilizan los profesores
para transmitir la retroalimentación
Ítem Etiqueta M DE
Utilizo el correo electrónico. U_correo 3,50 0,923
Utilizo el foro de discusión. U_foro 2,50 1,106
Utilizo un vídeo. U_vídeo 2,00 1,155
Utilizo un archivo de audio. U_audio 1,82 1,156
Utilizo una o varias redes sociales. U_RRSS 1,36 0,621
En la dimensión 4 se analiza el resultado
sobre las herramientas que los docentes universita-
rios consultados recomiendan para transmitir sus
comentarios o valoraciones. Al evaluar los estadís-
ticos correspondientes a esta dimensión (ver tabla
3), se observa un mayoritario porcentaje respecto a
recomendar el uso del correo electrónico (R_correo)
(M=3,93; DE=0,813), es decir, el 96,4 % de los pro-
fesores, básicamente recomienda esta herramienta.
Sin embargo, no se observa una tendencia en cuanto
a recomendar una sola herramienta en particular, es
decir, los docentes se inclinan a recomendar varias
herramientas tecnológicas. Así, por ejemplo reco-
miendan el foro de discusión (R_foro) (M=3,32;
DE=1,335), el vídeo (R_vídeo) (M=3,25; DE=1,266)
y el archivo de audio (R_audio) (M=3,00; DE=1,
361). Por su parte, respecto al uso de las redes socia-
les, prácticamente en su totalidad consideran que
es poco o nada recomendable (R_RRSS) (M=2,07;
DE=0,900). Aunque no se identifique una sola herra-
mienta categóricamente preferente, si que se infiere
que los docentes universitarios consultados, están
inclinados a recomentar varias herramientas aunque
en la práctica se inclinen básicamente a utilizar el
correo electrónico y el foro de discusión.
Tabla 3. Ítem, etiqueta, Media y DE de la dimensión 4: Herramientas recomendadas para compartir la
retroalimentación a los estudiantes
Ítem Etiqueta M DE
El correo electrónico. R_correo 3,93 0,813
El foro de discusión. R_foro 3,32 1,335
El vídeo. R_vídeo 3,25 1,266
El archivo de audio. R_audio 3,00 1,361
Las redes sociales. R_RRSS 2,07 0,900
Por otra parte, se encontró una correlación
lineal estadísticamente significativa, moderada
(Hernández et al., 2018) y directamente proporcional
entre utilizar el foro de discusión y que esta se perciba
como útil para los estudiantes y que los mismos estu-
diantes puedan identificar los fallos y aciertos para el
logro de los objetivos de aprendizaje , toda vez que se
transmita a todos . Esto quiere decir que la correlación
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
254
estadística sugiere que el uso del foro está más asocia-
do con el sentido pedagógico y formativo del mensaje
que se transmite. En cambio, el uso del correo elec-
trónico no muestra una asociación estadísticamente
significativa. Por lo tanto, aunque esta herramienta es
notablemente común entre los profesores universita-
rios encuestados, los mensajes que se transmiten por
este medio tienden predominantemente a tener un
carácter resolutivo y consultivo.
Otro dato a destacar es la correlación lineal
significativa que se observa, entre transmitir la retro-
alimentación como parte de los deberes docentes
y que los estudiantes la reciban para aumentar la
motivación de estos desde el compartir valoraciones
positivas. En este caso se trata de una correlación
moderada y directamente proporcional con lo cual
se puede inferir que aquellos docentes que la realizan
y transmiten a sus estudiantes, asumen que además
de ser un deber, va a servir para incrementar la
motivación de sus estudiantes desde las valoraciones
positivas a partir de la transmisión de la opinión per-
sonal. Por lo tanto, a mayor cumplimiento del deber
docente, estos mismos docentes van a percibir que
aumenta la motivación de los estudiantes.
Con respecto al uso y recomendación de
determinadas herramientas para transmitir los
comentarios y valoraciones, a nivel global se confir-
ma una correlación moderada/fuerte y directamente
proporcional entre el uso de una determinada herra-
mienta y la recomendación de esta. Es un patrón que
se repite de forma bastante uniforme, por ejemplo se
observa una correlación moderada y directa entre el
uso del correo y su recomendación , y una correla-
ción fuerte y directa entre el uso del foro de discu-
sión y su recomendación Sin embargo, los resultados
observados también reflejan una correlación fuerte y
directamente proporcional entre necesitar formación
tecnológica para mejorar la forma en que se trasmite
y usar las redes sociales y recomendarlas . Por lo
tanto, mientras más formación tecnológica necesiten
los profesores, mejor capacitación tendrán para en su
caso, poder recomendar o utilizar las redes sociales
para transmitir las consideraciones a sus estudiantes.
En síntesis, el manejo de una determinada
herramienta va a establecer el grado en que esta se
recomienda y en el estudio observado, las que mayor
implicación tienen tanto por la frecuencia del uso,
así como por la connotación pedagógica que pue-
dan tener son dos: el foro de discusión y el correo
electrónico. Entre estas dos herramientas se observa
además una correlación lineal estadísticamente sig-
nificativa, moderada y directamente proporcional .
4. Discusión y conclusiones
Los estudios realizados por Garcés Bustamante
et al. (2020) confirman el hecho de que la retroali-
mentación que se transmite a los estudiantes univer-
sitarios resulta útil, ya que fomenta el mejoramiento
del aprendizaje y la “autorregulación sistemática” (p.
39). En este sentido, los resultados obtenidos avalan
esta afirmación ya que se corrobora el hecho de que
los profesores realizan esta práctica bajo la premisa
de que es útil, además de que va a servir para que los
propios estudiantes visualicen los logros obtenidos,
como resultado del proceso pedagógico contextua-
lizado en el ambiente universitario y en este caso en
un contexto virtual de aprendizaje.
Su sentido pedagógico se centra básicamente,
según Narváez y Verdezoto (2021), en transmi-
tir al estudiante aquella valoración que el docente
hace, para contribuir al desarrollo de un conjunto
de destrezas receptivas en el estudiante, además de
fomentar la motivación al logro y a la autonomía en
los estudios. De allí se confirma que los profesores
asumen como deber propio, realizarla y de acuerdo
con Espinoza Freire (2021) el centro de interés debe
estar en “los procesos cognitivos y procedimentales,
más que en lo actitudinal” (p. 393).
Al tratarse de estudios en un contexto virtual
de aprendizaje, el acompañamiento que se pueda
ofrecer a los estudiantes se convierte en un factor
determinante, ya que el estudiante puede experi-
mentar sensación de soledad al encontrarse con una
plataforma online (Sepúlveda-Romero, 2019). Por lo
tanto, y como confirma Parra Martínez et al. (2022),
la retroalimentación en forma de comentarios puede
favorecer además de la adquisición de conocimien-
tos, una mejora sustantiva en el aprendizaje y en los
factores afectivos (Narváez y Verdezoto (2021) sin
dejar de reconocer que, en la modalidad virtual, se
debe contar con un sistema como proceso formativo
(Montiel, 2020). Se puede confirmar la hipótesis
de que los profesores la realizan básicamente con
el objeto de que los estudiantes puedan identificar
los fallos y aciertos para el logro de los objetivos de
aprendizaje, lo que Espinoza Freire (2021, p. 393)
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador 255
denomina como “retroalimentación enfocada en los
resultados de la tarea.
Como lo confirman los estudios de Montiel
(2020), el foro se presenta como una de las herra-
mientas más usadas al momento de establecer comu-
nicación en un entorno virtual de aprendizaje. Por su
parte, Veytia Bucheli y Rodríguez (2021) atribuyen al
foro de discusión un sentido de comunicación inte-
ractiva y bidireccional a partir de la mediación del
docente, con lo cual en estos dos estudios el sentido
pedagógico del foro se confirma en cuanto a su uso
con intencionalidad didáctica.
Ahora bien, en los resultados obtenidos en la
investigación que aquí se presenta, porcentualmente
se identifica que los profesores se inclinan más a usar
el correo electrónico tal y como se observa en los
estudios de Veytia Bucheli y Rodríguez (2021) pero
con un uso más consultivo y resolutivo de dudas,
mientras que el foro de discusión sí que se enfoca
desde una perspectiva pedagógica, es decir, desde el
acompañamiento y la mediación. Se coincide con los
resultados de Avendaño-Castro et al. (2021) respecto
al poco relevante uso de las redes sociales. Se confirma
entonces la hipótesis de que los profesores que ejercen
docencia en la educación virtual, utilizan el correo y el
foro de discusión como principales herramientas para
transmitir sus comentarios y valoraciones.
La investigación realizada por Montiel (2020)
afirma que el conocimiento tecnológico de los docen-
tes va a incidir positivamente en el uso que se haga
de las herramientas tecnológicas, es decir, a mayor
formación tecnológica, mayor será la variación de
las herramientas que se usen y se recomienden al
momento de transmitir sus valoraciones. En este
caso, existe una correspondencia notable entre el
uso y la recomendación del correo electrónico y del
foro de discusión como herramientas principales, sin
dejar de reconocer el valor que tiene, por ejemplo, un
archivo de audio o vídeo para mejorar el seguimien-
to y acompañamiento de los estudiantes por parte
de los docentes (Andrade y Páez, 2020; Segovia-
Chamorro y Guerra-Zúñiga, 2020).
En este sentido, al usar y recomendar prefe-
rentemente el correo electrónico y el foro de discu-
sión, se está poniendo en valor el aspecto multidi-
reccional que se encuentra en ambas herramientas.
No obstante, también se va posicionando como
recomendación de los profesores, el uso del vídeo
como herramienta para transmitir las valoraciones
y consideraciones tal y como lo destaca el estudio
de Segovia-Chamorro y Guerra-Zúñiga (2020). En
este sentido, y como futuras líneas de investigación,
se pueden identificar varias ideas: 1) el impacto
de la retroalimentación en los estudiantes bajo un
entorno virtual de aprendizaje, 2) la transformación
digital de la Universidad como política institucional,
3) los planes de formación docente y las pedagogías
de perspectiva pluripedagógica, 4) estudios sobre el
acompañamiento al docente desde la mentorización,
5) las digitalización de las prácticas docentes y 6) el
diseño de e-actividades utilizando la IA y la mejora
de los procesos pedagógicos universitarios.
La implicación de los resultados obtenidos en
esta investigación para la esfera docente universita-
ria, permite inferir que no es suficiente el hecho de
que los profesores sean especialistas en sus áreas o
campos de estudio, con lo cual necesitan avanzar en
cuanto a la cultura digital, dejando atrás la alfabeti-
zación digital inicial. Es decir, la única forma de que
se puedan aprovechar las herramientas tecnológicas
para el mejoramiento de la experiencia pedagógica
en el contexto universitario, es tener la disposición
para descubrir, aprender, desaprender y crear. En
este sentido, se hace más que imperativa la necesi-
dad ya no solo de fomentar la formación curricular
y didáctica universitaria, sino que debe hacerse
desde el contexto actual y con una auténtica política
institucional que asegure el seguimiento, acompaña-
miento y continuidad de lo que se espera aprender
en la formación docente para y hacia la universidad.
El peso de la tradición, las referencias docentes de
tiempos pasados y la resistencia a todo lo que se rela-
cione con la tecnología, trae como consecuencia que
se continúe utilizando una determinada plataforma
digital como repositorio de archivos y actividades,
sin el mayor tratamiento didáctico.
Aunado a ello, los términos utilizados en
algunos planes formativos dirigidos a este sector
educativo, pueden desembocar en desinterés y acti-
tud de cumplimiento forzado en ciertas actividades
con elementos que se muestran poco útiles o poco
entendibles y aplicables para la cotidianidad docente.
En síntesis, se trata de que el profesorado no pierda
la disposición a seguir aprendiendo para mejorar
nuestro ejercicio formativo, en función del beneficio
de los estudiantes y de nuestra propia realización
personal y profesional.
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
256
La retroalimentación debe garantizar siempre
que el estudiante pueda comprender el sentido de lo
que está aprendiendo. Al mismo tiempo, el docente
puede apoyarse en un conjunto de herramientas tec-
nológicas que, en definitiva, le permitirán vivir nuevas
experiencias. Todo ello desde una práctica docente
con verdadera vocación, entendida como un punto
de partida privilegiado para, en su caso, dar el primer
paso hacia un gran cambio en la vida universitaria.
Referencias bibliográficas
Andrade, R. y Páez, M. (2021). El podcast como herra-
mienta de retroalimentación en la evaluación
de actividades virtuales. Mendive. Revista de
Educación, 19(1), 16-29. https://bit.ly/3FxYZgo
Avendaño-Castro, W. R., Hernández-Suárez, C. y Prada-
Núñez, R. (2021). El docente universitario
ante la emergencia educativa. Adaptación a las
TIC en los procesos de enseñanza. Educación y
Humanismo, 23(41), 27-46.
https://doi.org/10.17081/eduhum.23.41.4354
Bañuelos, A. y Montero, G. (2017). La evaluación de la
educación a distancia. Propuesta de una guía
para la autoevaluación. Hamut´ ay, 4(1), 31-44.
https://bit.ly/3SXs2x0
Cajamarca-Correa, M., Cangas-Cadena, A., Sánchez-
Simbaña, S. y Pérez-Guillermo, A. (2024). Nuevas
tendencias en el uso de recursos y herramientas
de la Tecnología Educativa para la Educación
Universitaria. Journal of Economic and Social
Science Research, 4(3), 127-150.
https://doi.org/10.55813/gaea/jessr/v4/n3/124
Contreras-Bravo, L., Tarazona-Bermúdez, G. y Rodríguez-
Molano, J. (2021). Tecnología y analítica del
aprendizaje: una revisión a la literatura. Revista
científica, (41), 150-168.
https://doi.org/10.14483/23448350.17547
Crespo Miguel, M. y Sánchez-Saus Laserna, M. (2020).
Píldoras formativas para la mejora educativa
universitaria: el caso del Trabajo de Fin de Grado
en el Grado de Lingüística y Lenguas Aplicadas
de la Universidad de Cádiz. Education in the
Knowledge Society (EKS), (21), 1-10.
https://doi.org/10.14201/eks.22370
De Souza, O., y Rocha, B. (2025). Ontología del presente
del ser maestro y ciberformación en docencia
universitaria. Alteridad, 20(1), 99-112.
https://doi.org/10.17163/alt.v20n1.2025.08
Espinoza Freire, E. (2021). Importancia de la retroali-
mentación formativa en el proceso de enseñan-
za-aprendizaje. Revista Universidad y Sociedad,
13(4), 389-397. https://bit.ly/4mSYZbQ
Ferrada-Bustamante, V., González-Oro, N., Ibarra-
Caroca, M., Ried-Donaire, A., Vergara-Correa, D.
y Castillo-Retamal, F. (2021). Formación docente
en TIC y su evidencia en tiempos de COVID-19.
Revista saberes educativos, (6), 144-168.
https://doi.org/10.5354/2452-5014.2021.60715
Garcés Bustamante, J., Labra Godoy, P. y Vega Guerrero,
L. (2020). Retroalimentación: una estrategia
reflexiva sobre el proceso de Aprendizaje en cur-
sos renovados de Educación Superior. Cuadernos
de Investigación Educativa, 11 (1), 37-59.
https://dx.doi.org/10.18861/cied.2020.11.1.2942
García-Peñalvo, F. J. (2018). Ecosistemas tecnológicos
universitarios. En J. Gómez (ed.), UNIVERSITIC
2017. Análisis de las TIC en las Universidades
Españolas (pp. 164-170). Crue Universidades
Españolas. https://bit.ly/44XpSEZ
García Peñalvo, F. J. (2021). Transformación digital en las
universidades: Implicaciones de la pandemia de
la COVID-19. Education in the knowledge society:
EKS, (22), 1-6.
https://doi.org/10.14201/eks.25465|e25465
García Peñalvo, F. J. y Corell, A. (2020). La COVID-
19: ¿enzima de la transformación digital de la
docencia o reflejo de una crisis metodológica y
competencial en la educación superior? Campus
Virtuales, 9(2), 83-98. https://bit.ly/3SuzSht
García, J., Farfán, J., Fuertes, L. y Montellanos, A. (2021).
Evaluación formativa: un reto para el docente en
la educación a distancia. Delectus, 4(2), 45-54.
https://doi.org/10.36996/delectus.v4i2.130
González, C. (2023). El impacto de la inteligencia artifi-
cial en la educación: transformación de la forma
de enseñar y de aprender. Revista Qurriculum,
36, 51-60.
https://doi.org/10.25145/j.qurricul.2023.36.03
Hernández, J., Espinosa, F., Rodríguez, J., Chacón, J.,
Toloza, C., Arenas, M., Carrillo, S. y Bermúdez,
V. (2018). Sobre el uso adecuado del coeficien-
te de correlación de Pearson: definición, pro-
piedades y suposiciones. Archivos venezolanos
de Farmacología y Terapéutica, 37(5), 587-595.
https://bit.ly/3Hgkoew
Huber, G., Gürtler, L. y Gento, S. (2018). La aportación de
la estadística exploratoria al análisis de datos cua-
litativos. Perspectiva Educacional, 57(1), 50-69.
https://dx.doi.org/10.4151/07189729-vol.57-iss.1-art.611
Dr. Gustavo Toledo-Lara
Alteridad, 2025, 20(2), 246-258© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador 257
Lafuente, C. y Marín, A. (2008). Metodologías de la
investigación en las ciencias sociales: Fases, fuen-
tes y selección de técnicas. Revista Escuela de
Administración de Negocios, (64), 5-18.
https://bit.ly/43jqDXE
León-Warthon, M. (2021). Evaluación formativa: el papel
de retroalimentación en el desarrollo del pensa-
miento crítico. Maestro y Sociedad, 18(2), 563-
571. https://bit.ly/43lw4VZ
Li, S., Chen, G., Xing, W., Zheng, J. y Xie, C. (2020).
Longitudinal clustering of students’ self-regu-
lated learning behaviors in engineering design.
Computers & Education, 153, 103899.
https://doi.org/10.1016/j.compedu.2020.103899
Lonn, S., Aguilar, S. y Teasley, S. (2015). Investigating
student motivation in the context of a learning
analytics intervention during a summer bridge
program. Computers in Human Behavior, 47,
90-97. https://doi.org/10.1016/j.chb.2014.07.013
López, Y., López, R., Lasluisa, L., Vaca, J. y Huachi, M.
(2024). La Inteligencia Artificial y la Educación
en el Siglo XXI: Un análisis de sus oportunidades
y desafíos. Polo del Conocimiento, 9(8), 275-287.
https://doi.org/10.23857/pc.v9i8.7693
Menacho, R., Pizarro, L., Osorio, J., Osorio, J. y León, B.
(2024). Inteligencia artificial como herramienta
en el aprendizaje autónomo de los estudiantes de
educación superior. Revista InveCom, 4(2), 1-10.
https://doi.org/10.5281/zenodo.10693945
Mollo, M. y Deroncele, A. (2022). Modelo de retroali-
mentación formativa integrada. Universidad y
Sociedad, 14(1), 391-401. https://bit.ly/4dZ9RRv
Montiel, C. (2020). Conocimiento, práctica y uso de las
TIC para el ambiente educacional en red. Revista
Paraguaya de Educación A Distancia (Reped),
1(2), 42-52. https://n9.cl/0ltpp
Moreno-Olivos, T. (2021). Cambiar la evaluación:
un imperativo en tiempos de incertidumbre.
Alteridad. Revista de educación, 16(2), 223-234.
https://doi.org/10.17163/alt.v16n2.2021.05
Narváez, C. y Verdezoto, M. (2021). Percepción estudian-
til de la importancia de la retroalimentación.
Revista Vínculos ESPE, 6(2), 45-55.
https://doi.org/10.24133/vinculosespe.v6i2.1833
Norman-Acevedo, E. (2023). La inteligencia artificial en
la educación: una herramienta valiosa para los
tutores virtuales universitarios y profesores uni-
versitarios. Panorama, 17(32), 1-9.
https://bit.ly/4kHwBr8
Parra Martínez, B., Orejarena, H. y Acosta, H. (2022).
Retroalimentación docente universitaria: una
práctica de autorregulación del aprendizaje.
Inclusión y Desarrollo, 9(1), 24-36.
https://bit.ly/4dASvKc
Rivero Panaqué, C. y Beltrán Castañón, C. (2024). La inte-
ligencia artificial en la educación del siglo XXI:
avances, desafíos y oportunidades Presentación.
Educación, 33(64), 5-7.
http://dx.doi.org/10.18800/educacion.202401.p001
Rositas Martínez, J. (2014). Los tamaños de las mues-
tras en encuestas de las ciencias sociales y su
repercusión en la generación del conocimiento.
Innovaciones de negocios, 11(22), 235-268.
https://bit.ly/3FpdbZb
Sánchez Prieto, J., Olmos Migueláñez, S. y García-Peñalvo,
F. (2017). ¿Utilizarán los futuros docentes las tec-
nologías móviles? Validación de una propuesta
de modelo TAM extendido. Revista de Educación
a Distancia (RED), (52), 1-31.
https://bit.ly/4kpre0a
Segovia-Chamorro, J. y Guerra-Zúñiga, M. (2020).
Percepción estudiantil del uso del video como
herramienta de retroalimentación a distancia:
estudio piloto. FEM: Revista de la Fundación
Educación Médica, 23(1), 35-37.
https://bit.ly/3HjObD8
Sepúlveda-Romero, M. E. (2019). Humanización del acto
de la retroalimentación en la educación virtual.
Virtu@ lmente, 7(1), 95-115.
https://doi.org/10.21158/2357514x.v7.n1.2019.2326
Tanevitch, A., Abal, A., Pérez, P., González, A. y Procopio,
M. (2021). Decisiones metodológicas para la
continuidad pedagógica en pandemia COVID-
19. Revista Iberoamericana de Tecnología en
Educación y Educación en Tecnología, (28), 184-
191. https://bit.ly/43If1wo
Toledo Lara, G. (2021). Pedagogías emergentes: una
aproximación exploratoria. Revista APOSTA, 91,
98-113. https://bit.ly/3Hz3vvC
Toledo Lara, G. (2024). Inteligencia artificial: entre la
innovación y el cambio de paradigma en la
universidad. RECIE. Revista Caribeña De
Investigación Educativa, 8(2), 27-46.
https://doi.org/10.32541/recie.v8i2.718
Trejo, J. (2021). La retroalimentación oral o escrita para
mejorar la producción escrita en la universidad.
Educación, 27(1), 79-83.
https://doi.org/10.33539/educacion.2021.v27n1.2366
Dr. Gustavo Toledo-Lara
© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
258
Valdivia, S. (2014). Retroalimentación efectiva en la
enseñanza universitaria. En Blanco y Negro, 5(2),
20-24. https://bit.ly/45k68M3
Valencia, A. y Figueroa, R. (2023). Incidencia de la
Inteligencia Artificial en la educación. Educatio
Siglo XXI, 41(3), 235-264.
https://doi.org/10.6018/educatio.555681
Veytia Bucheli, M., y Rodríguez Serrano, K. (2021). La
retroalimentación efectiva en estudiantes desde
la perspectiva de los docentes. Transdigital, 2(4),
1-22 https://doi.org/10.56162/transdigital63
Wong, J., Khalil, M., Baars, M., de Koning, B. y Paas, F.
(2019). Exploring sequences of learner activities
in relation to self-regulated learning in a massive
open online course. Computers & Education, 140,
103595.
https://doi.org/10.1016/j.compedu.2019.103595