Claves de la espiritualidad en el Documento de Aparecida

Contenido principal del artículo

Camilo Maccise

Resumen

Al dirigir una mirada hacia la realidad de América Latina y El Caribe, el Documento de Aparecida constata que existe, “como reacción al materialismo, una búsqueda de ‘espiritualidad, de oración y de mística’ que expresa el hambre y sed de Dios” (DA n. 99, g). Sabemos que no puede existir un trabajo evangelizador que no tenga como punto de partida una experiencia de Dios, una aceptación vital del mensaje de Jesucristo y una apertura a la acción del Espíritu, es decir, una espiritualidad. No se trata de transmitir una doctrina o una serie de enseñanzas sino de una experiencia profunda de la Buena Nueva. Por eso están siempre unidas la espiritualidad, la pastoral y la teología. El Documento de Aparecida propone, directa o indirectamente, una espiritualidad como compromiso con el seguimiento de Jesús y fuente de acción misionera. De manera especial dedica un apartado del capítulo sexto que explica el itinerario formativo de los discípulos misioneros y lo titula “Una espiritualidad trinitaria del encuentro con Jesucristo” (nn. 240-275).